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Gianni Scotti: “Saint-Gobain invertirá 120 millones en España en tres años"

El fabricante de vidrio y productos para la construcción urge medidas al Gobierno para rebajar el coste energético a la industria La filial española remonta sus resultados y apostará por la modernización de las plantas

Gianni Scotti, consejero delegado de la delegación General Mediterránea de Saint-Gobain, durante la entrevista en su despacho de Madrid.
Gianni Scotti, consejero delegado de la delegación General Mediterránea de Saint-Gobain, durante la entrevista en su despacho de Madrid.Juan Lázaro
Javier Fernández Magariño

Uno de los grandes de la industria europea, el fabricante de vidrio y productos para la construcción Saint-Gobain, remonta en España. Los ingresos de la francesa a este lado de los Pirineos mejoraron un 8% en 2017, hasta los 1.181 millones, y el reto para el presente ejercicio es igualar ese alza. El CEO para España, Italia, Portugal, Grecia y distintos países del Norte de África, Gianni Scotti, subraya que el grupo mantuvo su base fabril española durante la crisis y anticipa que habrá inversiones para automatizar plantas. Serán hasta 120 millones en tres años, pero enciende una luz de alarma: “Los altos costes energéticos en España pueden matar a la industria”. Y es que la factura eléctrica preocupa más a esta firma, con 5.000 empleados, 31 fábricas y un centenar de centros de distribución en este país, que la deriva que pueda tomar la política laboral. La otra obsesión es la innovación: uno de cada cuatro productos comercializados por la dueña de Climalit, Placo, Weber o Glassdrive no existía hace cinco años. Toda una gimnasia contra el envejecimiento en una empresa de 350 años, la de mayor solera del parisino CAC 40.

R. Su grupo se ve afectado en España por políticas de incierto desarrollo tras el cambio de Ejecutivo, como la energética, el plan de vivienda o los incentivos a la compra de automóviles. ¿Cuál es su diagnóstico?
R. Todo Gobierno debe ser consciente de las necesidades de sus ciudadanos y no creo que el nuevo Ejecutivo pueda cambiar mucho la visión sobre cómo impulsar la economía. Está claro que pondrá foco en materias como la laboral, pero, como todo socio de la UE, España no es totalmente libre en sus actuaciones económicas. Resulta capital mantener la competitividad.
R. ¿Le preocupa lo que suceda con la reforma laboral?
R. La política no debe penalizar la capacidad exportadora de la industria. Es normal que una visión de izquierdas impulse algo los salarios y condiciones de trabajo, pero no imagino a nadie queriendo modificar significativamente la senda del 3% de crecimiento económico. Tampoco hay que olvidar el desafío del cambio climático, un asunto prioritario para la industria y que, bajo mi opinión, será impulsado por el Ministerio de Transición Ecológica. Nuestra filosofía está alineada con este reto: ofrecer una construcción con todo el confort posible y hacerlo de forma sostenible. Esto es reduciendo el consumo de agua y materias primas, respetando los límites a las emisiones, reciclando productos y haciendo una gestión responsable de los residuos.
R. Saint-Gobain tiene una treintena de centros productivos en España, ¿es de los que sueña con la factura eléctrica?
R. Está claro que esta no es una preocupación exclusiva de Saint-Gobain. Es asombroso ver cómo los costes de energía en España superan a los del entorno europeo. Y no un poquito, sino por muchísimo. Los costes en Alemania o Francia son hasta un 60% inferiores y esto es un formidable problema para actores españoles del acero, cemento, vidrio, etcétera. Los precios en Italia son parecidos a los de aquí, pero se han llevado a cabo dos actuaciones, con la aprobación de la CE, para ayudar a los consumidores intensivos de energía. Cuando tu nivel de gasto supera cierto porcentaje sobre el coste de producción, puedes ver reducida la factura. No es mucho, pero permite a la industria respirar y tener futuro. Si no se activan este tipo de políticas, que no son ayuda de Estado, mataremos a nuestras empresas.

"Como todo socio de la UE, España no es totalmente libre en sus actuaciones económicas. Resulta capital mantener la competitividad"

R. Tienen el pago por la interrumpibilidad.
R. No es suficiente. El Gobierno español debería contemplar medidas como el decreto que le he mencionado y que ha modificado el artículo 39 [del decreto Ley de 22 de junio de 2012] para la rebaja de los costes energéticos de la industria italiana. Le diría que podríamos fabricar el vidrio en el norte de Alemania y ponerlo en España, transportándolo a más de 2.000 kilómetros, consiguiendo el mismo coste final que en nuestra producción local. Y eso es por la energía, un problema por encima del que supone el mercado laboral.
R. Respecto a la edificación, este país está en niveles de 80.000 nuevas viviendas al año y se lanzó en marzo un nuevo plan de incentivos para la rehabilitación. ¿Tendrá continuidad la reactivación?
R. España ha conocido momentos muy particulares, con 350.000 viviendas nuevas al año, y ha pagado por ello. La industria de la construcción tiene ahora un desarrollo suficiente y un tren de crecimiento correcto. Creemos en un desarrollo constante, con alzas del 10% al 15% por ejercicio, en los próximos tres a cinco años.
R. ¿Cuál sería un volumen sostenible?
R. Para una economía moderna y un país como España, debe ser de unas 150.000 viviendas al año. En cuanto a la rehabilitación, lo mejor que puede hacer cualquier Estado es preocuparse por la modernización de su parque de viviendas. Los incentivos en este sentido crean trabajo y bienestar, revirtiendo con ahorros en el consumo de energía. Vuelvo de nuevo a Italia, donde hay incentivos fiscales que alcanzan al 60% del coste de una reforma para la mejora en la eficiencia energética de las viviendas.
R. ¿Cómo ha salido Saint-Gobain del periodo de vacas flacas en España?
R. Todo el mundo te recuerda que nuestras cifras eran muy superiores en 2007. Pero le diré que Saint-Gobain presta mucha atención a las políticas sociales y cualquier recorte se realizó bajo esa filosofía. Este árbol ha sufrido cierta poda en las ramas más altas, pero ha mantenido la planta industrial. Las grandes fábricas de vidrio, los dos float y plantas de vidrio para automóvil de Avilés y Arbós del Penedés; las grandes fábricas de placa de yeso de San Martín de la Vega y de Zaragoza... Todas continúan. Tras perder dinero y actividad, en 2015 volvimos a crecer. Decíamos que España era muy importante para nosotros y que podíamos hacer mucho más. Y así fue. Mejoramos en 2016 y 2017, y en 2018 conseguimos hasta el mes de mayo una progresión del 10% en ventas, sobre un objetivo del 7%. Por ello, invertiremos 120 millones en España en los tres próximos años, a razón de 40 millones anuales.
R. ¿En adquisiciones?
R. Hemos comprado recientemente en Italia y Grecia, pero la inversión principal en España irá a remodelar la fábrica de Quinto (Zaragoza), en busca de mayor productividad a través de la automatización. También invertiremos en la reducción de emisiones de CO2, ante el objetivo de nuestro grupo de bajarlas un 20% hasta 2025, o en recortar otro 20% el consumo de agua para el proceso industrial. Estamos rematando un proyecto en la fábrica de Isover, en Azuqueca (Madrid), para lanzar un nuevo producto de aislamiento industrial muy enfocado a los mercados español y francés. Y seguimos abriendo Plataformas de la Construcción.

"La industria de la edificación tiene ahora un desarrollo suficiente y un tren de crecimiento correcto. Creemos en  alzas del 10% al 15% por ejercicio en los próximos tres a cinco años"

R. El euroescepticismo y la guerra arancelaria son dos de las amenazas que acechan a Europa ¿Hacia dónde debería ir la UE?
R. El de la Unión Europea es un proyecto muy positivo marcado por la diversidad de los ciudadanos y países. Los problemas de una Alemania que exporta tecnología con escasas barreras no son los mismos que los de España o Italia. Pero es evidente que la riqueza de un país está en su industria y que es difícil competir en costes con mercados como China. Por ello debemos ir a la diferenciación tecnológica, a la industria 4.0, a productos relacionados con la inteligencia artificial, a fábricas automatizadas y con personal cualificado. Eso será garantía de futuro para nuestros jóvenes.
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Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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