Llega a España la moda de los chutes de vitaminas
En EE UU, donde comenzó a suministrarse en los sesenta, las ‘celebrities’ son las principales prescriptoras El pinchazo cuesta a partir de 150 euros, aunque un exceso puede resultar tóxico
La moda llega de Estados Unidos por la vía de las celebrities. Madonna, Cindy Crawford, Miley Cyrus o Katy Perry han compartido en redes sociales su secreto para tener buena cara antes de subirse a un escenario o afrontar un viaje de largo recorrido: inyectarse vitaminas en vena. Se trata de cócteles vitamínicos, que se administran por inyección intravenosa, con el fin de devolver luminosidad al rostro y energía al cuerpo. Recibe el nombre de cóctel de Myers, en reconocimiento a John Myers, un doctor de Baltimore (Maryland), pionero en la década de los sesenta, en usar esta fórmula intravenosa de vitaminas y minerales (magnesio, calcio, vitamina B, C…), que se supone es beneficiosa en el tratamiento de algunas enfermedades. La tendencia llega ahora a España y de sus beneficios habla Irene Cruz, doctora del Instituto de Benito, centro que lo suministra en Barcelona, a un precio de 150 euros el pinchazo: “Lo que te permite un cóctel de este tipo es equilibrar el organismo porque al administrarlo por vía intravenosa la absorción de las propiedades de los nutrientes se realiza al cien por cien”.
La finalidad es reponer las carencias en vitaminas, aminoácidos, oligoelementos o minerales, acentuadas, según indica Cruz, en el caso de los profesionales con horarios desordenados, como es el caso de la tripulación aérea, directivos, personal sanitario, madres después de la lactancia… “La mayor preocupación de los profesionales es el estrés, el agotamiento, que es el origen de muchas enfermedades”, advierte Natalia de la Vega, propietaria del centro de estética Tacha Beauty, que suministra estos cócteles de vitaminas, a partir de 200 euros la inyección.
A pesar de que en Estados Unidos la moda de las vitaminas fluye por internet sin ningún tipo de control, incluso existen páginas web, como Vitamin Drip, que despachan libremente este tipo de dosis, en España se ha de seguir un protocolo para identificar el tipo de carencia que tiene el paciente. La prueba más rápida se realiza con el método Oligoscan, que mide, a través de la palma de la mano, tanto el déficit como el exceso de minerales, además de la presencia de metales tóxicos, pero lo más fiable es realizar una analítica básica, con el fin de determinar el cóctel a suministrar. “Todo está controlado por nuestros doctores de estética y por nuestras enfermeras, que son quienes determinan el tratamiento a seguir”, explica De la Vega.
Por su parte, el doctor Ángel Juárez, jefe de cirugía plástica del Hospital de La Zarzuela de Madrid, advierte que se trata de un tratamiento que todavía no está asentado en España, aunque cuando se da un déficit de vitaminas está indicado reponerlas. Uno de los casos que más se atiende es la falta de vitamina D, la vitamina del sol, cuya deficiencia está asociada a personas que están encerradas demasiadas horas en una oficina.
Y avisa que las vitaminas no son inocuas, “un exceso de ellas puede hacer daño, y deben estar sometidas a tratamiento médico”, aunque aclara que en el caso de que no se absorban por la vía de la piel, como ocurre con la vitamina del sol, o por el aparato digestivo, sí podría justificarse la administración intravenosa. En cualquier caso, avisa que no existe una regulación al respecto, y solo se deben tomar cuando en esté indicado. “Por tanto, hay que ser cautos, porque pueden hacer daño, ya que pueden ser tóxicas”, señala Juárez.