El Banco de España defiende un proceso natural de nuevas fusiones
Último discurso de subgobernador Fernando Restoy
El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, insistió ayer en que hay “margen” para más fusiones de bancos en España. El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, también apuntó a que la baja rentabilidad del sector podría impulsar estos procesos. El número dos de Santander, José Antonio Álvarez, ligó las nuevas exigencias de capital para las entidades de menor tamaño con nuevos procesos de fusión.
Fernando Restoy ha querido despedirse de su actual cargo (en enero asumirá la presidencia del Financial Stability Institute) insistiendo en un mensaje que lleva más de un año repitiendo. Hay “margen” para más fusiones en España. Eso sí, puntualizó que el Banco de España “mantiene la atención” sobre el sector bancario, lo mismo que el supervisor europeo, pero no va a intervenir ni va a promover operaciones concretas.
De esta forma, se desliga del pasado más inmediato del Banco de España, organismo que impulsó algunas operaciones corporativas entre las antiguas cajas de ahorros. Las palabras de Restoy, de cualquier forma, toman ahora nueva actualidad al crecer cada día más las especulaciones que apuntan a una posible fusión de Banco Popular con otra entidad; o a la búsqueda de una salida para la privatización de BMN, que pasa principalmente por una fusión con Bankia, aunque el FROB ha decidido antes comprobar el interés de otros bancos por la entidad que preside Carlos Egea y realizar una subasta.
El sector defiende aún el papel que juega la oficina tradicional para captar clientesy para asesorarles, aunque reconoce que hay que abordar más cierres de sucursales
El subgobernador dejó claro en su intervención en el XII Encuentro del Sector Bancario organizado por el IESE y EY que las nuevas fusiones no se producirán por “situaciones coyunturales”, sino de “tendencias”, fruto del entorno actual de bajos tipos, mayores exigencias normativas y la digitalización de la banca.
José Sevilla también considera que se producirán nuevas operaciones corporativas, algo lógico si se tiene en cuenta que debe estudiar la absorción con BMN. Pero al margen de esta posible integración, Sevilla considera que las nuevas fusiones bancarias vendrán de la mano de la nueva regulación sobre las exigencias de capital y rescate de las entidades financieras. Así, mantiene que serán las futuras emisiones de instrumentos financieros “bailinables” (pasivos que pueden sufrir pérdidas en caso de que un banco entre en crisis) las que impulsarán estas operaciones corporativas, sobre todo entre las instituciones más pequeñas que no puedan asumir estas colocaciones en el mercado.
Su opinión coincide también con la de José Antonio Álvarez, quien señala a las nuevas normas de capital como las previsibles impulsoras de fusiones para ciertos bancos.
El Banco de España dice que no va a promover operaciones concretas de integración
Sevilla cree que los tipos al 0% seguirán en 2017 y que el crecimiento del crédito volverá,pero subirá como el PIB
La AEB considera que es necesario más rigor para sancionar a las entidades que lo merezcan
El subgobernador apostó por buscar “equilibrios” entre las decisiones corporativas de las entidades, que son privadas y deben conseguir maximizar el valor para los accionistas y, por otro lado, el interés del supervisor por que esas decisiones sean lo más positivas posibles para el conjunto del sistema.
El aún número dos del órgano supervisor recordó que España ya ha hecho parte de sus deberes al reducir el número de entidades en un 44% desde el inicio de la crisis. Pese a ello, “hay margen para seguir avanzando en el proceso de consolidación”. “Si tiene sentido o no alguna otra operación es algo que tendrán que decidir las entidades según su estrategia”, reiteró.
Al margen de las fusiones, otro tema que ayer fue abordado por todos los asistentes a estas jornadas fue el del cobro de comisiones. Restoy aseguró que la banca no ha aprovechado los ingresos por comisiones para mitigar el deterioro de los márgenes. De hecho, explicó que en el primer semestre del año los ingresos por comisiones se redujeron cerca de un 5% respecto junio de 2015.
Álvarez, mientras, defendió que tiene que haber un servicio real para cobrar comisiones, aunque reconoció la dificultad que tienen las entidades para cobrar comisiones a sus clientes. Pero puntualizó que en el caso de la banca online, “cobrar por temas que nunca se han cobrado es imposible y sienta mal”.
Santander, precisamente, anunció que subirá a partir del 12 de febrero las comisiones de su cuenta estrella 1,2,3 al incorporar como obligatoria una nueva tarjeta de crédito. Con lo que el pack de las tarjetas de crédito, débito y revolving tendrán un sobrecoste de 3 euros al mes.
Sevilla fue el más crítico y rebatió los razonamientos de Restoy al afirmar que es un error pensar que el problema de la baja rentabilidad de la banca se resuelve cobrando comisiones “indiscriminadas” a los clientes. “Los clientes entienden que haya una parte del negocio bancario en la que se cobran comisiones, pero ir a un modelo de muchas en vez de atraer clientes provocaría, a corto plazo, que nos ganáramos su rechazo”, añadió. Y como ejemplo citó un informe del Banco Central Europeo que cifra en el 26% los ingresos de los bancos europeos que proceden de las comisiones.
“Los bancos tenemos que ser rentables porque el regulador nos obliga a ello”, explicó. Este también es otro de los argumentos facilitados por Sevilla para abogar por otra ronda de fusiones condicionada, claro, a la necesidad de que los bancos sean rentables en el largo plazo.
El presidente de la AEB, José María Roldán, insistió ayer en que la banca debe reforzar la apuesta por una relación con el cliente a largo plazo. Cree que es preciso el “alineamiento” entre los intereses del propio banco y de los clientes y evitar así dar “puñaladas de pícaro” que van en detrimento de la buena relación que debe regir entre ambos. El directivo insistió en que el sector debe recuperar su reputación y que es necesario más rigor para sancionar a las entidades que lo merezcan.
El consejero delegado de Banco Popular, Pedro Larena, también defendió, como Restoy, el cobro de comisiones bancarias. Considera que la banca debe cobrar por los servicios que presta, incluidos los digitales. Justificó su afirmación en que los márgenes financieros se encuentran muy presionados en el contexto actual, y de esta forma, “o se cobra por los servicios que prestamos o se aumentan los riesgos para conseguir más rentabilidad, lo que no es admisible”.
El número dos de Popular defendió la oficina para hacer banca, algo que también apoyó su homólogo de Santander, José Antonio Álvarez, y el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres.
Este último ejecutivo declaró que la oficina bancaria seguirá siendo “clave” en la relación con el cliente, que seguirá acudiendo a su banco cuando necesite asesoramiento. El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaime Guardiola, también compartió la idea de Torres al abogar por no dejar la actividad tradicional, ya que incluso los clientes más digitales van a necesitar asesoramiento.
Álvarez aseguró que el cierre masivo de oficinas afectaría a la capacidad de la banca para captar clientes.
Mientras, Larena aprovechó el acto para criticar a los nuevos competidores de las entidades tradicionales como la banca en la sombra o las fintech. Indicó que los nuevos tiempos están haciendo que a los bancos les salgan “competidores como churros” que les quitan “la comida del plato”, ya que van a las facetas más rentables del negocio bancario. También se quejó de que la sobrerregulación está impidiendo a las entidades defenderse. Sin embargo, también ve un aliado en la digitalización, ya que permite a los bancos reducir costes y aumentar los ingresos.
Sobre los tipos de interés al 0%, Guardiola auguró que cuando el euríbor a un año se encuentre entre el 1% y el 2% los bancos que estén creciendo en clientes y tengan una buena franquicia verán una “explosión” en su cuenta de resultados.
José Sevilla, por su parte, en vez de defender el cobro de comisiones, sí abogó por subir el precio del crédito para compensar los bajos tipos de interés. Considera que el precio del crédito sí ofrece una rentabilidad aceptable en función del coste del capital. Cree que el sector vivirá también 2017 con tipos al 0%. Sobre el crecimiento del volumen del crédito, mantiene que “volverá, aunque a niveles más cercanos al comportamiento del PIB”.