Acuerdo entre Gobierno y PNV: ¿cómo afecta a las pensiones?
El pacto tumba los elementos troncales de la reforma de 2013 Está por determinar aún si el alza del IPC absorbe el resto de las subidas anunciadas
El Gobierno y los nacionalistas vascos han alcanzado un pacto en materia de pensiones dentro del marco de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2018. El PNV no presentará así enmiendas a la totalidad del proyecto de ley y permitirá así dar luz verde a las cuentas públicas de este año.
El portavoz en el Congreso del PNV, Aitor Estaban, ha anunciado tres modificaciones de calado en el sistema de pensiones que afectan tanto a los actuales pensionistas como a los futuros.
Retraso de la aplicación del factor de sostenibilidad a 2023
El Gobierno ha aceptado retrasar la entrada en vigor del factor de sostenibilidad a 2023. Estaba previsto que a partir del 1 de enero de 2019 entrara en vigor el denominado factor corrector de sostenibilidad, que implicará que todos los trabajadores que se jubilen a partir de entonces vean como se reduce su pensión.
Se trata del elemento troncal de la reforma de las pensiones impulsada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2013 que tiene por objetivo adecuar las pensiones a la cada vez mayor esperanza de vida.
Según los cálculos elaborados por los actuarios el pasado mes de enero, el recorte de las pensiones nuevas que se den de alta a partir de la entrada en vigor del factor de sostenibilidad se situará en el entorno del 0,5% respecto a lo que les habría correspondido según la ley actual.
Un recorte que tiene carácter acumulativo -a los empleados que se jubilen un año después, el recorte será del 1%, un 1,5% para los del tercer año....- y que además será revisable cada cinco años.
Subida de las pensiones con el IPC para 2018 y 2019
La reforma de las pensiones de 2013 contemplaba un cambio en la fórmula de revalorización de las mismas, que tiene en cuenta los gastos e ingresos del sistema y establece una subida mínima del 0,25% y un techo máximo del IPC más un 0,50%.
Entre 2014 y 2017 las pensiones subieron el mínimo legal previsto, un 0,25%, porcentaje que iba a mantenerse para este año. El Gobierno, azuzado por las manifestaciones de pensionistas, y los partidos de la oposición, modificó su propuesta inicial y decidió mejorar la revalorización de las pensiones mínimas, las no contributivas y de las de viudedad.
Así, el Ejecutivo presentó un proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado que contempla una subida de las pensiones mínimas y no contributivas del 3%. Además, las prestaciones contributivas de menor cuantía aumentarán entre el 1,5% (las inferiores a 9.800 euros al año) y el 1% (entre 9.800 y 12.040 euros al año).
Ahora, el acuerdo para sacar adelante los Presupuestos entre Gobierno y PNV contempla que todas las pensiones se eleven además con el IPC (el portavoz del PNV, Aitor Estaban, ha dicho que sería el 1,6%). Según fuentes de la negociación presupuestaria, aún no se ha concretado si esta subida será para todas las pensiones o quedarán excluidos los tres millones de prestaciones mínimas a las que ya se les aplicó una revalorización de entre el 1% y el 3%.
Pensiones de viudedad
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha anunciado además que se elevará la base reguladora de las pensiones de viudedad del 52% al 56% este año (en los Presupuestos se contemplaba una subida al 54%), y al 60% en 2019. Además, las pensiones de viudedad más bajas se elevarán un 2%, según lo anunciado a principios de abril.
¿Qué coste tendrá para la Seguridad Social?
La reciente subida de las pensiones mínimas de hasta el citado 3% tendrá un coste de 1.000 millones. El impacto del alza acordada ahora dependerá de si finalmente la mejora es para todas las pensiones, unos 9,5 millones, o se excluyen las que ya se han visto revalorizadas y aumentadas. Las fuentes consultadas indican que el Gobierno baraja un coste para el incremento anunciado este miércoles de alrededor de unos 2.000 millones. Así, sumadas ambas cantidades, el coste total podría alcanzar los 3.000 millones. Pero, teniendo en cuenta que esta mejora se consolidará en el sistema el año que viene, el coste futuro será aún mayor, de al menos 6.000 millones.
Una cuantía que va a engrosar el déficit de la Seguridad Social, que cerró el ejercicio 2017 con un agujero de más de 18.000 millones de euros. El fondo de reserva de la Seguridad Social se ha ido reduciendo en los últimos años hasta los 8.000 millones de euros actuales. Para este año, el Tesoro prevé, según el proyecto de ley de presupuestos, realizar un préstamo de 15.000 millones a la Seguridad Social para financiar las pensiones. En 2017, el crédito fue de 10.200 millones.