La factura del coche se suma a la del gas y el teléfono
El vehículo propio supone el 11% del presupuesto familiar, pero ahora surgen fórmulas de pago por uso
Ha calculado cuánto le cuesta al mes su coche? Si sumamos consumo de gasolina, seguro, mantenimiento..., la cifra no es cualquier cosa. Y aún más si se le añade la respectiva cuota de financiación por su compra, un gasto que la mayor parte de conductores abona. Tanto es así, que los expertos aseguran “que, en muchos casos, un coche en propiedad no es del todo rentable” y recomiendan “valorar la utilización de otras fórmulas de movilidad como el carsharing”.
El Instituto Nacional de Estadística (INE), en su encuesta de presupuestos familiares del año 2015, calcula que el gasto relativo a transportes es de media de 3.158 euros al año, lo que supone el 11,5% del total del desembolso de una familia. De ahí “destaca la importancia del consumo en carburantes y lubricantes (4,3% del presupuesto), automóviles (2,9%) y mantenimiento y reparaciones de vehículos (2,2%)”, señalan desde el organismo.
Un modelo de gasolina cuesta unos 6.600 euros por cada 15.000 km, según AEA
Por otro lado, el último estudio realizado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) constata que “la propiedad de un coche de gasolina en España cuesta unos 6.600 euros por cada 15.000 kilómetros (0,44 euros/km), mientras que el coste de un diésel es de 8.790 euros por cada 30.000 kilómetros (0,293 euros/km)”. Y abogan por valorar detenidamente “los gastos por adquisición, mantenimiento, seguro, impuestos o el repostaje”, antes de la compra de un vehículo para conocer si trae a cuenta.
En estos momentos, en el mercado de vehículos nuevos se bonifican las compras aplazadas frente al pago al contado y existen multitud de fórmulas de financiación. Sin embargo, hasta ahora han existido pocos cambios en las opciones disponibles para la adquisición de un coche por parte de particulares y, mientras se generalizan fórmulas como el renting o el leasing fuera del escenario empresarial, tener un coche en propiedad parece la única opción.
Con este panorama, Kia ha lanzado en España (de forma pionera en el mundo) una novedad llamada Pay4Use. Una fórmula diferente de pago por uso del vehículo. “Se trata de dotar al auto de un dispositivo de geolocalización, una tecnología en boga en los últimos tiempos, que permite contabilizar los kilómetros recorridos y facturar al usuario de forma mensual”, explica Emilio Herrera, director general de Kia Motors Iberia. De esta forma, el coche pasa a ser un servicio más y la factura será equiparable a la que recibe por la electricidad o el agua.
“Es algo diferente al carsharing, ya que el coche está 24 horas a disposición del usuario y duerme en su garaje”, apunta el director. Con Pay4Use no hay gastos añadidos, tampoco intereses de financiación, ni reparaciones ni cuotas del seguro. “El vehículo se matricula a nombre de Kia y el usuario tendrá un contrato por un año o 10.000 kilómetros y pagará en función de su consumo mensual: a 0,35 euros el kilómetro más 0,03 euros el kilómetro por asegurarlo a todo riesgo”, apunta Javier Casado, director de planificación y logística de la marca. Eso sí, el mínimo de kilómetros facturados al mes serán 800.
De momento, solo está disponible en el Kia Optima 1.7 CRDi Drive manual en carrocerías sedán y sportswagon, “pero esperamos que a lo largo de 2017 lo podamos ampliar a otros modelos más pequeños, pensando en un conductor más joven que incluso quiera compartir esta opción con compañeros de piso”, cuenta Casado.
“Es idóneo para alguien que necesite un coche pero que no haga demasiados kilómetros al mes. Alguien que conduzca, por ejemplo, los fines de semana”, abundan los directivos. Para acceder a este tipo de alquiler es necesario ser mayor de 30 años, con más de tres años de carné de conducir y abonar 700 euros en concepto de reserva.
Nuevas vías para atraer a los clientes
Al entrar en un concesionario las opciones para adquirir un coche nuevo parecen limitarse al pago al contado y a la financiación, ya sea con la marca a través de sus financieras propias (lo más normal últimamente) o con una entidad bancaria. Desde hace un tiempo, todos los fabricantes pretenden atraer clientes ofreciendo productos que permiten bajar la cuota mensual y pagar el valor del vehículo transcurridos unos años de contrato –entre tres y cinco de media–.
De esta forma, las opciones al terminar el tiempo pactado son: cambiar de coche utilizando el viejo como entrada y obteniendo uno completamente nuevo, repagar el resto del préstamo y continuar con el viejo auto o devolverlo.
Toyota se acoge a este modelo a través del producto Pay per Drive y opta por ofrecer al conductor un vehículo diferente para cada etapa de su vida, desde un modelo pequeño para los más jóvenes, hasta un familiar transcurridos unos años.
Algo parecido es BMW Select. La marca premium apuesta por el Valor Futuro Garantizado (VFG), con el que se conoce desde el principio cuánto valdrá el coche al finalizar el contrato del préstamo y utilizarlo así como pago del siguiente.