Las Beatas, el vino español que persiguen los coleccionistas
El crítico estadounidense Robert Parker le ha concedido 100 puntos y lo ha situado la élite mundial La Compañía de Vinos de Telmo Rodríguez elabora 1.500 botellas, a un precio de 180 euros
Ha entrado a formar parte del club de los elegidos. Hace dos meses que el crítico de vinos más influyente del mundo, el estadounidense Robert Parker, concedió a Las Beatas 2015 la máxima calificación que otorga: 100 puntos Parker. En su quinta cosecha, el vino de la Compañía de Vinos Telmo Rodríguez ha logrado, según advierte Luis Gutiérrez, el catador de Parker en España, “la puntuación perfecta”. Se trata de un tinto que forma parte de una nueva categoría, “la de los vinos que ya no se consiguen”, señala Rodríguez, que junto a su socio Pablo Eguzkiza inició este proyecto en un viñedo, de 1,9 hectáreas, ubicado en una terraza de Labastida, en la Rioja alavesa.
De este terruño, y tras dos décadas de trabajo labrando y recuperando una viña difícil, salen al mercado alrededor de 1.500 botellas, “muy cotizadas entre los coleccionistas, dado que es un vino con una producción pequeña”, añade el bodeguero, satisfecho del esfuerzo realizado, y sobre todo de demostrar que de un viñedo pequeño puede “hacerse un vino de categoría”. Y con esta idea quiere lanzar un mensaje a los jóvenes viticultores: “No es necesario tener una gran extensión de tierra para hacer un gran vino, solo hay que buscar un tipo de viñedo con carácter y trabajarlo, es un gran espaldarazo al proyecto”. Este es el secreto, señala Rodríguez.
Con este reconocimiento, Las Beatas 2015 se sitúa, apunta Rodríguez, en el mismo rango que otros grandes vinos de Borgoña, también con una tirada muy limitada, como es el caso de Domaine Leflaive Montrachet Grand Cru o Domaine de la Romanee-Conti Montrachet Grand Cru, con botellas que ascienden 6.000 euros y con una producción escasa, que no pasa de las 1.500 botellas. Por el contrario, el precio de Las Beatas es mucho más competitivo que cualquier vino francés de este rango, “no queríamos que fuera especialmente caro, y su precio es de 180 euros, algo que no es disparatado, con el fin de que el poder disfrutarlo no dependa solo del dinero”.El vino, elaborado con un coupage de tempranillo, graciano, garnacha y garnacha blanca, está agotado. En España se quedan pocas botellas, apenas unas 200 unidades, ya que el resto se exporta a otros países, que demandan este tipo de vinos y sobre todo están dispuestos a pagar por ellos, como es el caso de ciudades como Hong Kong, Lima, Tokio o Nueva York.
En España se puede conseguir en restaurantes, como el Asador Etxebarri, en el valle de Atxondo (Bizcaia), local que se encuentra en el sexto puesto de la lista de The World’s 50 Best Restaurants. “Hemos creado un mito gracias a gente entendida que se convierte en altavoz de la calidad del vino, y ahora con los puntos de Parker la verdad es que ha explotado, y esto demuestra que en este sector hay que ir poco a poco, pero sobre todo hay que ser serio”, señala Rodríguez.
La historia de la Compañía de Vinos Telmo Rodríguez, que arranca en 1994, comienza por el empeño personal del bodeguero y de su socio, de esto hace tres décadas, de recuperar vestigios de una viticultura ancestral, de salvaguardar el paisaje vinícola español. “Desde entonces hemos estado buscando viñedos olvidados, que ya no se trabajaban, y que era una pena que se perdieran”. Así, en 1994 elaboran su primer vino, Alma, con viñedos viejos de garnacha del pueblo de Sada, en Navarra. “Eran momentos difíciles para esta variedad de uva, pero quisimos reivindicarla cuando la tendencia esos años en nuestro país era trabajar con cabernet y merlot”.
En 1999 entraron en la Sierra de Gredos, “fuimos pioneros”, donde compraron una primera viña en el pueblo de Cebreros, “un lugar olvidado, difícil de trabajar, pero allí habían sobrevivido preciosas cepas de garnacha a más de mil metros de altura”. Ahora están en Valdeorras (Orense), en el Pazo de Valvuxán, próximo a los viñedos de As Ermitas y Sta. Cruz. “Es lo que hemos hecho durante todos estos años, restaurar viñedos, arreglar antiguos muros, replantar viñas originales, plantar árboles autóctonos e intentar mejorar los sitios que encontramos”, afirma Telmo Rodríguez. En definitiva, buscar los grandes vinos de España.