Oliu:"Banco Sabadell ha vuelto a la normalidad. Cataluña no"
El presidente de la entidad financiera cree que la situación es de "empantanamiento" Rechaza fusiones. Ahora es "una pérdida de tiempo"
Banco Sabadell celebra este jueves su junta general de acciones por primera vez en su nueva sede social Alicante, y también por primera reúne a sus accionistas fuera de Barcelona, donde siempre había celebrados estos actos. "El banco tomó una decisión, la posibilidad de cambiar su domicilio social ante las incertidumbres (políticas de Cataluña) y así el 5 de octubre se cambio la sede por la confianza de los clientes. Tras ello, "se acabaron las inquietudes al día siguiente" del traslado de la sede.
Se acabó el escenario de dudas sobre la seguridad jurídica de Cataluña. Después, la tranquilidad volvió a los clientes" y eso "fue un éxito" porque los clientes recuperaron la confianza", ha reiterado. Así ha iniciado Josep Oliu, presidente de Sabadell, la rueda de prensa en Alicante previa a la junta de accionistas. Oliu ha querido dejar claro que "la decisión (de cambio de sede) no era una decisión política, sino puramente técnica". El banquero explicó que la entidad incluso ha salido fortalecida, una vez desaparecido el estado de shock inicial por las tensiones catalanas derivadas de la declaración independentista de un grupo de ciudadanos, "pero ya ha desaparecido ese estado de shock", declaró, para luego añadir "en octubre la economía tuvo un shock, en noviembre ese impacto se mitigó y en diciembre había desaparecido".
Pese a ello, Oliu considera que la situación en Cataluña ha afectado a la economía, sobre todo en el turismo de calidad, que se ha visto afectado. Definió la situación actual en Cataluña de "empantanamiento", y aseguró que le gustaría que hubiera "un orden institucional" en esta comunidad autónoma. De hecho, considera que hay "riesgos" aún en Cataluña como consecuencia de la incertidumbre que genera la situación política en la región. Pese a ello, es "optimista" y confía en que en "en algún momento haya un Gobierno en la Generalitat y que eso sea más pronto que tarde. que haya un presidente de orden constitucional. Lo deseamos todos los empresarios. Es absolutamente necesario".
Jaume Guardiola, consejero delegado de Sabadell, explicó que pese a las cuentas espejo (que aún se mantienen en muchos casos) y al cambio de domicilio el banco mantiene sus cuotas de mercado, incluso crece ligeramente en algunas zonas, entre ellas Madrid.
Oliu aseguró también que ha desaparecido "los temores" iniciales de los inversores sobre el valor en Sabadell por su posición en Cataluña. "En Bolsa Sabadell está en la primera posición (en subida), y sino es en la primera sí en las primeras" en los últimos dos años, aclaró guardiola.
Oliu descartó que el banco esté interesado en Bankia o en cualquier otra entidad "nacional o internacional" para su fusión. "Sería perder el tiempo", declaró el banquero, que añadió que una operación corporativa cogería ahora a Sabadell "a co trapié". Aunque sí reconoció que está interesado en crecer en Reino Unido, donde opera con su filial TSB (marca que no cambiará) y cuya plataforma informática se conectará este fin de semana a la de Sabadell, tras dos años aún bajo el control de su anterior dueño el también británico Lloyds.
Esta operación le permitirá unos ahorros de costes este año de 80 millones y en 2019 de 160 millones. Aunque el retraso en seis meses de esta migración de la plataforma le ha supuesto unos costes extra de 92 millones.
En Reino Unido ha pujado por el negocio separado que posee Royal Bank of Scotland y que cuenta con subvenciones.
En este país ha pujado por una parte del negoico de Royal Bank of Scotland que no ha logrado rentabilizar. Este negocio está subvencionado por el Gobierno británico. Se trata de un fondo con 750 millones para impulsar el negocio de pymes, y por otro lado una cartera de clientes que recibirán incentivos económicos para irse a otro banco.
Oliu también explicó que la entidad trabaja para realizar un saneamiento rápido de su balance como reclama al sector los supervisores. Espera reducir sus activos tóxicos en unos 6.000 millones entre 2018 y 2020, periodo de su plan estratégico. Ahora suman unos 15.000 millones esta cartera inmobiliaria. Pero ha iniciado el sondeo para acelerar este saneamiento y vender a los fondos 7.500 millones este ejercicio. De momento, tiene en venta dos carteras, una de 900 millones de créditos fallidos y otra de 2.300 millones de activos adjudicados.