Establiments Viena alcanzó el pasado año una facturación de 76 millones de euros, un 6,5 % más que en 2015, y confía en seguir creciendo este ejercicio, en el que invertirá unos 10 millones en la apertura de nuevos establecimientos y la remodelación de algunos de los ya existentes.
La cadena de restaurantes cuenta actualmente con medio centenar de locales en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andorra, todos ellos de su propiedad, tras la apertura en el último año de tres nuevos restaurantes.
"Teníamos previsto abrir más, pero por un tema de licencias no ha podido ser", señaló el consejero delegado y director general de Viena, Marc Siscart, que es hijo de Silvestre Siscart, quien en 1969 fundó en Sabadell (Barcelona) la empresa junto a Pere Llorens.
El objetivo de Viena es acelerar este año su expansión y abrir entre cinco y seis nuevos restaurantes, todos ellos en los mercados en los que ya está presente, principalmente en Cataluña. En lo que va de año, la firma ya ha inaugurado dos locales: uno en la calle Valencia de Barcelona y otro en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, su segundo establecimiento en esta ciudad.
El resto de restaurantes se abrirán en Cataluña. Siscart descarta por ahora que Viena llegue a nuevas comunidades, aunque reconoce que su concepto de restaurante, basado en comida europea, de calidad y con un servicio rápido, "puede viajar". De hecho, Viena decidió en plena crisis expandir sus fronteras y llegar a mercados vecinos como el valenciano. La aventura "ha funcionado muy bien", asegura Siscart, que sin embargo cree que "queda aún mucho camino por recorrer" en Cataluña o la Comunidad Valenciana y que será aquí donde Viena focalizará su crecimiento en 2017 y 2018.
La compañía quiere crecer de manera progresiva y sostenible y confía en elevar este año su facturación cerca de un 10 %. Siscart remarca que "hay que ser prudentes en la planificación, vigilar y tener los pies en el suelo", pero asegura que la empresa, de seguir esta senda de crecimiento, "no tardará mucho" en rebasar la barrera de los 100 millones de ingresos. La cadena, que ofrece una carta con más de 50 referencias de bocadillos fríos y calientes, ensaladas, pastas y cafetería, así como especialidades de temporada, tiene previsto invertir unos 10 millones de euros este año en la apertura de nuevos restaurantes, la remodelación de hasta cuatro locales ya operativos y la mejora de los procesos.
Una de las inversiones más destacadas del año, de aproximadamente 1,5 millones de euros, se destinará a la apertura de un nuevo local en la plaza de Sant Roc de Sabadell, a escasos metros de donde está el primer restaurante que abrió Viena hace cerca de cincuenta años, que cerrará sus puertas a finales de año. El nuevo local, situado en la esquina de la calle Advocat Cirera, será más amplio, más moderno, tendrá más luz y nuevos espacios, y estará inspirado en los cafés europeos, con algunos elementos únicos para conservar toda la esencia del emblemático local actual.
Viena, de capital cien por cien familiar, tiene en Sabadell la planta en la que a diario fabrica su propio pan y sus embutidos y productos cárnicos, y recientemente ha trasladado sus oficinas centrales a unas instalaciones más amplias de la vecina Terrassa. La firma, con una plantilla de unas 1.500 personas, despachó el pasado año 30 millones de productos, entre bocadillos, zumos o cafés, a más de 10 millones de clientes.