Berkeley Energía saldrá a Bolsa el miércoles 18 de julio
La compañía minera será el segundo estreno del año después de Metrovacesa
Se ha hecho esperar pero ya está en la rampa de salida. Berkeley Energía aterrizará la próxima semana en la Bolsa española. El segundo estreno en Bolsa del año, después del de Metrovacesa, se producirá el próximo miércoles 18 de julio. La compañía minera debutará en la Bolsa española a través de un listing, en un operación que no incluye una colocación expresa de acciones. Su estreno llega con un retraso de semanas, después de que la empresa se viera obligada a posponerlo en la primera semana de junio por dificultades en la custodia de sus títulos en tres países distintos.
Berkeley, oriunda de Australia, cotiza además en la Bolsa británica, donde recientemente ha dado el salto al mercado principal desde el AIM, el mercado alternativo de Reino Unido, similar al MAB español.
Los problemas derivados de la necesidad de que las entidades financieras que ejecutan su debut en la Bolsa española puedan disponer de capacidad operativa en el mercado australiano, detonaron el retraso. Un tiempo en el que los bancos custodios han logrado poder bloquear las acciones necesarias en el mercado de origen para ofrecerlas en las otras Bolsas.
El estreno en la Bolsa española permitirá que las acciones de la minera se puedan intercambiar en Sídney, Londres y Madrid. Eso sí, para ello habrá entidades financieras encargadas de evitar que se produzcan diferencias significativas en las cotizaciones, conocidas como los cuidadores. La compañía es la propietaria de la mina de uranio de Retortillo (Salamanca) y cotiza en Londres desde 2006.
Con su llegada la Bolsa española, la empresa aspira a atraer a nuevos socios europeos, y españoles, en un momento en el que las dudas sobre el brexit atenazan a los inversores y puede ser más fácil acceder a ellos desde España una vez se ejecute la salida de Reino Unido de la UE. A ello se añade que las mineras han ganado atractivo entre los fondos de inversión españoles.
La empresa, que ha registrado pérdidas en los tres últimos ejercicios, sufrió un descalabro en su cotización tras el accidente nuclear de Fukushima (Japón) el 11 de marzo de 2011.