El Gobierno abre la puerta a cobrar impuestos a la Iglesia al registrar sus inmuebles inmatriculados
Justicia ultima un listado de los cerca de 40.000 bienes que la Iglesia puso a su nombre Solo los inmuebles destinados al culto seguirían exentos del IBI y otras tasas
El Gobierno está elaborando un listado exhaustivo de los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica, aquellos que la institución ha ido inscribiendo a su nombre en el Registro de la Propiedad, lo que abre la puerta a que el Estado, u otras administraciones, recuperen la titularidad de algunos o bien pasen a recaudar impuestos sobre aquellos inmuebles no destinados al culto.
El registro de estos muebles está siendo elaborado por el Ministerio de Justicia, que tiene previsto publicarlo una vez concluido cumpliendo con la Ley Hipotecaria y la de Protección de Datos, según una respuesta parlamentaria por escrito en la que el departamento contesta a una pregunta del diputado socialista Antonio Hurtado.
El Gobierno de Mariano Rajoy informó a este mismo diputado, en noviembre de 2017 según recuerda Efe, que había solicitado la información al Colegio de Registradores de la Propiedad, pero este requerimiento no había tenido consecuencias.
“Es el punto de partida para poder recuperar parte de esos bienes, que, según algún representante de la Iglesia, pueden estar en torno a los 40.000 en todo el territorio nacional", ha declarado Hurtado a Efe. Una cifra orientativa que ya facilito el vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Jiménez Barriocanal, en declaraciones a la SER. Pese a ello, desde la institución recuerdan que cada Diócesis propietaria de inmuebles funciona con autonomía por lo que hay no hay un registro único. Está por ver si el listado lleva a cambiar la titularidad de algunos bienes que la institución católica se haya apropiado indebidamente.
Más allá, el registro abre la puerta a que Hacienda eleve la recaudación de impuestos dado que el listado podría discriminar qué inmuebles inmatriculados por la Iglesia están destinados a culto religioso, y blindado fiscalmente por el Acuerdo con la Santa Sede de 1979.
Estos inmuebles de la Iglesia están exentos del pago de tributos como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), los de donaciones y limosnas, el de Sucesiones, Donaciones y Transmisiones Patrimoniales, el Impuesto de Sociedades, el de actividades económicas, contribuciones especiales o el de obras.
El resto de terrenos e inmuebles no lo está, especialmente si están destinados a algún tipo de actividad económica, como recordaba hace un año el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que advirtió que estas exenciones podrían considerarse ayudas de Estado ilegales. A raíz de este pronunciamiento, la justicia española obligó a un colegio católico a pagar a Getafe el impuesto de obras por una reforma.
Aunque la opacidad existente sobre el número de inmuebles a nombre de la Iglesia hace complejo cualquier cálculo, la asociación Europa Laica estima que la congregación se ahorra unos 2.000 millones de euros al año en impuestos gracias a estas exenciones y unos 300 millones por los beneficios de los bienes inmatriculados.
El acuerdo con el Vaticano fue revisado por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero en 2006, cuando obligó a la Iglesia a pagar el IVA por las actividades no religiosas o educativas, como exigía la UE, a cambio de incrementar la asignación del IRPF a la Iglesia del 0,52% al 0,7%.
La Ley Hipotecaria que el Gobierno popular de José María Aznar aprobó en 1998 permitió dio a la Iglesia la potestad de inmatricular a su nombre los inmuebles que considere propios sin acreditarlo, como si de una institución pública se tratara lo que, según el PSOE, disparó el volumen de propiedades de la congregación católica en España. El Gobierno de Mariano Rajoy acabó con esta potestad de la Iglesia en 2014.
“La Iglesia solo ha inmatriculado aquellos edificios que en su momento construyó el pueblo cristiano con un fin muy determinado: rezar, celebrar la eucaristía juntos, reunirse, etc. Ha inmatriculado, por tanto, también las casas anexas a las parroquias”, explica la Iglesia en su web.