Abad: “El servicio de posventa es clave en el sector de la seguridad”
Francisco Abad es consejero delegado de Techco Security
Un breve paseo por las oficinas centrales de Techco Security, empresa especializada en soluciones integrales de seguridad, basta para comprobar una de las constantes de la compañía: el orden. En las espaciosas dependencias que tiene la empresa cerca del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas no parece haber un papel descolocado. De hecho, se ven pocos papeles encima de las mesas. “Tratamos de manejarnos al máximo en soporte digital”, dice Francisco Abad (Madrid, 1960), consejero delegado de la empresa.
Un fan del liderazgo emocional
Francisco Abad se vio identificado cuando leyó en un libro de management sobre el liderazgo emocional. “Creo que me implico mucho emocionalmente con la gente con la que trabajo. No me refiero solo al punto de vista personal, sino también al operacional”, explica el ejecutivo. Le da mucha importancia al contacto con su equipo, al que trata de conocer todo lo que pueda.
Cultivar relaciones, aunque en este caso institucionales, es otra parte esencial de su trabajo. “El sector de la seguridad está regulado, así que es importante mantenerse al día de todos los cambios legislativos”, señala.
Las reuniones semanales para hacer seguimiento de los proyectos más importantes que estén en marcha en cada momento y las que mantiene en las delegaciones que visita con frecuencia para revisar el negocio le tienen muy ocupado. En su tiempo libre, aprovecha para estar con su familia. Y cada dos o tres semanas viajan a Sevilla, ciudad de origen de su mujer. Jugar al pádel con amigos es otra de sus aficiones.
Abad se define como un hombre austero, condición que salta a la vista en su despacho, cuya decoración brilla por su ausencia en un aviso más de que lo que allí prima es el trabajo. Ni siquiera un bolígrafo descolocado salpica su puesto de trabajo, no digamos ya las fotografías familiares o cuadros de rigor. Por eso, al preguntarle por algún objeto del despacho que se salvaría de una quema metafórica, selecciona dos folletos corporativos. Lo demás no importa.
Él, desde luego, predica con el ejemplo: en su despacho solo hay una hoja junto a su ordenador. Confirma que no es un atrezo preparado para la llegada del periodista: una agenda, un bloc de notas, dos botellas de agua y un calendario son los únicos objetos no electrónicos que pueblan su mesa de trabajo. “Creo que el orden dice mucho de uno”, espeta Abad. Quizá esa cualidad les haya ayudado a tener una cuota de mercado del 40% en el sector financiero y a contar con 20 de las empresas del Ibex 35 entre sus clientes.
Orden es lo que tuvo que poner Abad en las cuentas de la compañía cuando recaló en Techco en 2015. CoBe Capital acababa de adquirir Stanley Security España, y para romper con su anterior etapa, en la que la facturación había menguado, decidió renombrar el negocio con su nombre actual. “Hemos levantado la marca desde cero”, explica orgulloso Abad. Aunque él ya conocía bien la compañía: empezó a trabajar en ella en 2000, primero en el departamento financiero y, desde 2010, como director general. Poco después llegó a un acuerdo y se fue de la firma, a la que regresó en 2015 como consejero delegado. Tras un proceso de saneamiento de las cuentas, la previsión es que la compañía crezca en el año que ahora empieza: esperan aumentar la cifra de negocio entre un 4% y un 5%.
El fuerte de Techco es, según su máximo responsable, el servicio de mantenimiento de los sistemas de seguridad. “El servicio de posventa es importantísimo para asegurar la continuidad de los clientes en este sector”, comenta Abad. Por eso dedica un día a la semana a visitar alguna de las delegaciones que la firma tiene repartidas por todo el territorio español. “Me gusta hablar con los técnicos, que me cuenten los problemas con que se encuentran y detectar yo también algunos”, añade.
El negocio de la seguridad mueve en España unos 3.000 millones, apunta Abad. El 60% de esa cifra se atribuye a los servicios de vigilancia, otro 30% a sistemas y el 10% a transporte de mercancías valiosas. La apuesta de Techco se centra en el diseño y desarrollo de soluciones tecnológicas aplicadas a sistemas electrónicos de seguridad y protección contra incendios. “Mientras que la vigilancia lleva tiempo estancada y el transporte no parece tener recorrido, el subsector de sistemas es el único que sigue creciendo. Ahí queremos estar nosotros”, señala el ejecutivo.
A diferencia de otros países, en España hay bastante consciencia de la importancia que tiene invertir en seguridad para el core business de las empresas. Abad cree que eso puede estar relacionado con el historial de terrorismo que tanto ha marcado al país. El caso es que cada vez se invierte más en controles de acceso y, sobre todo, en videovigilancia. Por supuesto, la cibervigilancia es una dimensión del negocio a la que cada vez deben prestar más atención. “El mayor daño que se puede hacer a una organización no es irrumpir en ella y llevarse algo, sino entrar en sus sistemas”, apunta. Y eso, advierte, pasa muy a menudo desde dentro: uno de los mayores quebraderos de cabeza de los gestores son las fugas de información que provocan los empleados.