La nostalgia, el juguete que siempre funciona
La reedición de juegos y objetos clásicos es una garantía de éxito para las marcas Nintendo ha vendido más de cuatro millones de consolas antiguas reeditadas
En la época de las videoconsolas de última generación, de los dispositivos wearables y de la robótica, hay juguetes y objetos que no pierden su atractivo como regalo para estas fiestas navideñas. Ya sean artículos antiguos, versiones reeditadas o juguetes que no han cambiado su esencia durante décadas, su demanda sigue viva.
Según los datos del portal de subastas online Catawiki, las búsquedas de juguetes antiguos se han incrementado un 20% ante la llegada de las navidades respecto al año pasado: videoconsolas retro, muñecas, trenes eléctricos o cachivaches de hojalata se encuentran entre los más buscados. “Su verdadero valor no está en lo que cuestan sino en lo que cuentan. Permiten realizar un viaje atrás en el tiempo, evocan recuerdos e historias, y cada vez son más las personas que quieren recuperar algún recuerdo de cuando eran niños y revivirlo con sus propios hijos”, afirma el director general de Catawiki en España, Alejandro Sánchez.
El componente nostálgico explica que Nintendo haya vendido más de cuatro millones de unidades de las reediciones de dos de consolas con más de 25 años, la NES y la Super Nintendo. La compañía japonesa agotó todas las que puso a la venta, y ya fabrica una nueva remesa de la NESpara 2018, pese a estar años luz de las consolas actuales, y a tener un precio nada desdeñable de 60 euros, dadas sus limitaciones técnicas. “Los productos retro tienen como objetivo satisfacer una necesidad de nostalgia de los consumidores. Para ello, estos están dispuestos a pagar más, porque el lujo se asocia a la escasez, y la escasez se crea creando una antigüedad”, apunta el profesor de marketing de EAE Business School, Francesc Rufas. En el caso de los objetos antiguos, su valor está en su exclusividad, y en el de las reediciones, en su carácter limitado. Pese a que los procesos de producción actuales permitirían su fabricación constante, subrayar su carácter de edición limitada aumenta más su encanto. “Los objetos quieren ser fetiche de esa nostalgia. Nos recuerdan a lo antiguo, cuando estaban hechos con más calidad, con más cariño. Se asocian con productos más duraderos, y nos permiten satisfacer esa necesidad”, añade Rufas.
Algo que, dice, no es creado por las marcas. “La nostalgia es una necesidad humana. Los productos llamados vintage están vinculados por naturaleza a una escasez, porque no todo el mundo los ha guardado. Y para aprovechar industrialmente esa necesidad nacen los productos retro”. Y no solo en los juguetes. La venta de discos de vinilo ha crecido en el primer semestre del año un 38%, y en 2016 lo hizo un 19%. El resurgir de la marca Mini por parte de BMW ha sido un éxito rotundo de ventas, y como ejemplifica Rufas, “hasta las nuevas versiones de Star Wars explotan el fetichismo de las primeras”, con la presencia incluso de sus actores.
Pero también hay juguetes con solera que no necesitan de reediciones para seguir siendo fijos en las cartas a los Reyes Magos, o en el catálogo de juguetes de El Corte Inglés. Este, en un 30%, se compone por productos que son casi fijos pasen los años que pasen. Son los Lego, Playmobil, Barbies... En ellos, la añoranza también tiene peso, pero lo que decanta la balanza hacia ellos es la fidelidad a sus valores. “Las marcas más fuertes de la historia han cambiado muy poco, y tienen valores que son duraderos y están vinculadas a las necesidades humanas”, describe Rufas.
Aunque más importante que el hecho de haber cambiado poco es la percepción generalizada de que no se han producido esas modificaciones. La Barbie de hoy nada tiene que ver a la de hace 50 años en lo que representa, pero “su esencia se mantiene porque es un producto que sigue permitiendo reproducir al niño su rol adulto”; y Lego “ha sabido adaptar muy bien su modelo de negocio y de juego a diferentes épocas, pero sigue basándose en un modelo simple de creación y construcción. Cuanto más simple es el producto, más se puede mantener en el tiempo”, señala el docente.
El reloj más vendido es ochentero
En Amazon, el ránking de los relojes más vendidos de España está copado en las primeras cuatro posiciones por relojes Casio. Y no precisamente de sus últimos modelos. Son los más clásicos, los de su colección retro, que se mantienen casi invariables desde los años 80, los que más éxito tienen, sobre todo con la correa en colores plata y oro. Relojes que apenas tienen alarma, luz y cronómetro como extras, y su precio ronda los 20 euros.