Un mercado más regulado y transparente, pero también con menos jugadores
Los brókeres esperan una ronda de fusiones por el estrechamiento de márgenes y la caída de las comisiones
Los efectos de la directiva Mifid 2, pendiente todavía de trasposición en España, no se limitarán a incrementar la protección de los clientes en el sistema financiero, sobre todo los minoristas, ante la inmensa e inmanejable oferta de productos y servicios del mercado. Esa protección tendrá un precio, y muchos ya están comenzando a pagarlo, o a vislumbrar, al menos, que el montante de la factura será alto. En concreto, las empresas especializadas en la compraventa de valores se enfrentan a los efectos negativos que la nueva normativa ejercerá sobre los márgenes y las comisiones. Los brókeres asumen ya que ante el estrechamiento de los márgenes de negocio solo las firmas más grandes podrán sobrevivir de forma independiente en el mercado, mientras que las medianas y pequeñas tendrán que fusionarse. La pérdida de competencia que supone ese proceso de concentración forma parte de los daños colaterales que traerá consigo una mayor protección de los minoristas. Se trata sin duda de una conquista legislativa y de un aumento de garantías, pero también traerá consecuencias negativas, que serán directas para aquellos que no puedan competir y deban afrontar fusiones, e indirectas para los clientes y pequeños inversores, que tendrán menos posibilidad de elección.
Las fusiones no será el único efecto que tendrá la aplicación de Mifid 2, sino también una mayor especialización en tareas de análisis respecto a determinados tipos de activos. La caída de las comisiones se está haciendo sentir ya en las cuentas de resultados de las 27 agencias y sociedades de valores que operan en España y que suponen el 45% del negocio de la compraventa de acciones y bonos. Esas comisiones se han reducido un 18% respecto a hace un año; también se ha resentido sustancialmente el beneficio. Como contraprestación a esas dificultades, Mifid2 aportará una inyección de transparencia que será muy beneficiosa para el mercado y que transformará las relaciones con los clientes. Como toda normativa a favor del consumidor, aumentará los costes y transformará la industria. Un reto complejo, pero también una fuente de oportunidades.