El viajero de lujo se lanza a descubrir los mares
Ritz-Carlton llega al crucero de lujo en pleno auge del mercado La demanda se dirige a rutas exóticas y a un servicio personalizado
La tendencia en la última década es de un crecimiento constante, también en España. En 2016, 485.000 españoles viajaron en crucero, un 7,7% más que el año anterior. Además, el nacional es el segundo mercado receptor de Europa: “El crecimiento ha sido sostenido y esperemos que continúe así. Oferta y demanda crecen al mismo tiempo, aumenta la capacidad y está siendo bien absorbida por la demanda nacional, con lo que los precios son atractivos”, dice el director general de CLIA España, Alfredo Serrano.
Un optimismo que también se deja notar en el segmento más lujoso del mercado. En los últimos cinco años, la demanda de los cruceros más exclusivos ha crecido un 11%. En 2016, según el informe sobre el sector del lujo de la consultora Bain & Co, el gasto en estos servicios aumentó un 5% en el último año, generando un mercado de 2.000 millones de euros en ingresos. El vicepresidente de comunicación y relaciones institucionales a nivel global de Silversea, Tomás Matesanz, empresa de referencia en este nicho con más de 900 rutas, constata la euforia del mercado: “Para este año esperamos un crecimiento de dobles dígitos. Están siendo unos meses increíbles, superando totalmente nuestras expectativas”, afirma. A su juicio, la clave está en que el crucero de lujo “ha encontrado un equilibrio entre lo material y lo experiencial”.
Los cruceros generalistas tienen entre 3.000 y 5.000 pasajeros. Los de lujo rara vez se aproximan al millar.
Ya no solo sirve con proporcionar los barcos con los mejores acabados. Hoy, la diferencia entre una experiencia mediocre y una excepcional depende de factores como los destinos y el servicio, que proporcionarán una experiencia a bordo y en tierra incomparable. “Un barco de un crucero de lujo te permite llegar a destinos que uno convencional, o incluso un avión, no puede”, apunta Matesanz. Lugares exóticos en Asia, Caribe o incluso África son los más demandados. “Son barcos más íntimos que te permiten llegar a destinos más especiales porque son mas fáciles de manejar”, añade el portavoz de Silversea. Un crucero de una línea generalista tiene una capacidad de entre 3.000 y 5.000 personas. En el caso de los más exclusivos, raro es el caso de los que se acerquen al millar, acomodadas en suites. El precio, de los 3.000 a los 15.000 euros por pasajero, según duración del viaje y tipo de suite.
El reducido número de pasajeros permite una personalización máxima del servicio. El ratio de tripulación frente a usuarios se acerca a uno a uno, y los cruceros más lujosos ponen a disposición de los usuarios de cada suite un mayordomo disponible las 24 horas del día. “Esto da una idea del grado al que se puede llegar a personalizar la experiencia. Es algo que no se da en ningún otro modelo de viaje”, cree Alfredo Serrano. “Desde que el cliente embarca debe ser atendido de forma exquisita. Intentamos que los barcos sean un hotel de lujo a bordo, con un servicio esmerado, con la cocina mas exquisita, instalaciones lujosas y unos destinos difícilmente accesibles”, describe Matesanz. Todo ello con actividades a bordo muy singulares: conciertos, teatro o ponencias de escritores como Haruki Murakami, que colaborará con Silversea desde 2019.
Otra variedad que está en especial auge es el de los cruceros fluviales. Pequeños barcos de lujo que surcan los ríos más singulares. Para este año, el número de barcos de este tipo crecerá un 7%, hasta 184, según CLIA. Aquí, la exclusividad también se basa en tres elementos:poca capacidad, rutas excepcionales, y un servicio al milímetro. “El cliente busca sitios a los que no todo el mundo puede ir”, explica el director comercial de CroisiEurope en España, Tomás Fernández. Un ejemplo de ello es su futura ruta por el río Mekong, en el sureste asiático. “Los cruceros fluviales de lujo crecen porque, además de una capacidad reducida y un servicio muy elevado, los clientes quieren un servicio de alta cocina, guías especiales también para las excursiones en tierra... Además de unos barcos avanzados”, dice Fernández.
Cambian las naves y también los clientes. Tomás Matesanz, de Silversea, constata que se ha pasado de una clientela mayor a otra que va desde los 40 a los 55 años, con una alta tasa de repetición, un poder adquisitivo bastante alto y con una mentalidad muy internacional. Matesanz revela que el mercado español funciona “sorprendentemente bien”, y que, como destino, es crucial para las compañías. Barcelona, Málaga, Cartagena, Coruña, Bilbao o Menorca son destinos por excelencia. Pero, como sentencia el vicepresidente de Silversea, para el crucero de lujo “siempre queda un rincón por ofrecer”.
Los destinos favoritos
El Caribe es la región geográfica más solicitada por el conjunto de los viajeros de cruceros. El 35% de los casi 25 millones de personas que viajaron por este medio en 2016 lo hicieron allí, mientras que el 18,3% realizaron alguna ruta por el Mediterráneo. La Europa no mediterránea representa el 11,1%, y Asia el 9,2%.
Según la patronal del sector a nivel mundial, CLIA, entre 2017 y 2019 se sumarán a los mares y océanos del mundo 65 cruceros oceánicos y 17 fluviales, lo que aumentará la capacidad em 111.278 pasajeros. Si se suman los seis años siguientes, el aumento será de 230.788 entre 2017 y 2026. En 2016 había 448 cruceros dando servicio.