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Pablo Genovés: “En España hay una intención política de silenciar las artes”

El artista fotográfico estrena muestra en el MAC de A Coruña Critica el “desprecio” con el que la Administración trata al arte

El artista fotográfico Pablo Genovés, delante de una de sus obras.
El artista fotográfico Pablo Genovés, delante de una de sus obras.
Javier García Ropero

Como espectador, observa su obra como un conjunto “duro, angustioso. Una llamada de socorro”. Es Pablo Genovés (Madrid, 1959), uno de los artistas fotográficos españoles más reconocidos a nivel internacional, que acaba de estrenar la muestra Las mutaciones polifónicas en el Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa (MAC) de A Coruña, después de haber expuesto en la catedral de San Pablo de Londres. Una selección de 63 obras que resumen sus últimos ocho años de creación, centrados “en las contradicciones de los humanos, nuestra capacidad de destrucción: la contraposición de lo bello y lo terrible”, con los efectos del cambio climático como hilo conductor.

R. ¿Cambia mucho el sentido de sus obras cuando las observa como espectador?
R. Es lo más bonito de ser artista, cuando ves el trabajo colgado y dices: este soy yo. Es un ejercicio casi psicoanalítico. Es reconfortante ver cada obra hablando por sí misma. Es extraño porque cuando estás trabajando vas de una en una, por mucho que quieras pensar en el conjunto de una exposición. Cuando lo ves todo en un mismo espacio, el impacto es diferente. Todas hablan al unísono, un impacto en distintos acordes. Una polifonía, como el nombre de la muestra.
R. ¿Qué le ha impactado más?
R. El hecho de que la idea de las obras es casi la misma, pero viven una transformación no consciente. Veo que me estoy yendo hacia un diálogo con las obras, protegiendo unas con marco, desnudando otras. Son juegos contradictorios que hablan del final de la obra original, que hoy está en cuestión. Con Instagram, WhatsApp, vemos obras reproducidas millones de veces. Es la destrucción del documento original, y de eso también hablo.Pero en ello pienso a posteriori, cuando estoy trabajando no soy consciente. Son obras que no necesitan palabras. Hay muchas palabras en el arte, las visitas guiadas... Todo eso sobra.
R. ¿Cómo ve un artista fotográfico la fiebre por Instagram y la imagen?
R. Me sugiere que es un tiempo acelerado. Vivimos a una velocidad en la que no hay tiempo para la reflexión. Hay muchas modas en torno al arte y en todas las disciplinas humanas. Los artistas pasan a una velocidad tremenda, consumimos imágenes todo el rato. Reivindico ir a los museos, a las exposiciones, allí paras el tiempo y te encuentras a ti mismo. En mis obras hay muchas más lecturas que la del cambio climático. Las heridas que todos llevamos las podemos ver en obras de otros. Es lo que yo quiero cuando voy a una sala.
Un país que quiere tener futuro debe tener artistas críticos y no solo exposiciones facilonas
R. ¿Qué papel tiene hoy la fotografía como disciplina artística?
R. En España, en los años noventa, un grupo de gente empezamos a introducirla, y hoy tiene un reconocimiento, porque la fotografía posibilita una cercanía, se ve siempre como una ligazón muy real con la vida. Hoy en el arte está todo abierto, hay artistas que hacen fotos, se mezclan disciplinas...
R. ¿Resulta difícil hacer montajes ambiciosos en España?
R. Poder acceder a un lugar como el MAC es un lujo. Desde todos los puntos de vista. La cultura engrandece a un país. Si piensas que el dinero que inviertes en ella lo estás tirando haces un país de tercera. Un país que quiere tener futuro debe tener artistas que cuestionen ideas, que sean críticos, que experimenten. Muchas cosas que después usamos la sociedad las inventan los artistas, son sus propuestas de investigación. Si no tienen posibilidades de hacerlo, la sociedad es más cateta. En España parece que todo es turístico, las exposiciones tienen que ser fáciles de entender, agradables, porque si no, no valen. Y no tiene que ser así. Debe haber sitios para investigar, para cuestionar la sociedad, la vida, el ser humano...
R. ¿Hay cantera en España?
R. Aquí se están haciendo las cosas muy mal. Estamos todos medio emigrados, los fondos han desaparecido. Si eres un artista español, lo tienes muy difícil. En el centro de Europa se da al arte una importancia que en España se ha quitado. La crisis ha sido terrible y se nota. En diez años no va a haber nadie. Si te quedas aquí, estás muerto profesionalmente. Se ha hecho mal, con desprecio y con ganas de hundir. Es una situación dramática y el panorama es terrible.
R. ¿Por qué que se ha llegado hasta ahí?
R. Es una intención política para silenciar las artes. Una cerrazón, gente que no sabe y no delega, pero no quieren y les da igual. Las exposiciones que se hacen son solo turísticas, facilonas. Hay una actitud antiarte. O eres culto o no lo eres, se nota en todo, hasta en la iglesia. La exposición de la catedral de San Pablo (Londres) es un ejemplo. Allí, o en Alemania, el nivel de discusión y cultural es maravilloso, nos llevan 30 o 40 años. Soy muy pesimista. Lo de Cataluña es lo mismo, incultura. Cuando las personas no son cultas se convierten en fanáticos, en ambos lados. El nacionalismo, las posturas radicales y la sinrazón vienen siempre de la incultura.

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

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