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Las llamadas urgentes de los banqueros

La banca ha esperado la respuesta de Rajoy a la crisis de Cataluña para publicar su declaración Solo falta apretar el botón para activar la venta de un 7% o 9% de Bankia en noviembre

Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, y José María Rondál, presidente de AEB.
Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, y José María Rondál, presidente de AEB.PABLO MONGE

La gran banca española ha capeado hasta ahora bastante bien las tensiones políticas catalanas. Incluso CaixaBank y Banco Sabadell han logrado anular en sus balances el pánico de los clientes tras el resultado del referéndum ilegal del 1 de octubre de Cataluña. O por lo menos eso han asegurado la semana pasada en sus respectivas presentaciones de resultados.

Ambas entidades han reconocido el “nerviosismo” que se produjo entre sus clientes en las primeras semanas de octubre. Incluso admitieron una salida de depósitos que comenzaba a ser preocupante, aunque todavía controlable, en los primeros días de este mes o la petición de trasladar las cuentas de numerosos clientes fuera de Cataluña, lo que se conoce como cuentas espejo. Los movimientos fueron tales que otras entidades, como Santander o BBVA, reconocieron que en esos mismos días recibieron más afluencia de cuentas y clientes de lo habitual.

Esta salida de depósitos provocó que tanto CaixaBank como Sabadell decidieran, en una respuesta histórica, trasladar sus sedes sociales y fiscales fuera de Cataluña. Una medida traumática para ambas entidades, pero la única que atajó la fuga de fondos e incluso, como han afirmado sus respectivos consejeros delegados, que la situación revirtiera y que una cantidad considerable de los clientes o depósitos que se fueron volvieran.

Solo la declaración de la creación de la república de Cataluña el viernes a primeras horas de la tarde por parte del Parlament volvió a instaurar el nerviosismo en el sector financiero y económico en general, además, claro, de en el ámbito político. Fue entonces cuando las dos patronales de la banca, la AEB y la CECA, se replantearon activar la carta institucional que habían redactado y acordado el 3 de octubre, en la que defendían la estabilidad financiera. Además, estaban dispuestos, si era necesario y el Ejecutivo de la Generalitat insistía en gobernar, a implantar medidas radicales, como reducir a la mínima expresión o incluso dejar su actividad financiera en Cataluña.

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Pero se decidió posponer la emisión del comunicado, tras la cadena de llamadas que llevaron a cabo los principales presidentes del sector (de Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell). Esperarían la respuesta a últimas horas de la tarde de Mariano Rajoy al desafío del Parlament y, dependiendo de ella, emitirían su comunicado en 24 horas o 48 horas. Era viernes y el mercado estaba a punto de cerrar. El daño en la cotización del sector ya estaba hecho. El Ibex había caído un 1,4% y fueron los valores más ligados a Cataluña y la banca los más castigados. Sabadell y CaixaBank perdieron en Bolsa el 27 de octubre 1.100 millones de euros.

“Era mejor esperar. La Bolsa había cerrado y no tenía sentido difundir un comunicado institucional sin saber si se iba a activar el artículo 155 y en qué medida. Se podría haber creado más alarma que tranquilidad, y es lo que menos quiere el sector financiero. El pánico es el peor enemigo de la banca. El dinero es muy miedoso”, explica un influyente directivo financiero que admite, además, que tras la intervención de Rajoy con el anuncio de las elecciones el día 21 de diciembre y la sustitución del Govern, las tensiones en Cataluña deberían difuminarse.

Ayer domingo, el Círculo de Empresarios emitió un comunicado en el que respaldaba la actuación del Gobierno en Cataluña. La banca también optó horas más tarde por hacer pública su declaración, esa que había guardado en un cajón el 3 y el 10 de octubre, y que recordaba a la hecha el 18 de septiembre de 2015 (justo unos días antes de que se celebraran las elecciones catalanas del 27 de septiembre). Eso sí, la redacción final se ha modificado respecto al borrador de los primeros días de este mes. La declaración de la banca, impulsada más desde la AEB que desde la CECA, señalan varias fuentes, también coincide con la multitudinaria manifestación celebrada en Barcelona y convocada por Societat Civil.

En su comunicado, las entidades financieras apelan a su “compromiso con la Constitución y la legalidad vigente”. Han medido mucho los tiempos de su emisión así como sus palabras para evitar el rechazo que provocó hace dos años en algunos círculos su declaración ante lo que consideraban una interferencia de la banca en una cuestión política que no le correspondía. Habrá que ver hoy la reacción de la Bolsa a los acontecimientos de este fin de semana, aunque ayer todas las fuentes consultadas aseguraban que parece que la calma se va instaurando en Cataluña.

La gran banca, mientras, ha vuelto a recuperar pulso y sus cuentas de resultados brillan nuevamente, aunque no a niveles precrisis financiera, algo que parece casi imposible de recuperar. A falta de que Bankia presente hoy sus resultados, los beneficios de Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter suman 11.000 millones de euros.

Este resultado bate solo en los nueve primeros meses del año, y sin la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri, las ganancias de todo 2016. Un buen dato para el sector y para la economía en general que hace así enterrar por completo cualquier sombra de la crisis.

Puede que el Gobierno opte así por apretar el botón para vender entre un 7% y un 9% del capital de Bankia de forma acelerada. Los bancos de inversión ya tenían todo listo para colocar este paquete entre inversores institucionales en septiembre, tras la aprobación de la fusión de esta firma con BMN.

BFA, matriz de Bankia, ya tiene el panel de bancos para encontrar una ventana para llevar a cabo esta venta, y parece que ya han encontrado el momento. Sería poco después de la presentación de sus resultados. El hecho de que Liberbank haya activado su ampliación de capital por 500 millones de euros para que finalice a mediados de noviembre no lo consideran un impedimento. “Muchos fondos quieren invertir en España. Tienen dinero y ven potencial en el sector financiero”, explican desde un banco de inversión.

Estas mismas fuentes precisan, no obstante, que el Gobierno va a tener especial cuidado en esta colocación, no quiere ninguna metedura de pata. De ahí que esté controlando al milímetro esta colocación que se ha retrasado, y no se descarta que pueda guardarse nuevamente en un cajón por las tensiones en Cataluña.

Los bancos de inversión aseguran que hay peticiones para comprar bankias, y hay que aprovechar los momentos o ventanas que se abren, ya que sería complicado llegar a 2018 con el 67% de su capital en manos del Estado. “Es un porcentaje muy alto para venderse entre 2018 y 2019, fecha en la que finaliza el plazo para su privatización total. Aunque también es cierto que la fecha la marca el Gobierno y podría volver a retrasarla si fuera necesario”, declaran desde otra firma de inversión.

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