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Unesa cambia su nombre por el de AELEC en medio de una crisis interna

Las discrepancias han retrasado la presentación de la nueva imagen Iberdrola amenazó con salir de la histórica asociación

Tendidos eléctricos.
Tendidos eléctricos.Reuters
Carmen Monforte

En apenas medio año la histórica patronal eléctrica, Unesa, ha cambiado radicalmente de rumbo. Integrada por las cinco grandes del sector (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDP España y Viesgo), que tienen en común ser concesionarias del monopolio natural de las redes de distribución, está embarcada en la reforma acordada a finales del año pasado para centrarse en la defensa de este negocio, dejando a un lado el resto de actividades no reguladas: la generación o la comercialización.

 Tras el relevo en la presidencia de Eduardo Montes por Marina Serrano, exconsejera y exsecretaria del consejo de la antigua Comisión Nacional de la Energía (CNE), que tuvo lugar en octubre del año pasado, las empresas abordan un cambio en la denominación, más acorde con las nuevas funciones y una reestructuración de la plantilla, que ha sufrido un nuevo ERE, el segundo desde la etapa de Montes, que afectó a 20 personas. El que ahora se ha planteado supondrá el despido de una decena de personas, hasta dejar la plantilla reducida a una veintena.

Todo ello en medio de una crisis derivada de las discrepancias sobre el rol que se quiere encomendado a Unesa e, indirectamente, sobre la nueva imagen corporativa. Según fuentes empresariales, el nuevo nombre será AELEC, el acrónimo de la denominación que recibió en 1999, cuando se constituyó en asociación empresarial: Asociación Española de la Industria Eléctrica.

Esta mantuvo por delante el nombre de Unesa, la histórica sociedad constituida en 1944 por 18 empresas eléctricas para hacer frente a los problemas de abastecimiento de la posguerra (de hecho, actuó durante años, hasta 1979 como operador del sistema, que ahora desempeña REE).

Aunque con el nombre finalmente no ha habido problemas, sí han sido motivo de discusión los colores de la nueva imagen corporativa, “que si el verde podría recordar al de Iberdrola y el azul, a Endesa”, indican las mismas fuentes. Sea como fuere, la asociación, que pretendía presentar su nueva imagen este mes de junio lo ha debido posponer para más adelante, añaden.

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Las eléctricas promovían un gran lobby

La cuestión más espinosa, no obstante, es la relacionada con el objetivo del nuevo lobby: mientras alguno de los socios, como Iberdrola, es partidaria de una “patronal de redes pura”, no falta quien considera que también podría intervenir en el campo de la producción eléctrica, en tanto esta afecte a las redes. De hecho, Unesa presentó alegaciones a las propuestas del exministro de Energía, Álvaro Nadal, de endurecer las condiciones para autorizar el cierre de centrales.

Un asunto que se tradujo en un duro enfrentamiento público entre el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán y Nadal, después de que la eléctrica expresara su intención de cerrar sus dos centrales de carbón y su parque nuclear. El mix de generación

Iberdrola ha impuesto sus condiciones y, según fuentes próximas a Unesa, habría amenazado (y así figuró en acta) con abandonar la histórica patronal fundada por la familia Oriol, propietarios de la antigua Hidroeléctrica Española, una de las eléctricas germen delactual grupo Iberdrola.

Un portavoz de la compañía (que supone aproximadamente un 40% del mercado) niega que esta tenga intención de salir de Unesa, donde “no estamos incómodos” y en la que “estamos bien como estamos”. Simplemente, está en “un proceso de reordenación”, añade.

En octubre pasado, tras la salida de Montes, los socios aprobaron un plan de renovación integral de la asociación “con el objetivo de reforzar su papel ante las prioridades y necesidades actuales del sector eléctrico español”, señaló en aquel momento en un comunicado.

De acuerdo con este plan, Unesa anunció que centraría sus actuaciones de manera prioritaria “en temas de carácter regulatorio y en aspectos relacionados con la distribución eléctrica”, añadió. Además, reforzará su compromiso con la transición energética y con la implantación “de un sistema energético más limpio y eficiente, y potenciará tanto sus relaciones con otros agentes interesados como las posibilidades de abrirse a nuevos miembros que tienen un papel relevante en el contexto eléctrico actual, impulsando así la función de la asociación como plataforma de debate entre los principales agentes del sector”.

Sea como fuere, la todopoderosa patronal, que fue equiparada en su día con “un gran despacho de abogados”, fue la artífice de las interconexiones regionales a partir de los años 40. Participó en la planificación energética y el sistema de tarifas. La liberalización del mercado y la brecha entre las dos grandes eléctrica a raíz de las opas de Endesa, puso fin a la unidad eléctrica.

Una pequeña asociación

Tras el ajuste de plantilla y el cambio de sede (de un edificio completo a la planta de uno contiguo) que abordó el anterior presidente de Unesa, Eduardo Montes, y el que plantea su sustituta, Marina Serrano, Unesa se equipara a cualquier pequeña asociación, por ejemplo, las de renovables.

Al circunscribir su función al negocio regulado de la distribución, se refuerza el papel de otras asociaciones sectoriales, en las que también participan las eléctricas. Por ejemplo, la Asociación Empresarial Eólica (AEE), el Foro Nuclear o UNEF.

Entre los socios hay quien discrepa de que se impulse la nueva marca, cuando la nueva estrategia es menguante. Lo cierto es que han sido las propias empresas las que han propiciado los recortes en una asociación que no les resulta útil y mantienen por pura estética. Con accionistas extranjeros, como Endesa, propiedad de Enel, o EDP España, de la energetica; o de grandes fondos, como Gas Natural Fenosa o Viesgo, las viejas eléctricas españolas tienen cada vez menos en común.

La que menos interés comparte es la que aún mantiene la españolidad, Iberdrola. La que más ha influido en Unesa, ha sido la partidaria de su jibarización.

Sobre la firma

Carmen Monforte
Es redactora de Energía de Cinco Días, donde ocupó también los cargos de jefa de Especiales y Empresas. Previamente, trabajó como redactora de temas económicos en la delegación de El Periódico de Cataluña en Madrid, el Grupo Nuevo Lunes y la revista Mercado.

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