La caída de las comisiones aboca a los brókers a una ronda de fusiones
Su beneficio neto se ha desplomado un 31% en el primer semestre La nueva regulación presiona los márgenes a la baja
Las empresas especializadas en la compraventa de valores empiezan a tener el agua al cuello. La nueva normativa sectorial está provocando un estrechamiento de márgenes y una caída de las comisiones. Entre enero y junio, las agencias y sociedades de valores han visto reducido su beneficio un 31%, ante lo que los expertos aseguran que en próximos trimestres habrá un proceso de consolidación en el sector.
La legislación que está trayendo de cabeza a los brókeres proviene de Bruselas. Se trata de la directiva Mifid 2, que en España aún está pendiente de transposición. Aunque todavía no se ha aprobado el texto definitivo, los intermediarios financieros ya han empezado a adaptarse para su cumplimento.
La nueva regulación obliga a las gestoras de fondos a desglosar qué parte de los gastos de los fondos de inversión se corresponde con el pago a firmas de análisis y qué parte se refiere al puro coste de transacción de títulos. Hasta ahora, esos gastos se incluían dentro del mismo paquete. “Hay firmas boutique que han decidido concentrarse solo en el análisis de cierto tipo de activos. El negocio del corretaje cada vez va a dar menos márgenes, lo que va a provocar una oleada de fusiones”, explica el presidente de una de las 10 gestoras de fondos más grandes de España.
Además, en los últimos años ha irrumpido la negociación de valores en mercados alternativos. Ya no solo se pueden comprar acciones a través de Bolsas y Mercados Españoles (BME), sino que hay grandes plataformas globales, como Turquoise, a través de las que se negocia casi la mitad del volumen en el algunos mercados. "Los costes de membresía son caros, y además hay que hacer inversiones tecnológicas, esto deja fuera de juego a muchas pequeñas firmas de brokeraje", explica el máximo responsable de una de las grandes sociedades de valores internacionales.
La caída de las comisiones se está sintiendo ya en las cuentas de resultados de las 27 agencias y sociedades de valores que operan en España y que controlan el 45% del negocio de la compraventa de acciones y bonos, según datos de la CNMV. Entre enero y junio, este tipo de empresas de servicios financieros generó unas comisiones de 313,3 millones de euros, un 18% menos que hace un año. Mientras, su beneficio bruto se desplomó un 37,95%, hasta los 92,4 millones, y el beneficio neto cayó un 31,46%, hasta los 86,5 millones de euros.
Entre las agencias y sociedades de valores, hay un puñado que pertenecen a bancos españoles y que tienen una buena cuota de mercado (como Santander o Bankinter). También hay varios grupos internacionales que manejan grandes volúmenes (como Morgan Stanley, Merrill Lynch o Credit Suisse). Además, hay bancos como BBVA o Bankia que tienen esta operativa integrada en el grupo. Sin embargo, también hay un buen puñado de pequeños brókeres que cada vez están perdiendo más cuota de mercado. “Estamos viviendo una situación difícil. La compraventa de títulos es, cada vez más, un negocio de volúmenes, y muchos no vamos a poder competir contra las grandes casas. Tendremos que buscar asociarnos o vender el negocio”, cuenta el responsable de una firma mediana, que prefiere mantener el anonimato.
Mifid 2 también obliga a las gestoras de fondos a demostrar que han realizado un exhaustivo proceso de selección de proveedores. Esto afecta a las firmas de corretaje. Las firmas de inversión deberán hacer un informe explicando qué criterios han utilizado para elegir a una agencia de valores determinada, lo que también está repercutiendo en un ajuste de costes. Las que no tienen acceso a las grandes plataformas alternativas, tienen más difícil demostrar que cumplen con la buena ejecución.
En otros países esta tendencia se ha agudizado y ya hay sociedades de valores que permiten operar en Bolsa sin pagar comisiones. En estas plataformas los ingresos vienen de los intereses, de las comisiones de cambio de divisa (para operaciones que requieran de un cambio de moneda) y de las cuentas prémium.
“Ha habido muchas compañías de inversión que han tenido prácticas poco transparentes con sus filiales de compraventa de acciones”, reconoce el presidente de una de las gestoras españolas más prestigiosas. “Se utilizaba el corretaje de acciones para generar ingresos cuando era necesario, haciendo un exceso de operativa en los fondos y a precios fuera de mercado. Ahora, con Mifid 2, esas malas prácticas desaparecerán”, añade.