El Supremo da esperanzas a Sabadell avalando una cláusula suelo de la Caja Rural de Teruel
Considera que la cláusula cumple con las exigencias de transparencia que impuso
La fecha de hoy estaba marcada en el calendario bancario, judicial y mediático por las repercusiones que podía tener una nueva sentencia del Tribunal Supremo sobre las cláusulas suelo de BBVA.
La resolución del Alto Tribunal ha permitido adaptar la jurisprudencia española al criterio europeo de que las devoluciones de lo cobrado por cláusulas nulas debe hacerse con retroactividad total y además abre una seria brecha en el argumento de que los casos de algunas entidades ya han sido juzgados y no deberían verse afectados, lo que el Supremo desestimó en el caso que se abordaba.
En paralelo, sin embargo, el Tribunal Supremo ha abordado otro caso de cláusulas suelo aparentemente más discreto pero que acabo revistiendo también una gran importancia. En concreto, el Supremo ha analizado la cláusula suelo de una hipoteca de Caja Rural de Teruel y acabó “desestimando un recurso de casación que pretendía la nulidad” de estas condición “por falta de transparencia”.
“La Sala de lo Civil en Pleno ha concluido que la cláusula suelo cuestionada en este caso cumplía los requisitos de transparencia establecidos por su jurisprudencia desde la sentencia de 9 de mayo de 2013”, ha avanzado el Supremo sobre este otro fallo, que será redactado en los próximos días.
La decisión supone un hito fundamental en el debate general abierto en torno a la legitimidad de las cláusulas suelo, que son válidas siempre que sean transparentes, puesto que es la primera ocasión en que la máxima instancia judicial española acaba reconociendo la validez de una de estas cláusulas.
Hasta ahora, el Supremo había anulado por opacas, las cláusulas suelo de BBVA, Cajamar y Abanca (antes Novagalicia), en mayo de 2013, y las de Popular, a comienzos del año pasado.
La existencia de cláusulas suelo que el Supremo entiende como válidas al estar debidamente redactadas y explicadas a la clientela da a entidades como Sabadell, que viene defendiendo la validez de sus cláusulas, o la de Unicaja, a quien la Audiencia Provincial de Sevilla acaba de validar las suyas, en medio de la percepción generalizada de que todas las cláusulas suelo fueron comercializadas de forma poco transparente.