Presupuestos: Desinvirtiendo y despilfarrando el tiempo
Para salir de una crisis de deuda hace falta poner las luces largas, y estas cuentas siguen con las de posición
España tiene unas de las deudas externas sobre el Producto Interior Bruto (PIB) más altas del mundo y por eso ha sido una de las economías más beneficiadas de las compras de deuda del Banco Central Europeo (BCE) y la bajada de tipos. La política monetaria permite ganar tiempo para salir de una crisis de deuda pero no la resuelve. En 2013, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el déficit público estructural en España estaba próximo al 3% del PIB y si aprueban los presupuestos de 2018 seguirá próximo al 3%. De hecho desde 2014 el déficit público estructural ha aumentado, por lo que el Gobierno está desaprovechando el tiempo que aporta la política ultraexpansiva del BCE para corregir la crisis fiscal generada por la crisis y la fuerte caída de ingresos tras el pinchazo de la burbuja.
Lo preocupante es que los salarios siguen sin crecer y la productividad por ocupado también, y las bajadas de impuestos electoralistas del Partido Popular, a las que ahora se ha sumado Ciudadanos, no permiten erradicar el déficit público estructural. Todo en la vida no puede ser y las bajadas de impuestos se compensan con recortes en el gasto, especialmente en la inversión pública. El pasado año la inversión pública en infraestructuras en términos de PIB fue la más baja desde 1980 y el Ministerio de Fomento recortó otro 20% e invirtió un 70% menos que el Gobierno de Zapatero en 2011.
Más dramáticos son los recortes en I+D+i. La Administración central concentra el 70% de la inversión en innovación y en 2017 tan solo ejecutó un 30% de lo presupuestado; los recortes acumulan también un 70% desde 2011. Desde la crisis de 2008 la Unión Europea ha aumentado su inversión en I+D+i un 30%, Reino Unido y Alemania un 40% y China ya ha superado a toda la UE.
Para salir de una crisis de deuda hace falta liderazgo y poner las luces largas, y estos presupuestos siguen con las luces de posición. Cuando suban los tipos de interés y vuelva la tensión a los mercados comprenderemos lo caro que sale despilfarrar el tiempo.
José Carlos Díez es profesor de economía de la Universidad de Alcalá