Los grandes vendedores de CFD revelan que hasta el 86% de sus clientes pierde dinero
El quebranto mínimo entre las grandes firmas del sector es del 65% Los intermediarios desvelan los datos en sus webs por orden de Europa
los contratos por diferencias (CFD) arrancó el pasado 1 de agosto con la puesta en marcha de medidas muy restrictivas para su comercialización. Este producto llegó a España en 2007 y permite apostar al alza o a la baja por casi cualquier activo con un apalancamiento muy elevado. En los casos más extremos, los intermediarios ofrecían invertir por 500 euros con solo un euro en la cuenta, según el coordinador de las comisiones europeas de valores, ESMA, que lanzó su primer aviso a navegantes en 2013.
La situación fue deteriorándose desde entonces, y los diferentes supervisores de la Unión fueron tomando medidas ante una escalada de comercialización masiva de este instrumento entre los pequeños inversores.
El número de cuentas de clientes minoristas de proveedores de CFD y opciones binarias con sede en la UE aumentó de 1,5 millones en 2015 a aproximadamente 2,2 millones en 2017, según documentación de ESMA.
El gran problema es que se ha constatado que la mayoría de los particulares que emplea CFD pierde dinero. Los estudios de los diferentes supervisores, entre ellos la CNMV, apuntan a minusvalías superiores al 70%.
Algunos intermediarios de este producto solo ganan dinero cuando los clientes lo pierden
Una de las medidas aprobadas por ESMA exige a los intermediarios de estos derivados que revelen en sus páginas web el porcentaje de particulares que pierden dinero con ellos. El dato debe computar 12 meses y considerará que una cuenta de CFD ha perdido dinero si la suma de todos los resultados netos, realizados y no realizados, es negativa. Por supuesto, deberán computarse todos los costes en los que ha incurrido el usuario.
Los grandes intermediarios de CFD que operan en España ya revelan qué porcentaje de pequeños inversores sufre quebrantos conforme a ese criterio. Los porcentajes oscilan entre el 86% de Dukascopy y el 65% de eToro (véase gráfico). Activotrade no muestra el porcentaje concreto para sus clientes en su web, al menos en su apartado público.
Otros intermediarios que no están especializados en este producto revelan las pérdidas más bajas, como Renta 4 (64%) y el bróker holandés Degiro (65%).
ESMA concluye que las comisiones son clave a la hora de inflar las pérdidas de los usuarios, pues se aplican sobre el importe apostado. Es decir, si el apalancamiento es de 400 veces y el inversor tiene 1.000 euros la apuesta sería de 400.000 euros y la comisión se aplicaría sobre este último importe.
También es fundamental, a juicio del organismo europeo, el hecho de que en muchos casos si el cliente gana, el intermediario pierde. Esto se produce cuando el proveedor no cubre la posición abierta en los CFD, comprando o vendiendo los activos, sino que las posiciones están garantizadas contra su propio balance. “Para estos proveedores existe un mayor riesgo e incentivo para manipular o usar precios menos transparentes de referencia o para buscar otras prácticas cuestionables, como la de cancelar las transacciones rentables con pretextos falsos”, afirma ESMA.
La publicidad ha sido clave en el alcance masivo del producto. ESMA señala con el dedo los contratos de patrocinio con importantes equipos deportivos, que dan la impresión de que los CFD son aptos para el mercado masivo minorista. Por ejemplo, Avatrade publicita a tamaño gigante que es patrocinador del Manchester City.
Las medidas de ESMA, que durarán tres meses pero previsiblemente serán renovadas, incluyen otras restricciones, como la limitación del apalancamiento a 30 veces (invertir por 300 euros con 10 euros), y este nivel es solo para las divisas más estables, como el dólar estadounidense, el euro, el yen, la libra, el dólar canadiense y el franco suizo. Además, las pérdidas que los minoristas pueden registrar quedan limitadas al importe invertido. Es decir, los clientes nunca podrán deber dinero al intermediario. En teoría, esta protección será excepcional puesto que ESMA también ha puesto en marcha un sistema de garantías mínimas. Así, los brókeres deberán cerrar uno o varios CFD cuando las garantías necesarias caigan por debajo del 50% del importe del dinero inicial exigido para los CFD abiertos. Las opciones binarias, por su parte, están prohibidas desde el 2 de julio.
Un subterfugio para saltarse la norma europea
Cliente profesional. Las medidas de ESMA afectan solo a los clientes minoristas, de manera que se abre la puerta a que se salten estas restricciones para los profesionales. Algunos intermediarios de CFD explican la posibilidad de que el cliente solicite el cambio de su clasificación de minorista a profesional. Así se saltarán las limitaciones en cuanto al apalancamiento.
Condiciones. Existen tres opciones para ser clasificado inversor profesional. Primera, haber realizado operaciones de volumen significativo con una frecuencia media de 10 por trimestre en los 12 meses anteriores. Segunda, que el valor de la cartera de instrumentos financieros sea superior a 500.000 euros sin incluir el patrimonio inmobiliario. Y tercera, que el cliente haya trabajado durante al menos un año en el sector financiero, desempeñando un cargo profesional que requiera conocimientos sobre instrumentos financieros similares a los CFD.