Lactalis retira en España 550.000 unidades de 37 productos procedentes de la fábrica contaminada
En España esta medida afecta a todos los lotes de Sanutri, Damira y Puleva Bebe En Francia, la crisis alimentaria de la empresa láctea ha afectado a 35 menores de seis meses
Lactalis Nutrición Iberia, en coordinación con las autoridades francesas y españolas, ha retirado en España 550.000 unidades de productos salidos de la planta de Craon (Francia) que fabricó la leche contaminada y que, según ha informado la compañía, están siendo tratados por un gestor de residuos autorizado.
La empresa asegura que ha adoptado esta medida de manera "voluntaria" y con "independencia de la fecha de fabricación". En un primer momento la retirada afectó al producto salido de la citada fábrica desde mediados de febrero. Sin embargo, el Gobierno francés obligó la semana pasada a la empresa a la retirada de todo el producto con origen en dicha planta, sin importar la fecha de producción.
En España esta medida afecta a todos los lotes de un total de 37 referencias de las marcas Sanutri, Damira y Puleva Bebe, así como a varios productos para metabolopatías y a un módulo de nutrición a base de maltodextrina en polvo. Todos ellos se venden de forma exclusiva en farmacias y parafarmacias.
Precisamente, en España ha habido un caso de un lactante afectado por salmonella que, según los análisis realizados por el Instituto Pasteur de Paris, estaría relacionado con el mismo tipo de cepa que los casos aparecidos en Francia en las pasadas fechas.
El pasado 11 de diciembre se anunció la retirada del mercado español de varios lotes de sus fórmulas de leche en polvo para lactantes como medida de precaución al estar fabricados en la misma línea de producción que los lotes de las marcas francesas relacionadas con casos de salmonella en dicho país.
El 21 de diciembre cuando se anunció la ampliación de la retirada de todos los productos fabricados en la planta francesa desde el 15 de febrero, ordenando a los puntos de venta retirar los productos y bloquearlos para ser recogidos y destruidos, así como a los consumidores y profesionales médicos.
Asimismo, el 12 de enero, la compañía acordó con las autoridades francesas la retirada de la totalidad de los productos y, posteriormente, clausuró la fábrica para realizar una auditoría una "desinfección exhaustiva". De hecho, se ha comprometido a "erradicar" la causa de esta contaminación e invertir "todos los medios necesarios" para garantizar la seguridad de la planta, así como con el Ministerio de Sanidad francés para que éste apruebe los planes de acción y los controles que se implementarán antes de reiniciar la producción.
Pese al compromiso con el Gobierno francés, las autoridades del país vecino entraron ayer a registrar las oficinas de la compañía y la fábrica que se encuentra en el centro de la crisis, por orden judicial. El juzgado instructor actuó en el marco del procedimiento judicial abierto a finales de diciembre por engaño agravado por el peligro para la salud humana y por incumplir el procedimiento de retirada de productos. Uno de los objetivos es determinar quién estaba al corriente de la contaminación que se produjo en la factoría incriminada y desde cuándo.