Las operaciones favoritas de Santander: Allfunds, Aqualia e Iberdrola
El banco que encabeza la colocación de deuda en España destaca estas tres transacciones por lo novedoso de su diseño
Los bancos que lideraron la colocación de deuda en 2017, de acuerdo con los criterios de clasificación de Thomson Reuters, hablan de las principales operaciones en las que participaron durante el año.
Santander lidera por cuarto año consecutivo el ranking de colocadores de deuda que elabora Thomson Reuters, con un volumen de 14.619 millones de euros en 63 operaciones. Con estos resultados, la entidad cerró el ejercicio con una cuota de mercado del 11,4%.
Para Antonio García Méndez, responsable de financiación de deuda global de Santander, entre las principales operaciones del año destaca la emisión de obligaciones PIK Toggle sénior por 575 millones de euros realizada por Hellman & Friedman y GIC para la compra de la plataforma de distribución de fondos Allfunds, en manos de Santander, Intesa Sanpaolo y Warburg Pincus.
Los bonos PIK Toggle permiten pagar en especie (mediante acciones o nuevos bonos) en lugar de en efectivo.
García Méndez resalta también las operaciones de Aqualia, filial de FCC, por 1.350 millones, “por haber sido la primera estructura ring-fence en España [garantizada por unos activos específicos]”, y de Iberdrola, que realizó en noviembre la primera emisión de bonos híbridos calificados como verdes (1.000 millones), lo que garantiza que los fondos recaudados se destinarán a la financiación de proyectos sostenibles.
Barclays, a la cabeza en colocación de deuda ordinaria no preferente
En junio se aprobó la creación de una nueva categoría de deuda sénior, llamada bonos ordinarios no preferentes, para facilitar a los bancos el cumplimiento del requerimiento mínimo de fondos propios que deben disponer para absorber pérdidas en caso de quiebra.
Para Barclays, esta regulación ha sido “el hito más importante del año”, ante el cual la entidad se ha situado a la cabeza como colocadora de este nuevo tipo de deuda.
Así, Barclays actuó como banco estructurador en la primera emisión de títulos ordinarios no preferentes en España, realizada por Santander en enero, antes de la aprobación del decreto. Y en la primera ventana operativa tras la publicación de la norma, en junio, BBVA recurrió a lo servicios del banco londinense para su emisión inaugural en este formato.
Gracias a este tipo de transacciones, Barclays recuperó el segundo lugar en la clasificación de Thomson Reuters, con 10.387 millones de euros en 40 operaciones. Su cuota de mercado se mantuvo en el 8,1%.
En el año, la entidad ha visto un repunte de las colocaciones de bonos contingentes convertibles y de híbridos, con emisores recurrentes (Iberdrola, Telefónica, Santander, BBVA) y nuevos (Ferrovial, CaixaBank, Bankia, Sabadell).
Citi, protagonista en el regreso de Telefónica al mercado estadounidense
Citi subió del cuarto al tercer puesto en la clasificación de colocadores de deuda, al incrementar su volumen de emisiones de 6.813 millones de euros a 9.705 millones y su número de operaciones, de 24 a 35. En consecuencia, su cuota de mercado aumentó del 6,8% al 7,6%.
Bruno Sáenz de Miera, responsable de mercado de capitales de deuda corporativa para Iberia, considera que este año ha habido varias operaciones notables, entre ellas, los 3.500 millones de dólares emitidos por Telefónica en el mercado estadounidense, repartidos entre 1.500 a 10 años y 2.000 a 30 años. Según Sáenz de Miera, esta ha sido la primera colocación de una compañía española en Estados Unidos desde 2014.
“La operación destacó también al incluir un tramo a 30 años, el más largo emitido por una empresa española desde 2006, cuando Telefónica lanzó 2.000 millones de dólares para financiar la compra de O2”, comenta.
Refiere que Gas Natural lanzó otras tres operaciones singulares. “En la primera parte del año trabajamos con ellos en la emisión de 1.000 millones de euros a 10 años, a la que siguió un canje a través del cual recompró, con Citi como intermediario, bonos a corto plazo por 1.000 millones y emitió el mismo importe a siete años, alargando la vida media de su deuda de forma eficiente”.