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Sacyr espera un desbloqueo clave en Italia pese a la oposición de Salini Impregilo

El Consejo de Estado opinará sobre la adjudicación de la autopista Roma-Latina tras dos recursos del grupo italiano La inversión prevista es de 2.800 millones y el plazo de explotación alcanza los 43 años

Manuel Manrique, presidente de Sacyr.
Manuel Manrique, presidente de Sacyr.Pablo Monge
Javier Fernández Magariño

Los que fueron socios en las obras de ampliación del Canal de Panamá, Sacyr y la italiana Salini Impregilo, se disputan en despachos e instancias judiciales una importante concesión en Italia, la de la autopista Roma-Latina. La española, ganadora del concurso en julio de 2016, espera una próxima ratificación de su triunfo y el consiguiente desbloqueo del proyecto.

El intenso esfuerzo de Sacyr en el país transalpino, donde cuenta con el consorcio estable SIS compartido con la local Fininc, comienza a cristalizar en negocio palpable. Pero no se trata de un mercado sencillo. El grupo español acaba de obtener el cierre financiero de la autopista Pedemontana-Veneta ocho años después de la adjudicación, con una inversión aparejada de 2.500 millones y 39 años de explotación bajo el modelo de pago por disponibilidad. Ahora espera imponerse a los recursos de Salini por la citada Roma-Latina.

El asunto está en manos del Consejo de Estado. El consorcio SIS se ha alzado con la razón en dos niveles anteriores de la Administración y la batalla parece abocada a una ratificación definitiva del contrato. En Sacyr son moderadamente optimistas.

La previsión es que el inicio de la remodelación de la Roma-Latina, que dejará de ser gratuita para convertirse en una autopista de peaje, coincida con la conclusión de la Pedemontana-Veneta (162 kilómetros), cuya puesta en servicio está fijada para septiembre de 2020. Con 2.800 millones de presupuesto, los trámites de expropiaciones, permisos y alegaciones podrían llevarse entre dos y tres años.

A los 900 millones en fondos públicos para la Roma-Latina, Sacyr y su socio Fininc sumarán 480 millones en capital propio y tendrá que levantar unos 1.860 millones en financiación externa

La Pedemontana, entre Génova y Venecia, se está construyendo ya en el norte industrial del país –Sacyr ha ido avanzando con capital propio y subvenciones– y aportará una cartera de ingresos que se prevé en 12.000 millones de euros, mientras la Roma-Latina dará salida hacia el sur desde la capital y su promesa de facturación para Sacyr y Fininc vuelve a ser de unos 12.250 millones en 43 años de explotación.

La adjudicación en firme será un hito por cuanto la división Sacyr Concesiones cuenta en la actualidad con una cartera internacional de 13.000 millones, sobre un total de 17.000 millones en todo el mundo. Estas dos autopistas italianas, con algo más de 24.000 millones de cartera, van a disparar tanto la cifra de ingresos previstos como el peso de Italia como principal mercado de Sacyr.

La firma que preside Manuel Manrique consolidará la totalidad de los ingresos y cartera de ambos proyectos, así como la deuda sin recurso, una vez que ha demostrado al auditor que tiene el máximo protagonismo tanto en la fase de construcción como de explotación.

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Con un 49% del capital del consorcio SIS, el beneficio que le corresponde de las dos autopistas será proporcional a dicha participación. Solo de la Pedemontana-Veneta, Sacyr espera 2.700 millones en dividendos durante los 39 años de operación.

Financiación con bonos

La autopista Roma-Latina, puesta en manos privadas por la sociedad Autostrade del Lazio, tendrá un trazado de 186 kilómetros. Las expropiaciones de suelo y obras de ejecución precisan 2.800 millones de inversión, de los que 900 millones son financiación pública. El resto será cubierto en capital propio por el consorcio SIS (hasta 480 millones) y con deuda.

Tras la experiencia ganada en los trabajos de financiación de la otra gran autopista italiana, con la emisión del mayor bono de proyecto hasta el momento en Europa, es muy probable que Sacyr vuelva a recurrir al mercado de capitales, con un mix de deuda senior y subordinada. Para este último tramo se dejaría una ventana de conversión de bonos en capital, limitada en el tiempo, por la que las constructoras recuperarían parte de los fondos propios invertidos. El esquema replicaría el utilizado para la Pedemontana-Veneta.

La autopista Roma-Latina tendrá barreras de peaje, pero operará sin la competencia de vías alternativas libres de pago. En la carretera que ejecuta al norte, el consorcio SIS se encargará de la conservación de la infraestructura, cobrando por cumplir al máximo posible unos estándares de calidad previamente fijados, y hará de cobrador de peajes para la Administración.

La Roma-Latina cumplirá el objetivo de cerrar el Gran Anillo de Circunvalación del Lazio, cuyo trazado está integrado por la Autopista del Sole, Cisterna-Valmontone, Roma-Latina y Orte-Civitavecchia, adecuando la infraestructura al estándar europeo.

El proyecto requiere de la construcción de 78 viaductos y pasos superiores con una longitud total de 23.700 metros; dos túneles con una longitud total de 2.350 metros; cinco falsos túneles con una longitud total de 1.425 metros; 17 enlaces, o tres barreras de peaje centrales.

El tráfico previsto en la Roma-Latina es de 32.000 vehículos diarios y, pese a que los ingresos de la autopista se realizarán mediante peaje directo, existe un mecanismo de reequilibrio al concesionario cada cinco años a través de la actualización de las tarifas.

Interés español en suelo italiano

- El pulso entre Sacyr y Salini en Italia se produce en pleno intento de toma de Abertis por parte de Atlantia. Esta pide neutralidad al Gobierno de Mariano Rajoy. Sacyr, por su parte, juega con un socio local como escudo en terreno italiano.

- El área de Concesiones aporta un 13% de los ingresos de Sacyr al cierre del trecer trimestre, y tiene un peso del 61% en el ebitda (175 sobre 272 millones).

- La Pedemontana-Veneta, la mayor obra que Sacyr tiene en marcha, es la primera de Italia construida bajo el modelo de pago por disponibilidad.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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