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La nueva regulación presiona los ingresos de BME y de los otros mercados regulados

La norma de mercados que entra en vigor en 2018 fomenta la competencia Los intermediarios deben esforzarse por dar la mejor ejecución y podrán buscar centros alternativos

Bolsas en que cotizan los valores ca los índice bursátiles
Belén Trincado

La idea de una sola Bolsa que monopolice todas las órdenes de compra y venta de un valor estará desde enero de 2018 un poco más obsoleta. El anteproyecto de ley que traspone la directiva europea sobre los mercados financieros (Mifid 2, en la jerga) impondrá que cada vez que un intermediario case una orden de un cliente lo haga buscando la “mejor ejecución” con “todas las medidas suficientes” para ello. En esencia, que trate de lograr el mejor precio, ya sea a la venta (lo más caro posible)o la compra (lo más barato)

Un cambio que propulsará una progresiva pérdida de cuota de mercado de BME en favor de otras plataformas. Yno solo la empresa española se verá presionada, sino todos los gestores de las Bolsas de referencia, como Euronext (dueño de los mercados regulados francés, holandés, portugués y belga), London Stock Exchange (que pilota las Bolsas clásicas inglesa e italiana, además de la plataforma Turquoise) y Deutsche Börse (gestor del mercado regulado alemán).

Fue a finales de 2007 cuando se abrió la puerta a la competencia a las empresas que tradicionalmente gestionaban los mercados de valores en Europa. La primera versión de Mifid retiró el monopolio a los mercados regulados, como la Bolsa española, gestionada por BME, y fomentó la creación de pequeñas Bolsas alternativas: los sistemas multilaterales, como el MAB y el MARF, también de BME, y los internalizadores sistemáticos. No obstante, el grupo presidido por Antonio Zoido conserva la potestad para ser el único que opera en salidas a Bolsas y en las subastas de apertura y cierre. Así, en torno al 62% de las operaciones de los valores del Ibex desde enero tuvieron lugar en BME, frente al 38% del resto, según Fidessa.

La nueva norma da un paso más para que este porcentaje se estreche. La primera Mifid establecía que los intermediarios debían ejecutar sus órdenes conforme a seis criterios: precio, coste, rapidez, probabilidad de la ejecución y la liquidación, volumen y naturaleza. Pese a que la ley los mantiene, sí endurece su interpretación. Si antes reclamaba que el intermediario considerase “todas las medidas razonables” para garantizar la mejor ejecución de una operación, ahora lo sustituye por “todas las medidas suficientes”.

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La nueva norma avanza también en cuanto a transparencia. El intermediario deberá justificar a los clientes y al supervisor que su modus operandi se ha regido por esos criterios. Y además deberá publicar anualmente los cinco principales mercados en los que ha trabajado ese año.

BME defiende, sin embargo, que es la mejor opción, con los mejores precios y una cuota de mercado líder que en junio fue del 75%. Un informe elaborado por finReg a petición de BME asegura que Mifid 2 no obliga a un bróker a operar en mercados distintos a los oficiales, sino que puede ceñirse a estos siempre que garanticen esa mejor ejecución. Tampoco obliga a completar esa lista anual de cinco mercados si se ha operado en menos.

“El acceso a uno o varios centros de ejecución dependerá de si hay competencia entre ellos. Si la hay, parece que será necesario dar acceso a los centros en competencia. Si por el contrario en uno solo se puede garantizar la mejor ejecución, será suficiente con acudir a este”, afirma el estudio de finReg.

El caballo de batalla para los mercados oficiales son las comisiones. BME carga a sus clientes unos cánones por operación entre 1,10 y 13,40 euros, según el volumen negociado. En el caso de estas Bolsas alternativas la cifra es tan pequeña que algunos brókeres, como Auriga, no la repercuten al cliente.

En los ingresos de BME, el área de renta variable, que incluye negociación, ampliaciones y admisiones, sumó 76 millones en el primer semestre, un 1,6% más que en el mismo periodo del año pasado, pero por debajo de los 88,4 millones que recaudó por este concepto entre enero y junio de 2007. El importe de los seis primeros meses de 2017 supuso el 46,8% de la facturación total del grupo.

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