Alemania carga contra los estímulos del BCE
Una de las representantes alemanas en el BCE ha asegurado que debería empezar a discutarse pronto el abandono de los estímulos
Mario Draghi se desgañitó el pasado jueves 19 de febrero al decir que los estímulos del Banco Central Europeo (BCE) están asegurados para todo 2017 y que no hubo ni una sola voz discrepante en la reunión. Reiteró que desde abril se reducirán las compras a 60.000 millones de euros desde los 80.000 millones actuales e incluso afirmó que están con el radar en marcha por si acaso es necesario ampliar el montante de nuevo.
Pero hoy Sabine Lautenschlaeger, vicepresidenta del Bundesbank hasta 2014 y que forma parte del selecto club que supone estar en el consejo ejecutivo del BCE, de tan solo seis personas, ha abierto la caja de pandora, al tocar en público el debate del comienzo del fin de los estímulos (tapering, en la jerga) en la zona euro.
"Todas las condiciones previas para una inflación estable existen", ha asegurado Lautenschlaeger, considerada una de las halcones más próximas al presidente del Bundesbank, Jens Weidmann. "Soy optimista y considero que pronto podremos plantearnos la salida [de las políticas de estímulo]", ha añadido.
La inflación de la zona euro repuntó el pasado diciembre al 1,1% en tasa interanual, si bien los precios de la energía, con el petróleo en el entorno de los 55 dólares por barril de Brent, fueron claves en esa alza del Índice de Precios de Consumo (IPC). La tasa de inflación subyacente fue del 0,9%. Eso sí, en Alemania, el porcentaje de la inflación general se sitúa ya en el 1,5%.
Con todo, la consejera crítica del BCE ha matizado que todavía son necesarias más lecturas más positivas antes de retirar los estímulos y que el Banco Central debe tomar decisiones ante un repunte puntual de los precios.
