China impulsa la emisión de bonos verdes
El volumen de deuda para reducir la huella de carbono se duplica en 2016
El mercado mundial de bonos verdes sigue viento en popa. Sobre todo en los países emergentes más contaminantes, donde ha calado la urgencia de luchar contra el cambio climático. Es el caso de China, cuyo mayor apetito coincide con su reciente ratificación del Acuerdo de París, que entrará en vigor en 2020 y que busca limitar el calentamiento global a dos grados.
El volumen se sitúo a diciembre de este año en 80.000 millones de dólares (76.543 millones de euros), otro récord que duplica el de 2015, cercano a los 40.000 millones de dólares (38.175 millones de euros), según datos del equipo de originación y sindicación de BBVA. La deuda total asciende a 170.000 millones de dólares (162.179 millones de euros).
Entre las novedades del año destaca Polonia, el primer Gobierno que se interesa por estos títulos
Aunque los sectores financiero y corporativo son también protagonistas de esta escalada, al parecer, imparable. Estos títulos son la vía que tienen las empresas, Gobiernos y municipios para invertir en proyectos sostenibles.
La meta es bajar la huella de carbono para acelerar la transición energética y favorecer el medioambiente y a los ciudadanos. “2016 ha sido un año muy destacable por la participación del sector privado. Casi el 80% del volumen emitido corresponde a entidades financieras y corporaciones”, comentan en BBVA.
Sin embargo, los organismos supranacionales, como el Banco Europeo de Inversiones (BEI, el más activo, con 4.000 millones de euros), disminuyen su peso, indican en la gestora Jupiter AM. En tanto, los inversores institucionales son los que más demandan este tipo de activos, específicamente las gestoras de fondos, pensiones y aseguradoras.
Entre las novedades del año destacan la primera emisión de un Gobierno, el de Polonia, por 750 millones de euros para reducir su dependencia del petróleo. Francia le seguirá en 2017, prevén en la gestora Axa IM. Las del sector inmobiliario –Cofinimmo, Fabege, Foncière des Régions o Castellum–, y la única operación en el de transporte, la de la francesa SNCF Réseau. “Este mercado en alza se irá abriendo poco a poco a entes públicos y bancos”, añaden en HSBC.
Los bonos verdes diversifican la inversión y mejoran la reputación e imagen de las empresas
Junto a la preocupación ambiental, su popularidad se debe a que diversifican la inversión, mejoran la reputación e imagen y ayudan a las pequeñas compañías que tienen una buena calificación de riesgo a elevar su deuda en el mercado de capitales, señala Christopher Wigley, gestor de Mirova, la división de inversión responsable de Natixis Global AM.
Esta firma es más conservadora en sus previsiones para 2017, ya que calcula que el volumen será de hasta 66.942 millones de euros. Mientras, en BBVA estiman que superará los 95.651 millones, pero que crecerá a un menor ritmo.
Principales emisores
Desde Jupiter AM resaltan el BEI y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo; la alemana de servicios financieros Berlin Hyp y la banca china; el operador holandés de electricidad Tennet, Iberdrola y la energética estadounidense Southern Power.
En Mirova añaden el banco alemán KFW, la eléctrica estatal francesa EDF; el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y Caja Rural de Navarra en España, que emitieron bonos sociales. Y desde BBVA incluyen México City Airport, Apple o Toyota, entre otros. El mercado espera más emisiones gubernamentales, financieras y de utilities en 2017.
Iberdrola es líder indiscutible en España y el ICO encabeza el sector público
La compañía eléctrica Iberdrola mantiene su liderazgo en España en el mercado de bonos verdes. Es la más activa a escala global, con tres emisiones efectuadas desde 2014 para proyectos renovables por un valor total de 2.450 millones de euros, según BBVA.
Este año se ha sumado la compañía de infraestructuras Acciona, que lo ha hecho en dos formatos: uno híbrido (préstamo y bono) desde Alemania y un bono de 22 millones de euros a 15 años, el mayor plazo hasta ahora colocado por BBVA, para financiar tecnologías limpias. Y también Caja Rural de Navarra, que debutó en 2016 por un importe de 500 millones de euros a siete años, colocados por BBVA, Banco Cooperativo, Barclays y Crédit Agricole para planes sociales y ambientales. Abengoa ha recurrido en el pasado a estos instrumentos.
Mientras que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) encabeza el sector público, tras emitir su segundo bono social por 500 millones; el primero fue en 2015 por 1.000 millones. Estos fondos se utilizan para la financiación de pymes localizadas en regiones con un PIB por habitante inferior a la media española, como Andalucía, Valencia, Canarias, Galicia,Castilla-La Mancha, Asturias, Murcia,Cantabria y Extremadura. Estas zonas cuentan con una tasa de paro superior al 19%. De la primera partida se han beneficiado 23.254 empresas que han creado más de 6.600 puestos de trabajo y mantuvieron otros 150.000, según la entidad.
Así, tras un 2015 de sequía, España logra un fuerte repunte este año. Los agentes esperan mejoras económicas y regulatorias para que se anime aún más la inversión.