Toshiba detecta una ralentización en la compra de ordenadores en Cataluña
Lamenta que la situación ha ralentizado los contratos públicos Cataluña supone el 25% de la filial de la compañía en España
Toshiba España advirtió ayer que ha detectado una ralentización en la compra de ordenadores en Cataluña, como consecuencia de la incertidumbre desatada con el proceso independentista. Aunque la compañía aseguró que cerrará 2017 con una cifras “muy buenas”, debido en gran parte a que la Administración pública ha vuelto a comprar PC, su director general, Emilio Dumas, indicó que han observado un cierto parón en Cataluña en los últimos meses debido a la situación en la Comunidad Autónoma por la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), que ha retrasado algunos contratos públicos.
“No es nada dramático porque el presupuesto está aprobado, y lo que está ocurriendo es que se están demorando algunos contratos y los procesos son menos ágiles. Pero, donde sí se nota es en la empresa privada. Algunas grandes empresas catalanas sí han decidido aplazar sus compras de equipos para dentro de unos meses cuando se despeje la situación de incertidumbre actual”. Dumas advirtió, no obstante, que otras compañías catalanas han seguido cerrando acuerdos con ellos esta semana. Es el caso de Freixenet, Codorniu o Bodegas Torres.
Pese a todo ello, la tecnológica recalcó que Cataluña seguirá siendo una región “muy importante” para la compañía. Esta representa hoy más del 25% de la empresa tecnológica, peso similar al que tiene la región en la economía española.
Más allá de Cataluña, Dumas remarcó que 2017 va a ser un año “espectacularmente bueno” para Toshiba sobre todo por su negocio con la Administración Pública y algunas comunidades como las de Madrid, Andalucía, Canarias o Castilla La Mancha. En este sentido, adelantóque prevén el año con más de cinco millones de euros en ventas a la Administración General del Estado, lo que supone “casi el doble que el año anterior”, cuando las ventas se vieron afectadas por la inestabilidad política y la prórroga de los presupuestos.
La firma planea cerrar 2017 con unas ventas de más de 65.000 ordenadores y crecer en rentabilidad, al elevar el precio medio de sus equipos un 12%, hasta 800 euros. Ayer, la firma advirtió del riesgo que supone para el sector el no aprobar los presupuestos generales del Estado.