Las gestoras de pensiones deberán someterse al examen del BCE en 2019
Deberán entregar los primeros datos de sus riesgos de inversión a finales de ese año La vigilancia alcanzará en 2022 al 80% del total de activos gestionados
La labor supervisora del BCE se va a extender de la banca a los planes de pensiones, ante la inquietud de la institución por los riesgos latentes de un sector que mueve 2,5 billones de euros en ahorro de 50 millones de ciudadanos de la zona euro. El propósito del BCE es auditar al sector, de modo que las gestoras de este producto de ahorro para la jubilación le detallen de forma periódica sus riesgos e inversiones.
El organismo supervisor ya presentó el pasado 26 de julio el proyecto, que sometió a un período de consultas cuyas conclusiones ha publicado hoy y que revelan algunos cambios que suavizan la idea inicial. Al menos en cuanto a los plazos para su entrada en vigor y en cuanto al tamaño de los planes que deben someterse a examen.
Así, el BCE pretende ahora que las gestoras de planes de pensiones empiecen a comunicarle con carácter trimestral sus datos de planes de pensiones correspondientes al tercer trimestre de 2019, que deben ser entregados a finales de ese año. Y tendrán que comunicar los primeros datos con carácter anual, correspondientes al ejercicio 2019, a mediados de 2020.
El ejercicio de transparencia establecía un primer listón para ponerse bajo la lupa del BCE a partir de los 10 millones de euros de patrimonio. Tras las reclamaciones recibidas, un total de 13 por escrito, ese límite se ha elevado a 25 millones de euros, lo que concentra el esfuerzo en los productos de mayor tamaño. El objetivo es alcanzar un nivel de vigilancia sobre el 80% de los activos gestionados en planes de pensiones en 2022, si bien debe alcanzarse un grado de al menos el 75% hasta llegar a esa fecha.
El BCE también ha accedido a establecer un período de adaptación con la EIOPA, la Autoridad Europea de Seguros y Planes de Pensiones, en el que alinear los respectivos requerimientos de información.
El BCE argumenta que un mayor control de este segmento del sector financiero se hace necesario para asegurar la efectividad de su política monetaria, en un momento en que el largo tiempo de tipos de interés a cero está haciendo a gestoras y aseguradoras asumir mayores dosis de riesgo en sus inversiones con tal de garantizar el capital y la rentabilidad esperada a sus clientes.
“Los efectos de la crisis financiera, el entorno de bajos tipos de interés y el envejecimiento de la población en Europa han acentuado la necesidad de datos más comparables y de mayor calidad en este sector”, argumentaba en julio en una nota el BCE. La institución sostiene que las deficiencias en los datos disponibles y la falta de datos comparables por países hace difícil obtener una visión del papel del sector en el mecanismo de transmisión de la política monetaria y de los riesgos asociados a los planes de pensiones. El BCE recuerda que los planes de pensiones juegan un doble papel: no solo sirven para la planificación del ahorro de cara a la vejez sino que permiten la asignación eficiente de activos en la inversión a largo plazo en el sector financiero.
El BCE comenzará por tanto a solicitar datos homogéneos al sector, que deberá completar formularios que están aun así sujetos todavía a consulta pública. Los fondos de pensiones deberán reportar de forma pormenorizada el listado de activos en los que invierten, qué están comprando y qué están vendiendo.