Francia y Alemania proponen retrasar a 2020 el impuesto europeo a las tecnológicas
El Ecofin debate la aplicación de la llamada 'tasa Google' París y Berlin intentan desbloquear la oposición de varios Estados
Los ministros de Finanzas de Alemania y Francia, Olaf Scholz y Bruno Le Maire, respectivamente, han propuesto este martes que el impuesto europeo a las multinacionales digitales sólo se aplique a partir de finales de 2020 y siempre que no se alcance una solución global en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Ambos han planteado esta posibilidad durante el debate que los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) con el objetivo de desbloquear las negociaciones sobre este gravamen, que avanzan lentamente por el rechazo un grupo de países favorable a no avanzar a nivel comunitario y esperar al consenso internacional.
De esta forma, según el calendario propuesto por París y Berlín, los ministros de Finanzas de la UE aprobarían la directiva sobre la tasa a los gigantes digitales en la reunión del 4 de diciembre, aunque no entraría en vigor hasta dos años después. Y sólo en el caso en el que fracasen las conversaciones sobre este asunto en la OCDE.
Sin embargo, el acuerdo en diciembre se antoja complicado puesto que la directiva necesita el respaldo de todos los países de la UE para salir adelante y durante el debate se han posicionado en contra Suecia, Irlanda, Dinamarca y Chipre. Otros, como Finlandia, Lituania, Malta, República Checa o Países Bajos, también han expresado dudas y han remarcado la necesidad de seguir trabajando a nivel técnico.
Por contra, otro grupo numeroso de capitales se han mostrado a favor de adoptar este impuesto a las multinacionales digitales, pero siempre de forma temporal hasta que exista un consenso a nivel internacional. En este grupo se encuentran, por ejemplo, Francia, España, Italia, Bélgica, Austria, Portugal, Grecia, Bulgaria, Polonia, Reino Unido, Luxemburgo, Letonia, Eslovenia, Eslovaquia
El impuesto sobre las transacciones digitales sobre las grandes multinacionales tecnológicas, como Google, Amazon, Facebook o Apple, está concebido con el objetivo de que paguen impuestos en los países donde están generando beneficios. Estas multinacionales han sido acusadas de tener su base en Irlanda y Luxemburgo para evitar el pago de tributos en otros países. Se estima que el 40% de sus beneficios son trasladados artificialmente a estos territorios.
La Comisión Europea propuso en marzo de este año gravar la facturación de estas grandes empresas, para que tributen con un recargo en torno al 3% de los beneficios por sus ventas en cada Estado comunitario. La iniciativa ha sido liderada por Pierre Moscovici.
España, por el contrario, es de los países que se ha adelantado al acuerdo europeo. El Consejo de Ministros aprobó el 19 de octubre el anteproyecto de ley del impuesto sobre determinados servicios digitales, pendiente de aprobación en el Parlamento. Prevé recaudar 1.200 millones de euros en 2019 con un gravamen del 3 % que se aplicará a las multinacionales tecnológicas que facturen 3 millones de euros en España, y 750 millones en el resto del mundo. La UE aspira a un total de 5.000 millones.