El ‘brexit’ y la llegada de Trump inquietan a la industria hotelera
Las cadenas alertan sobre los efectos negativos, en especial para 2018
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y la salida de Reino Unido de la Unión Europea se han convertido en los principales nubarrones que acechan a la industria hotelera para este año y 2018.
Los duros mensajes del presidente de EE UU desde hoy sobre la relación con México han alertado a distintas industrias y entre ellas a la turística, donde empresas españolas como Riu, Meliá, Barceló o Iberostar tienen una fuerte presencia, tanto en el Caribe como en la costa del Pacífico. Tampoco se libran de la incertidumbre de conocer cuál será la decisión de Trump sobre las relaciones con Cuba –y un posible levantamiento del embargo–, dado que durante la precampaña llegó a comentar que se plantearía dar marcha atrás en los avances logrados entre ambos países.
“Me preocupa su llegada y ver cómo progresan las relaciones entre EEUUy México y si no van a empeorar, porque eran buenas”, explicó Abel Matutes Prats, director general de Palladium, que reconoció que es una preocupación para 2017 “pero sobre todo para los años venideros”. Y ello en un momento en el que el grupo está construyendo tres hoteles más en México, dos en Costa Mujeres y otro en Cancún de la enseña Ushuaïa.
Alejandro Zodaya, consejero delegado del grupo Apple Leisure alerta de que sería una “barbaridad” si Trump llegara a crear una tasa a los estadounidenses que viajen al extranjero como una medida de proteccionismo. De adoptar una medida como esta, “nos haría mucho daño al turismo y a todas las inversiones españolas que hay en la zona”, aunque reconoce que la probabilidad de que eso pase es “remota”.
Con más calma se ve desde Meliá, donde Andre Gerondeau, chief operations officer, asegura que el Caribe es un destino muy potente y que por el momento “no ha tenido ningún impacto”.
La futura decisión del presidente de EE UU sobre Cuba, y el posible levantamiento de los embargos, también es mirado con atención, si bien todas las empresas presentes en la isla reconocen que el proceso de cambio es lento. El vicepresidente y consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, reconoció unas perspectivas para el mercado cubano “muy buenas”. La cadena cuenta con 29 hoteles, más otros tres en construcción. Unos planes de crecimiento en los que le sigue Iberostar, que alcanzará los 17 a finales de este año.
Todo lo contrario que Palladium, que a pesar de que se mantiene muy atentos sobre Cuba está “más cómodo teniendo pocas interferencias en la gestión de hoteles y en cuanto a la propiedad de los mismos”, reconoce Matutes Prats.
Ya en este lado del Atlántico, los hoteleros han activado el modo alerta por la decisión de los británicos de votar a favor de su salida de la Unión Europa. Reino Unidos es el principal mercado emisor de viajeros a España, con 16,9 millones en 2016, un 12,3% más que un año antes.
El primero en levantar la voz fue Escarrer, al comentar que en algunos destinos estaba ralentizando las reservas para la temporada alta y estaba cayendo la demanda del segmento más alto. Un mensaje que contrasta con la idea generalizada de que el brexit se percibirá más en el segmento más económico, que se ve más afectado por las diferencias de precio. Todos los empresarios reconocen que se mantienen a la espera de conocer los detalles concretos sobre cómo se efectuará esa salida.
Desde Palladium aseguran que por el momento las reservas de los viajeros británicos están siendo “muy buenas sobre todo a corto y medio radio”, una circunstancia que justifica por una mayor antelación de estos turistas en las reservas “por miedo a un mayor desplome de la libra”. Con todo, Matutes Prats puntualiza que el gran reto “llegará en 2018 con el brexit ya puesto en marcha”.
Con todo, también lo ven como una oportunidad. Por un lado, empresas como Meliá han destacado que se percibe un mayor interés desde el pasado mes de junio por sus establecimientos en Reino Unido por parte de los turistas de Estados Unidos y europeos, beneficiados por la devaluación de la libra frente al dólar y el euro.
Pero además, alertan de otro posible efecto: la caída de los precios de los inmuebles, lo que podría suponer una oportunidad de entrada de cadenas como Riu –que busca elevar su presencia en el mercado urbano europeo tanto como en el de EE UU– en una plaza como Londres, que a priori implica un desembolso elevado. Otros como NH, con un mayor peso del segmento urbano que el resto del sector, no espera gran impacto por el brexit. La empresa cuenta con un único establecimiento y otro en proyecto en Reino Unido.