La CNMV vuelve al criterio proteccionista contra los especuladores
La primera función del regulador es proteger los derechos de los inversores más débiles
Una de las consecuencias más directas e inmediatas de la intervención rápida del Mecanismo Único de Resolución para resolver la crisis de Banco Popular ha sido expandir como una mancha de aceite las apuestas bajistas sobre otros valores bancarios con algún tipo de duda, por pequeña que sea, sobre el nivel de solvencia de su balance. En el caso de Popular existía una concentración muy elevada de apuestas bajistas en el mercado (por más de un 12% del capital del banco) porque se trataba de una entidad que arrastraba problemas más o menos identificados, y los acontecimientos de las dos últimas semanas han terminado dando la razón a los especuladores que operaban en corto y generándoles cuantiosas plusvalías. Una explicación poco precisa sobre la resolución del banco y las dudas que existen sobre el criterio que realmente ha detonado la operación ha desviado la especulación sobre la siguiente pieza, sobre la entidad cotizada que aparentemente tiene los niveles de provisión sobre sus abultados activos inmobiliarios más débiles, con el riesgo de desatar el mismo endemoniado circulo vicioso de pérdida de valor de las acciones, desconfianza generalizada de la clientela, salida de depósitos e intervención, aunque los niveles de solvencia no estuviesen dañados.
Para frenar en seco los ataques especulativos en este caso sobre Liberbank, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que mantuvo una actitud muy mercantilista y celosamente liberal en el caso de Popular, ha puesto ahora la venda antes de que surja la herida. En contacto con la ESMA (regulador europeo de los mercados) y con las autoridades políticas nacionales, la CNMV ha decidido proteger a los minoritarios y frenar toda espiral destructiva en Liberbank; y lo ha hecho por un incremento apreciable de posiciones cortas en las últimas 48 horas de la semana pasada. Una decisión proteccionista que tiene sentido vistos los precedentes, y que debería practicarse más cuando los movimientos especulativos no se correspondan con los fundamentales de una compañía, sea bancaria, industrial o de servicios.