Morgan Stanley sufre sus excesos
Un alza del valor del banco depende de cambios en las reglas mucho más que sus pares
Morgan Stanley es víctima de sus propios excesos –de capital. Las acciones de los principales bancos han aumentado por la expectativa de que con Donald Trump suban los tipos y el comercio y bajen los impuestos. La mayoría están ahora en su justo precio, con margen de mejora si crecen los ingresos. Para un alza de Morgan Stanley –mucho más que sus pares– harían falta cambios en las reglas.
Los ingresos de Bank of America subirían unos 5.100 millones de euros si las tipos crecieran un punto porcentual, frente a los 2.700 millones de JP Morgan y los 1.900 millones de Citi. Los bonos a diez años de EE UU ya se han disparado tres cuartos de punto desde las elecciones. Los beneficios de JP Morgan subirían un 12% si el tipo nominal del impuesto de sociedades se redujera al 25%, una suposición conservadora dado que Trump ha hablado del 15%.
La mayoría de entidades están ahoraen su justo precio, con margen de mejora si crecen los ingresos
La rentabilidad financiera de BofA y Citi en 2017 sería del 9,5% y el 8%, respectivamente. Eso justifica que coticen al 94% y el 82% de su valor contable, asumiendo un coste de capital del 10%. El ROE de JP Morgan y Goldman Sachs estaría en el 11%-12%. Sin embargo, ambos cotizan a más de un tercio del valor de los libros. Los inversores creen que están mejor situados que sus rivales para devolver más capital a los accionistas. Jefferies acaba de anunciar grandes ingresos en el cuarto trimestre, y Jamie Dimon dijo a principios de este mes que los ingresos por renta fija de JP Morgan crecieron un 15% respecto al año pasado.
Debería ocurrir algo parecido en Morgan Stanley ahora que el presidente ejecutivo James Gorman ha reforzado su inversión en renta fija. Los recortes de impuestos aumentarían los ingresos netos en un 9% y dejarían que el ROE apenas llegara a un 10%, haciendo que su prima de casi un quinto respecto a los libros parezca aceptable. El valor oculto de Morgan Stanley está en su ratio de capital de Basilea III: el 16,9%, mucho más que sus rivales y muy por encima del mínimo del 9%. Si Gorman se deshiciera de ese superávit, podría eliminar dos quintas partes del capital ordinario, casi el doble que Goldman. Eso llevaría su ROE al 15% y dejaría atrás a sus rivales. Incluso con un gobierno republicano, los accionistas lo ven como un sueño.