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La apreciación del gas y la mayor demanda tiran del beneficio de Naturgy

El resultado neto recurrente sube un 38% pese a las pérdidas de 3.040 millones La firma aprueba un segundo dividendo de 0,45 euros con cargo al resultado de 2018

Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy
Francisco Reynés, presidente ejecutivo de NaturgyJuan Lázaro

Naturgy registró pérdidas por 3.040 millones en los nueve primeros meses del año, frente a los 793 millones de euros de beneficio registrados en el mismo período de 2017. Esta diferencia es el resultado del deterioro de activos de 4.905 millones llevado a cabo en la primera mitad del año. Excluyendo este impacto y otros elementos no recurrentes, el resultado neto recurrente aumentó un 38%, hasta situarse en 877 millones de euros, debido, según la propia compañía, a la mayor actividad, menor amortización, y menores gastos financieros resultado de la optimización de la deuda del grupo.

Resultados de Naturgy en septiembre

De hecho, el ebitda apenas cayó un 0,6% hasta los 2.976 millones y si se descuentan los elementos no recurrentes, el beneficio creció un 10,1% hasta los 3.248 millones. Francisco Reynés, presidente de Naturgy, aseguró que el tercer trimestre “es el primero tras el lanzamiento de nuestro plan estratégico y sus resultados avalan el compromiso del equipo ejecutivo con su cumplimiento”.

La deuda baja hasta los 13.575 millones y su porcentaje sobre el ebitda cae a 3,1 veces

En la presentación a la CNMV, la compañía destaca la evolución de las cifras de la división de gas (Gas & Power) para contextualizar ese crecimiento del beneficio no recurrente. De esta manera, el ebitda registrado por la citada división hasta septiembre fue de 935 millones, lo que supone un crecimiento anual del 29,3%. Es el mayor avance de todas las áreas de negocio y le consolida como la segunda más importante en contribución al beneficio, con un 31,4% del total. Por encima solo está la de infraestructuras en Europa, Oriente Medio y África, con un ebitda de 1.333 millones, un 0,2% más anual, lo que representa un 44,8% del total.

La presentación de resultados fue bien recibida por el mercado. Los títulos de Naturgy arrancaron la sesión con un alza del 1% situándose por encima de los 22 euros. Desde Bankinter calificaron como buenos esos resultados “por la recuperación a nivel operativo, el menor coste financiero y la reducción de deuda por desinversiones”.

La energética justifica la buena evolución de la división de gas por varias razones. La primera es la apreciación de la materia prima, en paralelo al encarecimiento del resto de combustibles fósiles como el petróleo. En segundo lugar se refiere a las nuevas condiciones del acuerdo con Sonatrach, que extiende los contratos de compra de gas argelino hasta 2030. Esos contratos no se han anotado en la cuenta de resultados hasta el tercer trimestre y recogen el impacto previsto para todo el ejercicio. El tercer factor que ha contribuido al mayor beneficio ha sido el alza de márgenes y ventas de gas natural licuado en todos los mercados, “respaldado por la demanda continuada desde Asia” y dos nuevos contratos de suministro en Sabine Pass (Golfo de México) y Yamal LNG (Rusia).

A 30 de septiembre la deuda financiera neta de Naturgy alcanzó los 13.575 millones de euros, un 10,4% menos que a finales de 2017. Así, el ratio de deuda neta sobre ebitda era de 3,1 veces a cierre del tercer trimestre, frente a 3,4 veces de cierre de 2017. En el tercer trimestre, Naturgy utilizó parte de su caja para amortizar deuda corporativa bancaria, incluidos 1.270 millones denominados en euros y 390 millones denominados en dólares. Además, el pasado 19 de octubre, la compañía completó con éxito la recompra de bonos de 314 millones de euros, con vencimientos que van entre 2019 y 2021.

Por otra parte, el consejo de administración de la energética ha aprobado el pago de un segundo dividendo a cuenta de los resultados de 2018 de 0,45 euros por acción, que se abonará el próximo 27 de noviembre. De esta manera, Naturgy ratifica su compromiso de retribuir con un dividendo total de 1,3 euros por acción con cargo al ejercicio 2018, un 30% más que en 2017. A partir de este 2018 la compañía se ha comprometido a aumentar un mínimo del 5% anual hasta alcanzar los 1,59 euros por acción en 2022.

Inversión en Australia

Naturgy, a través de su filial de generación internacional de energía eléctrica Global Power Generation (GPG), inauguró hoy su primer parque eólico en Australia tras invertir 177 millones de dólares australianos (110 millones de euros). En concreto, el parque desarrollado por GPG, sociedad participada en un 21% por Kuwait Investment Authority (KIA) tiene una potencia de 91 megavatios, cuenta con 28 turbinas y abastecerá a 42.000 viviendas en Canberra, con un contrato de 20 años de duración a tarifa regulada. Naturgy prevé que contribuya con un ebitda de 12 millones al año.

Reynés destacó que este proyecto representa “un paso muy importante” en la presencia internacional de la compañía, ya que “Australia es un país muy atractivo para invertir en energías renovables al combinar atractivas rentabilidades para los inversores con requerimientos sociales y medioambientales”.

El impacto negativo de Argentina

Efecto contable. De acuerdo con la normativa contable, desde el 1 de julio pasado y con efectos retroactivos a comienzos de año, la economía argentina debe considerarse como hiperinflacionaria. Eso ha tenido efectos sobre las cuentas de Naturgy, con una cifra de negocio inferior en 122 millones en los primeros nueve meses del año. Ese impacto también se ha dejado sentir en el ebitda (14 millones de euros menos) y en el resultado neto (14 millones menos). El ajuste por hiperinflación también ha tenido un impacto positivo en el patrimonio neto del grupo hasta sumar otros 49 millones al actualizar costes históricos de los activos no monetarios.

Devaluación. Pero en Argentina, además del efecto contable de la hiperinflación, Naturgy ha sufrido un impacto de 116 millones por el incremento de coste de suministro derivado de la devaluación de la moneda local. Inicialmente, el Gobierno argentino reconoció que las distribuidoras tenían derecho a trasladar a la tarifa esos mayores costes vía factura, pero una resolución posterior suspendió esa decisión. Posteriormente, el Gobierno volvió a admitir que las distribuidoras no deben soportar las desviaciones de los precios del gas vinculadas a tipos de cambio, pero no aclaró cómo se implementará. De momento, Naturgy ha registrado ese pasivo en sus cuentas.

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