El Consejo de Política Fiscal aprueba por segunda vez la nueva senda de déficit
Cataluña se ausenta, Valencia vira de la abstención al apoyo y Murcia pide un nuevo modelo de financiación autonómica La ministra de Hacienda negociará con Podemos esta tarde para recabar su apoyo
El Consejo de Política Fiscal y Financiero ha dado su visto bueno este miércoles a la nueva senda fiscal propuesta por el Gobierno, que supone elevar en 2.500 millones el gasto previsto para las comunidades autónomas en 2019 (fijando para ellas un déficit del 0,3% para 2019, frente al 0,1% previsto por el Ejecutivo anterior).
El planteamiento era el mismo que el Ministerio de Hacienda ya había presentado a los representantes autonómicos el pasado julio, si bien el voto en contra del Congreso a la nueva senda fiscal ha obligado al Gobierno a completar de nuevo este trámite para realizar una segunda tentativa en el Parlamento con la que tratar de conseguir munición extra de cara al diseño de los Presupuestos Generales de 2019.
El éxito estaba garantizado. El voto del Gobierno cuenta un 50%, mientras que el resto se reparte entre las distintas comunidades autónomas, siete de las cuales están gobernadas por el PSOE. Como protesta por este planteamiento, y para hacer visible el pulso político que el independentismo catalán mantiene con el Estado, el representante de la Generalitat ha rehusado participar en el Consejo de Política Fiscal.
A su vez, como en la ocasión anterior, los responsables de Hacienda socialistas de Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura han votado favorablemente a los nuevos objetivos de déficit del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
La excepción la marcó en la cita anterior la Comunidad Valenciana, cuyo presidente, Ximo Puig, ha interrumpido sus vacaciones para intervenir directamente en esta nueva cita aceptando cambiar su voto a favor tras dialogar con Hacienda.
También Cantabria, controlada por el partido regionalista de Miguel Ángel Revilla, ha vuelto a votar a favor de la nueva senda fiscal. Por su parte, las comunidades gestionadas por el PP (Galicia, Castilla y León, Murcia, Madrid y La Rioja, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla), han repetido su voto contrario, al igual que lo han hecho los representantes canarios.
En su negativa ha resultado especialmente categórico el consejero de Hacienda murciano, Fernando de la Cierva, que ha aseverado que “continúa el maltrato económico que sufre la región por parte del Gobierno Central”, recoge Europa Press. De la Cierva ha sostenido que el Ejecutivo obliga a las comunidades a asumir más deuda sin reformar el sistema de financiación autonómico, que sería la prioridad.
Siguientes pasos
Superado este trámite, Hacienda debatirá el jueves los objetivos presupuestarios de los ayuntamientos con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Ministerio de Política Territorial, para impulsar definitivamente la nueva senda fiscal y el techo de gasto de 2019 en el Consejo de Ministros del viernes.
A partir de ahí, el Ejecutivo deberá defender de nuevo estas cifras ante el Congreso, donde en la ocasión anterior solo obtuvo el apoyo del PNV. Como las cifras y las posicione son han cambiado, lo que hace prever un nuevo rechazo frontal de PP y Ciudadanos, el Gobierno negocia estos días con el resto de partidos de la oposición para tratar de recabar apoyos.
El principal movimiento en este sentido tendrá lugar esta misma tarde, cuando la minsitra de Hacienda, María Jesús Montero, se reunirá con una delegación de Unidos Podemos, encabezada por su secretario de organización, Pablo Echenique.
El objetivo es tratar de acercar posturas en torno al documento de exigencias que Podemos ha presentado como condición para avalar las nuevas cuentas del Gobierno. Aunque existen grandes coincidencias entre este listado y las propuestas del Ejecutivo en el terreno fiscal en cuanto a crear un impuesto a la banca, establecer una tributación medioambiental y fijar un tipo mínimo de sociedades del 15%, la pretensión de la formación morada de elevar la carga del IRPF sobre rentas altas divide a ambas partes.
La confrontación es aún mayor en torno a la pretensión de Podemos de elevar más los objetivos de déficit después de que el Gobierno haya pactado con Bruselas subir el margen de gasto del Ejecutivo anterior.
En concreto, el Gobierno prevé un déficit del 1,8% para 2019, del 1,1% para 2020 y del 0,4% para 2021 (frente al 1,3%, el 1,1% y el superávit del 0,1%, con el que trabajaba la administración de Mariano Rajoy). Podemos cree que el 1,8% del próximo año es insuficiente, mientras que el PSOE le pide responsabilidad y recuerda que si la nueva senda fiscal no se aprueba, lejos de superarse ese 1,8% habrá que volver al 1,3% anterior.
En paralelo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez viene manteniendo contactos con las fuerzas independentistas de Cataluña para tratar de lograr su apoyo a los nuevos objetivos de déficit con el mismo argumentario.