Nacho Fernández: “El ocio nocturno se ha reducido a tener un ‘dj”
Nacho Fernández dirige la mítica sala de fiestas madrileña, reabierta el pasado octubre
Allá por los primeros años del siglo XIX, el rey Fernando VII encargó al arquitecto Isidro González Velázquez la construcción de la Casa del Contrabandista, un inmueble para su disfrute privado en un jardín delimitado dentro del Parque del Retiro de Madrid. La construcción estuvo lista en 1814, y desde entonces, este edificio ha estado destinado al ocio y al disfrute, primero para la familia real y después, para la alta sociedad madrileña, con la sala de fiestas Florida Park. Allí, Lola Flores perdió un pendiente, Miguel Bosé debutó y Ava Gardner disfrutaba de Madrid.
Esta sala, hoy Florida Retiro, reabrió en octubre del año pasado después de tres años cerrada. Nacho Fernández (Madrid, 1976) residía en Valencia cuando recibió la llamada de Ramón Matoses, cuya empresa ganó el concurso municipal para explotar el recinto. Este empresario le preguntó cuál era para él la mejor sala de fiestas de Madrid: “Yo le dije que Florida Park, sin imaginarme por qué lo preguntaba. Hablamos de que en los últimos años estaba bastante desaprovechada. Yo he sido siempre usuario del Retiro, y veía el Florida como un sitio que no invitaba a entrar”.
Fernández lleva ligado al ocio nocturno desde hace tiempo. Empezó como camarero en la sala Bocaccio, otra mítica de la noche madrileña. Durante nueve años estuvo al frente de The Room, en la sala Stella, junto al Círculo de Bellas Artes, y después creó Laydown, un restaurante con espectáculo en la plaza de los Mostenses de Madrid que replicó en Valencia.
De allí, al corazón del parque del Retiro. Después de tres años de trabajos y obras, quiere recuperar la esencia del mejor Florida Park y reinventar el concepto de sala de fiestas. “Creemos que la discoteca ha simplificado mucho el ocio nocturno, nos hemos limitado a tener un disc-jockey en una sala y cobrar una entrada”. Como empresario de la noche, asume parte de culpa de que hoy el cliente busque el ocio en la restauración, y no tanto en las discotecas. “Lo que intentamos los discotequeros es prestigiar los servicios que ofrecemos y nuestra forma de entender la hostelería, y devolver el buen nombre a las salas de fiestas”.
En el renacido Florida Retiro siguen fieles al concepto de cenas espectáculo, pero reforzando la oferta gastronómica. Para ello cuentan con el chef Joaquín Felipe, que se encarga de dotar a cada espacio de su propia personalidad a través del paladar. “Los empresarios de la restauración lo han hecho muy bien. Todo está inundado hoy de aficionados a la gastronomía. La gente quiere salir y que le traten bien, por eso entendíamos que la parte gastronómica era imprescindible”, explica Fernández, reconociendo parte de burbuja en el mundo de la restauración: “Pero que hay que cuidarla para que no explote, y creo que es difícil que pase en un país tan ligado a la cocina como España”.
Para Fernández es una responsabilidad volver a hacer del Florida un lugar de referencia en la noche de Madrid, después de una última etapa gris. “A nuestros padres se les ilumina la cara cuando recuerdan el Florida. Fue un lugar muy importante en años difíciles en este país. Queremos lograr que eso vuelva a pasar en unos años”. Para ello, el buen tiempo es fundamental. A partir de abril abrirán una nueva terraza, “la joya de la corona”. “Lo que te da el Retiro con buen tiempo es impagable. Lo esperamos con los brazos abiertos”, dice el empresario.
Jornadas de trabajo que acaban al amanecer
Disponer de un espacio como el Florida Retiro, reconoce Nacho Fernández, es una ventaja de cara a atraer a proveedores, artistas y, también, trabajadores. “A mí mismo.Cuando Ramón Matoses me llama para que cambie de vida, lo hace porque tiene el mejor proyecto de gastronomía y hostelería. Es mas fácil atraer a la gente, a los cocineros, a los maitres, los espectáculos...Cuando dices Florida, todo el mundo quiere participar”.La oficina de Nacho Fernández no se encuentra en el mismo Florida Park, sino en un inmueble pegado al parque del Retiro. Pero su jornada laboral no empieza y acaba en su despacho. La noche tiene muchas particularidades, entre ella que los días más importantes tienen lugar los fines de semana, y se sabe cuándo se empieza, pero no cuándo se acaba. “Un viernes, por ejemplo, estoy en la oficina y por la tarde voy a casa, me pongo el traje y me voy a la sala. No tendría por qué hacerlo, pero soy así y me gusta ver que todo marcha bien hasta que termina el servicio.Que puede ser a las seis de la mañana”.
Eso le obliga a llevar su propia oficina portátil en el bolsillo. Reconoce estar pegado constantemente a su smartphone, no solo para hacer y recibir llamadas o mensajes, sino también como dispositivo en el que apuntar todas sus reuniones y sus compromisos. “Prefiero meterlo todo en el móvil antes que escribirlo en un papel, que probablemente vaya a perder de vista”. Una rutina intensa, que persigue el objetivo de convertir el Florida Park no solo en un sitio fundamental de Madrid. “Tenemos una oferta de ocio que nadie, a día de hoy, puede ofrecer. Tenemos 35 años de historia por detrás y el objetivo final es que, si vienes a Madrid, tengas que pasar por Florida Retiro”.