La volatilidad marca el debut de los futuros del bitcoin
En el mercado CBOE de Chicago se realizaron casi 4.000 contratos Grandes inversores institucionales descartan por ahora su negociación
La moneda descentralizada y desregulada por excelencia, el bitcoin, protagonizó ayer su puesta de largo con el comienzo de la cotización de sus futuros. Los contratos de futuros sobre el bitcoin comenzaron ayer a negociarse en la plataforma CBOE de Chicago y el próximo 18 de diciembre se estrenarán en el mercado de futuros más grande del mundo, el CME de Chicago.
Tras ellos, el Nasdaq ha anunciado su intención de seguir los mismos pasos en 2018 y los derivados de la divisa virtual también podrían salir a mercados financieros de Tokio a partir de 2018.
Los contratos del bitcoin con vencimiento en enero del año que viene llegaron a cruzarse a 18.850 dólares, aunque más tarde se moderaron hasta los 17.730. La alta demanda registrada provocó problemas en la plataforma de CBOE en el arranque de la negociación y al cierre de la jornada en Europa se habían ejecutado más de 3.600 contratos con vencimiento en enero. Menor volumen registraron los futuros con vencimiento en febrero y marzo.
La puesta de largo de los futuros impulsó la cotización de la criptodivisa, que se situó en los 16.600 dólares, por debajo del máximo registrado la semana pasada cuando llegó a superar los 17.000 dólares, según datos de la plataforma CoinDesk.
Frente al optimismo desatado en el mercado de futuros, Ewald Nowotny, miembro del consejo de gobierno del BCE, insistió en el mensaje de que se trata de un producto “para especuladores, pero no es una moneda” y que su comercialización a través de los contratos de futuros “no dice nada sobre el valor intrínseco (de la moneda). También hay contratos futuros de mitades de panza de cerdo”, concluyó.
Por el momento, la negociación de los futuros ha contado con las críticas de la gran banca, que la semana pasada mostró sus reservas por el lanzamiento de estos derivados y alertaron que en la mayoría de los casos no ejercerían como creadores de mercado. A su lado, las principales gestoras de fondos y otros inversores institucionales han asegurado que no incluirán por ahora este producto en sus carteras debido a su alta volatilidad.
Más allá de las dudas que suscita el bitcoin, las posibilidades que despierta su tecnología blockchain están llevando al desarrollo de potenciales aplicaciones por parte de la industria financiera. La última de ellas busca facilitar a los bancos el cumplimiento de la directiva europea Mifid 2, que entra en vigor en enero, y en ella participan entidades como UBS, Barclays, Credit Suisse y KBC.