Colombia tardará en ver el dividendo de la paz
El país no podrá recortar todavía su gasto en defensa, el mayor de Latinoamérica
Cincuenta años de disputas internas han dejado a Colombia sin las infraestructuras básicas. Después de firmar un acuerdo con las FARC y estar cerca del alto al fuego del ELN, el país intenta ponerse al día. Mientras que la nueva era promete dar paso a la estabilidad y a la inversión extranjera y permitir una mejor distribución del capital y una crecimiento económico más fuerte, los pueblos muestran las exigencias a la paz. “Un acuerdo no genera beneficios de la noche a la mañana”, dice Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda y Crédito Público del país.
Los colombianos se beneficiarán del fin de un conflicto que se ha llevado 225.000 vidas desde 1964, pero la transición no será fácil. Sin embargo, puede convertirse en un modelo y quizás un incentivo para otros países. Aunque los actuales disturbios de Caracas lo hacen difícil de imaginar, Venezuela podría guiarse algún día por los esfuerzos reconciliadores de Colombia.
La esperanza es que Colombia recorte su gasto en defensa, un 3,5% del PIB, la cifra más alta de Latinoamérica y superior al 3,3% de EE UU. Lo ahorrado podría ser redistribuido en otros sectores de la economía, como las infraestructuras y las carreteras intransitables. Pero hay un fuerte debate sobre si estos gastos pueden ser redistribuidos sin crear un vacío que pueda ser aprovechado por las bandas criminales. Y hay otros gastos, como devolver las tierras, indemnizar a las víctimas, reincorporar hasta 18.000 exinsurgentes de las FARC y sustituir las plantaciones de droga por cultivos legales.
Aunque en un escenario ideal, Colombia podría recortar el gasto en defensa a la media de Latinoamérica del 1,5% de su PIB, “el tráfico de drogas y la violencia generalizada lo hace improbable al menos durante la próxima década”, según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF). Esta prevé incluso un aumento de estos gastos.
Cárdenas dice que los críticos con el tratado de paz “exageran los costes y subestiman los beneficios”. Clara López Obregón, que espera convertirse en la primera presidenta de Colombia el próximo mes de mayo, también cree que hay otros dividendos que traerá la paz y que las previsiones obvian.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción es responsabilidad de CincoDías.