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TCI Cutting, máquinas que cortan el metal con un chorro de agua

La tecnología de esta compañía familiar valenciana es utilizada en la fabricación de aviones, barcos y helicópteros El grupo se propone duplicar su facturación anual de 30 millones de euros en los próximos tres o cuatro años

Máquina de corte que la compañía diseña y fabrica en su planta de Guadassuar (Valencia).
Máquina de corte que la compañía diseña y fabrica en su planta de Guadassuar (Valencia).

Recoge un dicho popular que cuando cumples un sueño de juventud, eres feliz el resto de tus días. Precisamente eso es lo que experimentó Emilio Mateu cuando estudiaba en las aulas de la Universidad Politécnica de Valencia con el anhelo de labrarse un futuro como ingeniero.

“Desde siempre he tenido claro cuál es mi vocación, por eso estudié ingeniería de automática y electrónica industrial”, comenta el director general de TCI Cutting, nombre abreviado de su compañía, especializada en el diseño y la fabricación de máquinas de corte industrial.

La época universitaria llegó a su fin y, tras ella, el salto hacia una carrera profesional de éxito no se hizo esperar. Mientras Mateu finalizaba sus estudios, desarrolló, junto a una empresa con la que contactó en Castellón, una máquina de corte por chorro de agua.

La visión de las posibilidades de negocio que esta tecnología presentaba lo animó a fundar en 2001 TCI Cutting, una empresa familiar que comenzó a andar con tan solo cinco empleados y que en la actualidad cuenta con más de 200, mayoritariamente ingenieros. La fábrica se localiza en Guadassuar (Valencia), donde desarrolla toda su actividad desde el comienzo.

“Me gusta insistir en la idea de que la mejor máquina es la que nunca se detiene. Para ello, es necesario trabajar con esfuerzo y dedicación, después de la instalación de las máquinas, en el servicio y la atención posventa, es lo que realmente te consolida en el mercado”, explica Mateu.

Fueron pasando los años y el negocio comenzó a girar en torno a la industria 4.0. “Fabricamos y mantenemos máquinas de corte de precisión industrial con dos tecnologías: chorro por agua waterjet y láser”, añade. Todas estas soluciones están plenamente integradas en la compañía, cuyas herramientas pueden hacer corte incluso en 2D o 3D con la tecnología desarrollada por la propia empresa.

Sede de TCI Cutting en Guadassuar (Valencia).
Sede de TCI Cutting en Guadassuar (Valencia).

La cifra

18 millones de euros factura Tecnología de Corte e Ingeniería en el mercadoeuropeo, el 60% del total. La compañía es proveedora de alta tecnología de gigantes de la industria aeronáutica y militar de Europa. Sus máquinas también se utilizan en sectores como el automóvil, la alimentación, construcción, cerámica, el juguete, mueble, los electrodomésticos o la publicidad. En los últimos meses ha ampliado la lista de países a los que exporta a 23.

Pero TCI Cutting no vende meras máquinas. Las industrias en las que se emplean son las más desarrolladas de la economía española: aeronáutica, militar, automóvil, alimentación, construcción, cerámica, juguetería, mobiliario, electrodomésticos... Y así hasta un sinfín de sectores. Por ejemplo, intervienen en la construcción de los aviones de Airbus, los buques de Navantia, los submarinos de la francesa DCNS y los helicópteros de combate de la turca TAI.

La notoriedad llegó en 2010, cuando Mateu fue galardonado con el Premio Jaume I al Emprendedor, un reconocimiento que recibió en plena crisis económica y que ayudó a triplicar la plantilla, desde los 55 empleados que ya tenía en ese momento, además de marcar el inicio de su expansión internacional.

“Afortunadamente, el mundo se ha hecho pequeño a la hora de hacer negocios”, afirman desde TCI Cutting. Lo que antes era España ahora es Europa, siendo muy sencillo trabajar a nivel comunitario. “Para nosotros, impulsar negocio en la región europea ya no significa exportación. Damos ese tratamiento a las ventas que realizamos fuera de las fronteras de la Unión Europea, que es donde realmente todo se complica bastante”, señala Mateu. Por el momento, han establecido filiales en Francia, Alemania y Polonia.

La complejidad llegó en 2016, cuando cruzaron fronteras y salieron fuera del continente, aunque el mercado europeo todavía representa el 60% de su facturación, es decir, 18 millones de euros.

Además de consolidar su presencia en mercados competitivos como el portugués, francés, alemán, polaco, holandés, belga e italiano, cuentan con más de 700 instalaciones, entre fábricas y delegaciones, repartidas en 23 países, entre ellos, Rusia, Turquía, China y México.

“En el mercado indio, nos resulta complicado entender el código local y adaptarnos a la demanda. Pero si hay interés en la exportación, la distribución del producto se debe realizar de manera directa, es decir, con personal propio”, sostiene, un tema en el que actualmente trabajan con empeño en TCI Cutting.

En términos de producción, la compañía posee una capacidad de fabricación anual de 40 máquinas waterjet y otras tantas láser, “cifra que esperamos duplicar hasta 2020”, indican desde la multinacional.

En un futuro, no descartamos que TCI Cutting acepte la entrada de un fondo de inversión para seguir creciendo

Emilio Mateu, director general

La compañía, de carácter familiar, opera con recursos propios, si bien reconoce que fondos de inversión han estado interesados en comprar participaciones en TCI Cutting.

“Consideramos que aún es muy pronto para dar cabida a este tipo de inversiones”, dicen. A pesar de ello, entienden que es un paso que probablemente tengan que dar más adelante para poder seguir creciendo. 

En el futuro inmediato, los planes se centran en cerrar el presente ejercicio con una facturación de 30 millones de euros y duplicar ese volumen en los próximos tres o cuatro años.

Emilio Mateu, director general de TCI Cutting.
Emilio Mateu, director general de TCI Cutting.

Más de un millón de euros anuales en innovación

En su afán por erigirse como una gran compañía, TCI Cutting comenzó a colaborar con el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), del que reciben fondos desde hace más de diez años. Esta decisión determinó el rumbo que tomó la empresa.

La apuesta por la tecnología como horizonte a alcanzar ya estaba encaminada. “Es un organismo con el que se trabaja de una manera muy profesional y al que debemos gran parte de nuestros desarrollos y logros”, aseguran desde la tecnológica.

Desde los inicios, el director de la compañía, Emilio Mateu, comprobó que la inversión en I+D era una apuesta segura para el pleno rendimiento de Tecnología de Corte. Esta inversión ha ido variando a lo largo de los años, “aunque nunca ha sido inferior a un millón de euros anual”, explica Mateu. “Hablo de la cantidad invertida directamente en los proyectos de desarrollo puros con un objetivo de resultado muy claro”, aclara.

Destaca, además, que al tratarse de una empresa de carácter tecnológico, todos los departamentos tienen el compromiso diario de proponer una innovación, generando de esta manera una dinámica de desarrollo continuo que muchas veces es más importante que los proyectos de I+D propiamente dichos.

Interior de la fábrica de TCI Cutting.
Interior de la fábrica de TCI Cutting.

Consejos para crecer

Rodearse de buenos profesionales. Emilio Mateu sostiene que el personal cualificado es más importante que las máquinas y los demás bienes materiales. Por ello, se ha rodeado de más de 150 ingenieros para impulsar su compañía.

Ejercicios de branding. Desde la compañía destacan la importancia de crear una marca e intentar darle todo el prestigio posible.

Inversión en I+D. Otro consejo para impulsar el negocio es invertir tiempo en investigación y desarrollo. Así nacerán nuevas ideas y productos que ampliarán la oferta y, por ende, los ingresos.

Buenas instalaciones. Las fábricas y los establecimientos deben ser cómodos para los trabajadores.

Conseguir una posventa eficiente. Tener buenos canales de distribución es esencial para abaratar costes y que las ventas se incrementen.

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