Sacyr cierra el mayor bono de proyecto en Europa para su concesión estrella
Financia la autopista Pedemontana-Veneta con una emisión de 1.571 millones La española y su socio aspiran a ingresos por 12.000 millones
Sacyr y su socio italiano Fininc, integrantes del consorcio estable SIS, han utilizado una solución imaginativa para sacar adelante el mayor proyecto concesional en la cartera de la constructora española, la autopista Pedemontana Veneta, que además es su mayor obra en marcha. Con una inversión aparejada de 2.566 millones y una cartera de ingresos de 12.000 millones, Sacyr ha cerrado la emisión de 1.571 millones en bonos de proyecto para culminar una vía que ya tiene un grado de avance del 35%. Será la primera autopista de pago por disponibilidad del país.
Fuentes de la constructora hablan de la mayor financiación en Europa con cargo a un proyecto en construcción, en la que han entrado aseguradoras y fondos de infraestructuras. La novedad para Sacyr es la emisión de 350 millones en deuda subordinada. Esta será pagada en el arranque de la autopista con fondos de un primer bono, considerado deuda senior, con el que el consorcio ha captado 1.221 millones.
Con todo, el bono de menor volumen garantiza que de no salir adelante la autopista los inversores del tramo largo no lo pierden todo. De arrancar como está previsto, la deuda subordinada sería amortizada.
Las adjudicatarias no corren con el riesgo de tráfico a pesar de tratarse de una autopista de peaje. El pago será el correcto estado de conservación.
Los bonos senior, cotizados en la Bolsa de Dublín, vencen en 2047 y tienen un cupón del 5%, mientras los subordinados pagan un 8% y vencen en junio de 2027.
Desde Sacyr se asegura que algunos de los fondos que han invertido en la parte de deuda subordinada han pedido mantenerse en el proyecto. A ellos se les da la opción de canjear bonos por capital durante siete años. La ventana para tal operación tiene un volumen de 230 millones y si hay sobredemanda se acudiría al prorrateo.
A través de esta última posibilidad los socios del consorcio prevén recuperar algo más de la mitad de los 430 millones de capital propio que requiere la ejecución de la carretera el mismo día de su inauguración. Así, Sacyr y Fininc conseguirían liberar equity para otros proyectos.
La autopista Pedemontana Veneta, de 162 kilómetros en el norte industrial de Italia, está siendo construida sobre un trazado ya existente. Se ampliará su capacidad y se bajará la traza para reducir el impacto visual y sonoro. Será un gran pasillo entre paredes cercano a los Alpes. Sus adjudicatarias no corren con el riesgo de tráfico a pesar de tratarse de una autopista de peaje. El consorcio SIS gestionará los pagos y cobrará de la Administración en función del estado de conservación de la infraestructura. Los 12.000 millones en ingresos previstos en 39 años de plazo están ya acordados. Esa cifra duplica la cartera internacional de Sacyr Concesiones, de 13.000 millones sobre un total de 17.000 millones.
2.700 millones en dividendos y un rendimiento bruto del 90%
- La autopista italiana espera una media inicial de 27.000 vehículos diarios, el 20% camiones. La cifra de usuarios podría dispararse hasta los 60.000 vehículos en los últimos años de la concesión.
- Sacyr prevé que un 90% de los ingresos anuales en la Pedemontana Veneta se convierta en ebitda, y que con la mitad se cubra el pago de la deuda. El resto, a repartir entre los socios: “Se trata de una concesión con una TIR de doble dígito cómodo”, afirman en la empresa. La apertura está prevista para septiembre de 2020 y la española espera 2.700 millones en dividendos de la concesionaria.
- El proyecto, adjudicado en 2009, tiene subvenciones por 915 millones procedentes del Estado italiano (370 millones) y de la región de Veneto (545 millones); el consorcio SIS aportará 430 millones en capital propio (15% del total), y la financiación vía bonos suma los 1.221 millones restantes.
- SIS ha ejecutado ya obras por 726 millones, utilizando fondos públicos y 100 millones de equity. El consorcio tiene una segunda gran concesión en Italia, la Autopista Roma-Latina. El trazado, de 186 kilómetros de longitud, precisa una inversión de 2.800 millones de euros. A cambio, la concesionaria gozará de un plazo de explotación de 43 años en el que se prevén ingresos por 12.250 millones.