Los mínimos del euríbor evidencian que los tipos seguirán bajos largo tiempo
El euríbor cierra julio en un nuevo mínimo del -0,154% Los expertos esperan un tímido cambio de tendencia en 2018 o 2019
Existe una brecha entre la previsión de los tipos de interés que tienen los mercados, con expectativas de subidas desde hace meses, y el discurso de los bancos centrales. En el caso del Banco Central Europeo (BCE), no parece que Mario Draghi tenga prisa por elevar el precio oficial del dinero -que se mantiene en el mínimo del 0% desde marzo de 2016- ni por retirar los estímulos. “Necesitamos ser persistentes, pacientes y prudentes”, dijo el banquero italiano en varias ocasiones tras la reunión sobre política monetaria la semana pasada. Así, el BCE mantuvo sin cambios sus medidas ultraexpansivas después de insinuar Draghi en su ya famoso discurso en Sintra la posibilidad de un ajuste en el programa de compra de deuda. De momento no hará tal cosa y, después de todo, el mercado interpreta que cualquier cambio en su estrategia será gradual.
Es por todo esto que los tipos de interés a corto plazo siguen en niveles mínimos, anticipando que las tasas rectoras seguirán bajas durante una larga temporada y que el repliegue de los estímulos (tapering) no será cuestión de meses, sino más bien de años. El euríbor a tres meses marca el -0,329%, el plazo a seis meses se sitúa en el -0,272%, y el euríbor a 12 meses, que es la referencia empleada para fijar los precios de unos 250 billones de euros en activos (no solo hipotecas), ha cerrado julio en un mínimo del -0,154%. De terminar así el mes de julio, la media de índice registraría un nuevo récord en tasas negativas.
Enrique Lluva, subdirector de Renta Fija de Imantia Capital, explica que el euríbor representa el valor del dinero a corto plazo, mientras que una referencia a más largo plazo puede ser el tipo swap a diez años, que tocó mínimos históricos en septiembre de 2016 y en el último año ha subido del 0,35% al 0,93%. “Ha evolucionado al alza porque las perspectivas de crecimiento en la zona euro han mejorado, pero eso no se recoge en los tipos a corto porque aunque el BCE ha reconocido que la economía va bien, ve necesario mantener intactas las políticas laxas debido a que la inflación todavía no está en el punto de equilibrio”.
Cabe recordar que el principal mandato del BCE es la estabilidad de precios y que su objetivo es que la inflación se acerque al nivel del 2% considerado el ideal. Y Draghi aseguró que siguen siendo bajas y hay pocas señales de una recuperación de las presiones inflacionarias subyacentes.
“Con este telón de fondo, el BCE considera que no hay prisa por cambiar su postura y puede permitirse esperar más información antes de tomar una decisión, que debería llegar en otoño”, señalan en Lombard Odier Investment Managers.
Lluva estima que el euríbor “empezará a subir muy tímidamente si se confirma en septiembre que el BCE presenta un calendario para comenzar a retirar los estímulos ya en 2018”. Por su parte, en Deutsche Bank no esperan un alza de tipos “como muy pronto” hasta finales de 2018 o principios de 2019. En todo caso, la opinión general de los expertos es que el euríbor no volverá a niveles positivos hasta bien entrado 2019 o ya 2020.
Hacia una metodología híbrida
Inviabilidad. El pasado 4 de mayo se determinó que una metodología del euríbor basada en transacciones reales de la banca en vez de en estimaciones como ahora no era viable. La principal razón era la falta de volumen de operaciones y un escaso número de contribuidores con operaciones reales. Así, la volatilidad del nuevo índice era alta.
Nuevo proyecto. El EMMI, encargado de la administración del euríbor, anunció un plan alternativo para diseñar un método híbrido capaz de adaptarse a las condiciones de mercado vigentes y que, según fuentes conocedoras del proceso, debería empezar a funcionar a finales de 2018.