El Ibex ahonda los mínimos de 2016 tras el castigo a la banca
El selectivo español pierde un 0,11% en la semana y queda por debajo de los 8.900 puntos El diferencial de la deuda italiana se dispara hasta los 302 puntos básicos
No hay tregua para los inversores y menos para aquellos que pongan la vista en el mercado español. En un momento de gran agitación a escala internacional, la Bolsa española tiene que hacer frente a sus propios obstáculos. El último de ellos, la sentencia del Tribunal Supremo del impuesto sobre las hipotecas que establece que son los bancos los que deben correr con los gastos. Si el fallo ya de por sí generaba más luces que sombras –se desconoce si resolución es retroactiva– el anuncio un día después de aplazar la decisión terminó por descolocar a los inversores. La recuperación sufrida por las entidades en la recta final de la semana provocó un vuelco en la Bolsa que cerró el viernes en tablas (0,03%), limitando las caídas semanales al 0,11%. El selectivo continúa anclado en los mínimos de 2016 por debajo de los 8.900 puntos.
El comunicado del alto tribunal despertó la euforia compradora y muchos inversores aprovecharon la ocasión para tomar posiciones en la banca. No obstante la recuperación vivida por las entidades la última sesión no fue suficiente para borrar las pérdidas del sector en la semana. Sabadell y Bankia, dos de los bancos con préstamos para viviendas más elevados, se dejan un 7,47% y un 5,97% en la semana. Bankinter pierde un 5,73% en los últimos cinco días, CaixaBank, un 4,46% mientras Santander y BBVA, retroceden un 2,3% y un 1,1%, respectivamente.
Solo la cadena de supermercados Dia, que el lunes presentó un profit warning, superó los descensos de la banca en Bolsa con una caída en la semana del 53,65%. Moody’s y S&P no tardaron en mover ficha y a lo largo de la semana rebajaron la calificación a bono basura. En el lado opuesto se situaron Endesa, Ferrovial y Colonial que lideraron los ascensos de la semana con alzas superiores al 6%.
Fuera del mercado español la situación tampoco mejora. Las dudas sobre el enfriamiento de la economía mundial volvieron a ejercer presión sobre la mente de los inversores. A ello contribuyó el crecimiento de China en el tercer trimestre. El PIB del gigante asiático cerró septiembre con un alza interanual del 6,5%, una décima por debajo de esperado por los analistas y dos menos que en el trimestre anterior. Se trata del dato más bajo desde la crisis financiera, motivado en parte por el impacto negativo de la guerra comercial. Como contrapunto a este dato, responsables financieros de Pekín prometieron aliviar las condiciones financieras de las empresas. El objetivo, era evitar una jornada más de ventas en el mercado, especialmente en el Shaghai Composite, la Bolsa con peor desempeño en el año (-22,88%).
La relativa calma vivida en Asia tuvo su continuidad en Europa, donde la política compite con los datos macroeconómicos por hacerse con el timón de los mercados. En el Viejo Continente la atención estuvo puesta en Italia. Como ya venía descontado el mercado desde que a finales de septiembre Roma anunciara un objetivo de déficit del 2,4% para 2019, a Bruselas no le han gustado las cuentas presentadas por el Ejecutivo.
El secretario europeo para Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, intentó rebajar la tensión y afirmó que busca entablar un diálogo constructivo con Italia para infundir confianza a los inversores y evitar un efecto contagio. Las cuentas de La Liga y el M5S intensifican el castigo en el mercado de deuda. La rentabilidad de la deuda a 10 años, que el jueves subió al 3,7%, concluye la semana en el 3,48%, su nivel más alto desde febrero de 2014. El diferencial entre la deuda italiana y la alemana se amplía a los 302 puntos básicos, por debajo de los 324 intradía que llegó a marcar el viernes. De momento, el efecto contagio es moderado, pero en las últimas sesiones las dudas generadas por el presupuesto de España impulsan los rendimiento de la deuda española con vencimiento en 2028 al 1,7%, máximos de hace un año mientras la prima de riesgo se sitúa en los 127 puntos básicos.
Las Bolsas europeas tuvieron un comportamiento más estable en la recta final de la semana. Al igual que el Ibex 35, el Mib italiano cerró el viernes en empate (-0,04%), el FTSE británico se anotó un 0,32% mientras el Dax alemán y el Cac francés retrocedieron un 0,63% y un 0,31%, respectivamente.
Sin acuerdo para el ‘brexit’
La reunión de los líderes europeos con la primera ministra británica, Theresa May, concluyó sin acuerdo. En noviembre volverán a verse las caras con el objetivo de evitar un brexit duro. Todo parece indicar que como ya apuntaban algunas voces desde Bruselas el miércoles, ambas partes ampliarán el periodo de transición fijado hasta finales de 2021. La libra se ha mantenido estable a lo largo de la semana, limitando las caídas al 0,6%, hasta los 1,30 dólares.
Las tensiones en el mercado de deuda estadounidense volvieron a reaparecer. El bono de EE UU a diez años se sitúa al filo del 3,2%, unos niveles que los analistas consideran razonables si se tiene en cuenta que la Reserva Federal ha reafirmado su compromiso de continuar con la subida de tipos. Las propobabilidad de que en diciembre se acuerde un nuevo alza de las tasas alcanza el 79,6%, según datos recopilados por Bloomberg.
En una semana marcada por los enfrentamientos entre Arabia Saudí y EE UU tras la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, el crudo se mantuvo estable en los 80 dólares. Los analistas creen que las tensiones entre ambos países no irán más allá del cruce de declaraciones pese a que en los últimos días Donald Trump ha amenzado con duras sanciones y Riad ha respondido que no se quedará de brazos cruzados. Desde Link Securities consideran que a ninguno de los dos les interesa debilitar el vínculo que les une: la enemistad con Irán.