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Fusiones y adquisiciones

Qué sectores concentran la fiebre corporativa

Las operaciones se concentran en las industrias de consumo, farmacéutica y financiera, donde destaca la venta de activos inmobiliarios que aún pesa en el balance de los bancos

Thinkstock

El auge de las fusiones y adquisiciones está yendo de la mano de la recuperación económica global y encuentra además en el inicio de este año un caldo de cultivo perfecto. La abundante liquidez tras años de estímulos de los bancos centrales coincide con un tejido empresarial que se ha aligerado de la carga de deuda de la crisis y que ha mejorado su posición de caja y con una financiación aún barata.

De hecho, la perspectiva de una pronta subida de tipos en EE UU está acelerando las operaciones de compraventa. Y el consiguiente repunte del dólar está avivando el apetito de las empresas estadounidenses por compañías de la zona euro y de Reino Unido, con divisas ahora más baratas. Así, Europa se ha convertido en el mayor foco de compra de compañías a nivel mundial

La intensidad de los movimientos corporativos arroja un retrato muy acorde con la recuperación económica. El mayor volumen de operaciones se concentra en el sector de consumo, en el farmacéutico y en el financiero, donde destaca la venta de activos inmobiliarios que aún pesa en el balance de los bancos.

Consumo, el sector que acapara el dinero con la recuperación

Hasta el momento, la mayor operación corporativa en lo que va de año ha sido un intento fallido de compra, aunque muestra de un sector en el que se concentra el mayor volumen de actividad en fusiones y adquisiciones, el del consumo. Kraft Heinz lanzó a mediados de febrero una oferta por Unilever por 163.400 millones de dólares, parte en efectivo y parte en acciones, que fue rápidamente rechazada por la empresa angloholandesa y que habría creado el segundo grupo de alimentación y bebidas del mundo por facturación, solo por detrás de Nestlé. Unliever consideró insuficiente la prima del 18% que ofrecía el grupo controlado por Warren Buffet y el fondo de capital riesgon 3G, una opinión compartida en el mercado y que augura que nuevos intentos de compra sobre Unilever.

Aun así, es el sector de consumo no cíclico, más allá de los productos básicos de alimentación, el que aglutina más movimientos corporativos, por un total de 466.400 millones de dólares. Es el caso de las compañías vinculadas a los cosméticos, los servicios sanitarios o los productos deportivos. La portuguesa Sonae y la británica JD acaban de anunciar los preparativos para la creación de una cadena de tiendas de ropa deportiva que rivalice con Decathlon en la Península Ibérica, donde la empresa francesa es líder. Su unión crearía un grupo con unos ingresos de 450 millones de euros.

Otra de las operaciones más sonadas en el sector, y de mucha mayor magnitud, ha tenido como protagonista al grupo británico Reckitt Benckiser, dueño de Durex, que ha alcanzado un acuerdo para adquirir el fabricante norteamericano de leche infantil Mead Johnson a cambio de 16.600 dólares (15.594 millones de euros) en efectivo. Reckitt Benckiser es ya propietario de marcas como Vanish, Strepsils, Air Wick, Calgon, Veet o Cillit Bang, y afirma que esta compra responde a su intención estratégica de crecer en el sector sanitario.

El fabricante de golosinas y alimento para mascotas Mars ha anunciado también en 2017 la compra del grupo VCA, que administra hospitales para animales, por 8.800 millones de dólares en metálico (8.300 millones de euros), con una prima del 31,4% sobre su precio en Bolsa.“En EE UU hay aspectos de los planes de Trump y de los planes de la Casa Blanca que vemos positivos para el mercado de fusiones y adquisiciones –incluidos las previsiones de unos impuestos nominales más bajos–, pero hay también otros aspectos que podrían llevar a las compañías a pausar su actividad, como la previsión de que el pago de intereses deje de ser deducible”, advierte Nacho Moreno, co-responsable de banca de inversión de Barclays en España.

Farmacia, una tendencia global que se acelera

La efervescencia de fusiones corporativas en el sector farmacéutico es total. El actual entorno de abundante liquidez y financiación barata, con la expectativa de que pronto va a encarecerse, es el caldo de cultivo que está acelerando el proceso de concentración del sector a nivel global. Las farmacéuticas afrontan el desafío de la pérdida de patentes al cabo de 10 años, cuando un medicamento ya puede convertirse en genérico a un precio libre. Y tras el esfuerzo en investigación y desarrollo, la compañía pierde la exclusividad en la venta del producto, lo que favorece a los grupos de mayor tamaño y mayor capacidad de investigación y de tener patentes en cartera.

“Es una problemática global. Los grupos grandes tiene mucha más capacidad de investigar, producir y vender, lo que favorece las economías de escala. En las compañías farmacéuticas con red y cartera de productos habrá movimientos de concentración”, resume Daniel Galván, director de GBS Finanzas.

En el sector farmacéutico se da el mayor volumen de operaciones corporativas a nivel global en lo que va de año, por 211.400 millones de dólares (199.400 millones de euros), en línea con el sector financiero. Los rumores de compra de Bristol Myers Squibb podrían dar lugar a una de las mayores operaciones corporativas a nivel mundial en lo que va de año. El multimillonario Carl Icahn anunció en febrero la compra de títulos de la compañía, lo que disparó las especulaciones sobre una posible compra y propició un alza del valor en el mes del 15%. Bristol Myers Squibb tiene una capitalización de mercado cercana a los 99.000 millones de dólares y su adquisición podría rondar los 119.000 millones, de acuerdo con las estimaciones de mercado.

Otra de las grandes operaciones que se cuecen en el sector farmacéutico, esta ya en el terreno de lo real, es la compra por parte de Johnson & Johnson de la empresa biotecnológica suiza Actelion, sobre la que ha lanzado una OPA que valora la compañía en cerca de 30.000 millones de dólares. Sanofi y Tesaro, especializada en medicación contra el cáncer, también han mantenido contactos de fusión.

Banca y seguros, la presión de los tipos cero en los márgenes

El sector financiero ha vivido un importante estrés sobre sus márgenes en los últimos ejercicios. A las mayores exigencias de capital y el incremento de la morosidad se ha sumado un factor extra que ha carcomido su pricipal línea de ingresos: la política de tipos cero impuesta por el BCE ha hecho que cada vez ganen menos dinero por prestar a empresas y particulares. El sector ha compensado en parte la caída del margen de intereses con mayores ingresos por comisiones de venta de seguros y fondos de inversión, junto a ingresos financieros por la revalorización de su cartera de deuda. Pero esta hucha también se empieza a agotar.

“En los próximos meses vamos a ver cada vez más operaciones de consolidación en el ámbito nacional”, explica Josep Prats, gestor de fondos en Abante Asesores. “En Italia veremos integraciones de bancos populares, parecidos a las antiguas cajas de ahorros, y en España el FROB acabará optando por que Bankia integre a BMN. En cuanto a Popular, estoy convencido de que acabará siendo absorbido por Santander o BBVA”. En el año, el sector financiero es el que ha acaparado el tercer mayor volumen de operaciones corporativas –más de 200.900 millones de euros–, según datos de Bloomberg.

La presión también empieza a apretar a algunas aseguradoras, especialmente italianas. Allianz y Axa han mostrado su interés en comprar parte de los activos del grupo Generali, la mayor compañía de Italia. La británica Aviva está revisando su negocio en España, y podría optar por la venta. Santalucía, Mapfre o Mutua Madrileña podrían tener interés en adquirir la aseguradora.

Gestoras, el auge de la gestión pasiva acelerará las fusiones

El negocio de las gestoras de activos ha vivido una época dorada en los últimos cinco años. Tras los momentos más duros de la crisis, estos especialistas en inversiones han vuelto a atraer muchísimo dinero hacia fondos de inversión, logrando jugosas rentabilidades tanto en Bolsa como en renta fija. Pero este periodo llega a su fin. La era de tipos bajos limita muchísimo la capacidad de generación de comisiones en los fondos de bonos y el auge de la gestión pasiva (que se basa en fondos de bajo coste que replican índices bursátiles) también amenaza a la cuenta de resultados.

“El sector de las gestoras de activos va a vivir una gran consolidación”, explica Diego Fernández-Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada. “La gestión pasiva está poco a poco ganando terreno a la activa y eso, en mi opinión, tiene una derivada importante. Las gestoras de nicho, que se especialicen en una clase de activo o tipo de gestión concreta, haciendo gestión activa, posiblemente tengan un hueco, incluso mejor que hasta ahora si demuestran el valor añadido de su gestión. Pero en el caso de las grandísimas gestoras generalistas con una gama con cientos de fondos, se van a convertir poco a poco en un negocio de puro volumen y por eso, en este segundo tipo de gestoras, sí que creo que veremos un movimiento de consolidación”.

Un buen ejemplo es la reciente fusión de Aberdeen y Standard Life, que sumarán 760.000 millones de euros bajo gestión, o la compra de Pioneer por parte de Amundi, a finales del año pasado.

El ladrillo concentra el auge corporativo en banca

El auge de la compraventa de ladrillo no es ni mucho menos patrimonio español. El sector inmobiliario acapara la mayoría de las operaciones corporativas vinculadas al sector financiero y suma un volumen de actividad por 56.900 millones de euros en lo que va de año, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg.

La venta de créditos ligados al sector inmobiliario ha cobrado fuerza y se convierte en una oportunidad de negocio para los fondos de inversión y en una ocasión de oro para los bancos, deseosos de desprenderse de unos activos que ya tuvieron que provisionar tiempo atrás y con cuya venta pueden apuntarse ahora plusvalías. En el caso español, la venta de activos inmobiliarios es especialmente acuciante y urgente para Banco Popular. “El sector financiero mantendrá su nivel de actividad, principalmente centrada en la venta de activos, mayoritariamente carteras de préstamos o activos inmobiliarios”, prevé Nacho Moreno, co-responsable de banca de inversión de Barclays en España.

Las socimi son las otras grandes protagonistas de la actividad en el sector inmobiliario español. “Esperamos movimientos corporativos en las socimis, dirigidos a tener una cartera de activos más homogénea, ya sean oficinas, centros comerciales o logística, que se pueda gestionar de forma más eficiente”. apunta Yoko Tagaki, de White & Case, que también ve otro foco de actividad corporativa en las fintech, la más reciente competencia de la banca tradicional.

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