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Un ‘blablacar’ del mar para poder navegar sin título

La plataforma Sailwiz pone en contacto a propietarios de embarcaciones con personas que quieren navegar No requiere tener el título de patrón de barco y permite alquilar plazas individuales

El cofundador de Sailwiz, Álvaro García de Polavieja, en su oficina de Madrid.
El cofundador de Sailwiz, Álvaro García de Polavieja, en su oficina de Madrid. Pablo Monge

La economía colaborativa está ya más que asentada en los alojamientos turísticos de las ciudades y en el transporte por carretera y, poco a poco, empieza a sobresalir también en el mar. Hace justo un año, Álvaro García de Polavieja (Cádiz, 1979) fundó Sailwiz, una aplicación destinada a poner en contacto a patrones y propietarios de barcos con personas que quieren navegar. No es la primera plataforma de estas características que ha surgido en los últimos tiempos en el mundo de la navegación, pero sí la única que ofrece la posibilidad de alquilar plazas individuales a los usuarios. “Yo diría que somos el Blablacar del mar”, comenta García de Polavieja.

Este emprendedor, que creó su startup junto con otros dos compañeros del Executive MBA que cursó en la escuela de negocios de Esade hace dos años, cuenta que su objetivo es popularizar la náutica de recreo eliminando tres barreras a las que se suelen enfrentar las personas que quieren disfrutar del mar: “Nuestra plataforma ofrece la posibilidad de navegar sin necesidad de tener un título de patrón de barco, sin tener que alquilar un barco entero, y sin ser un grupo grande”.

Eso es precisamente, señala el fundador de Sailwiz, lo que diferencia a esta startup de otras que han nacido en los últimos años en España, como aBoatTime o Nautal. “Realmente estas otras plataformas no son competencia, son productos complementarios y diferentes, porque el que quiere alquilar un barco no quiere alquilar una plaza y viceversa”, destaca.

“Hay muchas personas que quieren hacer una escapada en el mar solas o en pareja y que de otra manera no podrían”, apunta este andaluz de nacimiento y madrileño de adopción que conoce bien el sector, pues durante 14 años trabajó en una escuela náutica que expide títulos de patrón de barco de recreo, y de la que se ha servido “para crear sinergias y captar clientes”.

García de Polavieja resalta que los valores de la economía colaborativa también están presentes en su startup, ya que no se trata solo de una manera de dividir los gastos de amarre y fondeo o el combustible, sino de compartir experiencias viajando con personas que tienen los mismos gustos o inquietudes: “Muchos no buscan tanto el ánimo de lucro como compartir con otra gente su barco, y estos también se benefician de que muchos patrones se conocen muy bien las mejores zonas para pescar o hacer submarinismo, las calas más tranquilas y apartadas, o los puertos donde mejor se come”.

Las vacaciones de una semana, lo más demandado, suelen oscilar entre los 400 y los 1.000 euros por persona, mientras que las escapadas de fin de semana están en torno a los 250 euros y las salidas en el día entre los 30 y los 100 euros.

Tras el duro azote de la crisis, durante la que cayeron en picado las matriculaciones de barcos, el sector se ha ido recuperado poco a poco y en 2017 cerró con un aumento del 9,4%, según la Asociación Nacional de Empresarios Náuticos (ANEN). “Dentro del sector hay una sensación de que las cosas están cambiando mucho y de que lo ocurrido entre el 2006 y el 2008, cuando el crecimiento de la venta de barcos fue muy grande, no se va a volver a repetir”, vaticina, y apunta a una nueva tendencia: “Jamás ha habido tal incremento de matriculaciones de barcos de alquiler como ahora, lleva siendo de dos dígitos desde hace más de un año”. Efectivamente, según recoge la ANEN, el mercado del chárter náutico o de alquiler de embarcaciones de recreo es el mejor posicionado y creció el año pasado un 24,7%.

El negocio del alquiler de barcos a través de plataformas está aumentado y hay buenas perspectivas. “Muchos propietarios particulares se están convirtiendo en pequeños empresarios de su propio barco y lo explotan con ofertas de plaza a plaza. Es una alternativa vacacional enfocada al turismo de naturaleza y aventura”, incide García de Polavieja. Un año después de su lanzamiento, Sailwiz cuenta con 1.400 usuarios, más de 70 patrones de barco y cerca de 190 actividades distintas, y prepara ahora una campaña importante de cara a este verano, época en la que concentra el 56% de su demanda.

El destino estrella son las Baleares, especialmente Ibiza y Formentera, pero también toda la zona del Levante, aunque este apasionado del mundo de la náutica revela que tienen toda España cubierta y planes para ofrecer el próximo año destinos costeros por otros países mediterráneos. “Según un estudio de KPMG, el 40% del turismo náutico mundial está en el Mediterráneo, así que el foco de desarrollo lo ponemos ahí”, explica.

En marcha desde hace justo 12 meses, calcula que no empezarán a obtener beneficios hasta el tercer o cuarto año. “Estamos cogiendo tracción. Necesitamos todavía volumen de ventas para demostrar a los inversores que tenemos escalabilidad y un modelo de negocio que funciona”, señala.

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