Desconvocada la huelga en Nissan Ávila tras el preacuerdo entre dirección y sindicatos
La fábrica continuará abierta y realizará componentes de automóviles Se minimizan los traslados a Valladolid
La dirección de Nissan y el comité de empresa de la factoría que la multinacional japonesa tiene en Ávila han llegado a primera hora de la madrugada a un “preacuerdo para salvar la planta” abulense, lo que supone que la fábrica continuará abierta, pasando a realizar componentes de automóviles.
El preacuerdo supone que la huelga convocada para este jueves queda desconvocada y los 471 trabajadores de la plantilla han sido citados a esa hora para informarles de los puntos del preacuerdo firmado en torno a las 00.30 horas “por todo el comité”.
Según ha informado a los periodistas a las puertas de la planta el presidente del comité de empresa, Rubén Zazo, globalmente se siente “satisfecho” del resultado final, ya que ha dicho estar “convencido” de haber conseguido “lo máximo posible”.
La automovilística Nissan y el comité de empresa de la fábrica de Ávila llegaron el jueves de madrugada a un acuerdo in extremis que les permite mantener la factoría abierta pero con la actividad reconvertida. La asamblea de trabajadores ratificó además el acuerdo a primera hora de la mañana del jueves.
Así, tal y como se anunció el pasado 21 de abril, la instalación dejará de fabricar camiones a partir de 2019. En su lugar, la planta se convertirá en una instalación de fabricación y distribución de piezas de recambio de carrocería, que dará servicio al conjunto de la Alianza Renault Nissan. De no haber firmado ayer, la planta “estaría cerrada”, aseguran.
Sindicatos y empresa acordaron ayer el cambio en las condiciones de trabajo para los empleados de Nissan en Ávila, que pasa, primero, por la adaptación d¡el convenio colectivo de los trabajadores de Ávila al que tienen los empleados de Renault en Valladolid y Palencia. En términos generales, “esta adaptación supone una rebaja del 18% en los sueldos de los trabajadores”, explicó Felipe González, secretario del comité de empresa a Cinco Días.
Para paliar esta reducción, se ha pactado el reparto del 3,5% de la pérdida salarial del total de los trabajadores entre los más penalizados a través de un bono compensatorio. Este pago no es consolidable y se puede recibir en un único pago o en 60 mensualidades a partir del 1 de enero del año que viene, a elección.
Además, la empresa garantiza el “pleno empleo” hasta 2019, mientras se ensamble el camión NT 400. A partir de 2020, la reconversión a una fábrica de recambios obligará a rebajar la plantilla de 470 empleados a 200 de manera transitoria.
A partir de ese momento, se irá recuperando el empleo en la planta abulense, a razón de unos 50 trabajadores al año, hasta recuperar lo que la multinacional japonesa considera “pleno empleo en 2024”, unos 450 efectivos, excepto los trabajadores que se hayan jubilado o acogido a bajas incentivadas, entre otras cuestiones. En este sentido, se ha pactado un expediente de reducción temporal de empleo (ERTE) para el periodo 2020-2024 “que afectará a toda la plantilla de manera rotatoria y equitativa”, dijo González.
La empresa se compromete a complementar el salario de los empleados que estén en el ERTE hasta el 100% con actividades de formación. De esta manera, se minimizan los traslados a la planta de Valladolid, extremo que los trabajadores de Ávila querían evitar.
Además, el preacuerdo contempla que la plantilla actual conserve los derechos de antigüedad, además de continuar generando derechos económicos “hasta un máximo de cinco quinquenios”.
El vicepresidente de las Operaciones Industriales de Nissan en España, Alan Johnson, afirmó que “con este acuerdo empieza un nuevo tiempo de transformación hacia el nuevo centro de fabricación y distribución de recambios para Renault y Nissan, dentro de un plan industrial que significará un futuro estable”.
Fin de los camiones
Por primera vez en 60 años, la factoría de Ávila no ensamblará más camiones a partir de diciembre de 2019. El 1 de abril de 2020, si todo marcha según lo previsto, la instalación comenzará a fabricar piezas y recambios que surtirán a las plantas de Renault en Valladolid y Palencia y a Nissan Barcelona.
La instalación había dejado de fabricar en 2016 el camión NT-500, porque el modelo incumplía la normativa europea de emisiones contaminantes de 2017. El camión que queda, el NT-400, tampoco podría seguir en el mercado a partir de septiembre de 2019 por la misma razón.