¿Está contento con la formación de sus empleados?
Las empresas rechazan que contraten personal excesivamente formado para puestos inferiores a su cualificación
Seis años seguidos de crisis sirvieron para que las empresas, con independencia de su tamaño, obviaran sus preocupaciones anteriores y se centraran en exclusiva en garantizar su supervivencia y la de su plantilla. Superado ese trance, una de las asignaturas pendientes es la formación de los empleados, tanto antes de entrar en la compañía como durante su permanencia en ella. Esa es, al menos, una de las conclusiones que se puede extraer del Observatorio de Competitividad Empresarial, elaborado por la Cámara de Comercio de España, centrado en la formación.
El “fracaso” de la FP dual
Era uno de los proyectos en los que el Ejecutivo de Mariano Rajoy confiaba para reducir el paro juvenil e impulsar la integración de los ocupados más jóvenes en empresas. Los resultados de la encuesta de la Cámara de Comercio de España revelan que el 60% de las compañías no conoce ese la formación profesional dual (que combina formación y trabajo en una empresa) y que del 40% que sí lo conoce, apenas la mitad lo utiliza.
¿Por qué no se usa? Las compañías aportan tres motivaciones: el hecho de que las empresas sean pequeñas les impide disponer de tiempo para supervisar a los estudiantes (el 36,4% de los encuestados así lo corrobora), la mayoría no dispone de los puestos específicos que plantea la FP dual (33,3%) o que no cuentan con personal formado para guiar a los estudiantes (15,4%).
El estudio se ha elaborado a partir de 401 entrevistas a empresas de al menos tres asalariados y sus resultados revelan que las compañías están satisfechas con la formación de su plantilla, aunque consideran que hay espacios de mejora muy importante. Y el más relevante es el conocimiento de idiomas. El 80% de los encuestados considera que se deben potenciar las asignaturas de idiomas y las estancias internacionales durante la formación reglada. De hecho, el 18,4% de las empresas consultadas tacha de insuficiente el nivel de conocimiento en idiomas del personal contratado en los dos últimos años. Un análisis más detallado de la encuesta revela incluso que el 49,3% de las empresas no requiere conocimiento de idiomas a sus empleados. Desde la Cámara de Comercio de España lo achacan “a la reducida dimensión media del tejido empresarial español y su aún incipiente proyección internacional”.
No es el único punto negro detectado. La capacidad comercial y de marketing es otra cualidad que las empresas les cuesta encontrar entre sus trabajadores, con un 8,3% de respuestas que la consideran claramente insuficiente. Al igual que sucedía con los idiomas, el 41,9% de las empresas no exige estas cualidades durante sus procesos de selección de personal.
La encuesta también trata de arrojar algo de luz sobre si es cierto el problema de la sobrecualificación (personal excesivamente formado que ocupa puestos de trabajo inferiores a su cualificación). Y para ello pregunta a las empresas por siete categorías de empleados (desde peones a directores y gerentes) y si considera que el nivel de formación es adecuado para el puesto que desempeña en la empresa. La distancia entre el bagage formativo y el puesto que se ocupa se va haciendo mayor a medida que se alcanzan los niveles de formación más elevados (licenciados o directores), en los que más de la mitad de sus empresas considera elevada la formación. Ese porcentaje baja al 25% para el personal administrativo y auxiliar, al 16,5% para operadores cualificados de industrias y construcción y al 6,6% en el caso de peones y otros operarios. “Estos datos rompen con el mito sobre la sobrecualificación de los empleados para el desempeño de sus ocupaciones reales”, apunta el informe.
El estudio también revela una profunda desconexión entre las necesidades de las empresas y lo que se enseña en las universidades. Apenas un tercio de los encuestados colabora con centros de educación superior. Y las dos grandes razones esgrimidas para obviar esa colaboración es la burocracia, “tanto dentro como fuera de la Universidad”, y la actual crisis financiera, señaladas por el 47,4% y el 40,9% de los encuestados. Para cerrar esta brecha entre lo que piden al trabajador y lo que este les ofrece en materia de formación, la primera actuación que reclaman las empresas es elevar el gasto público en educación, con 4,21 puntos sobre 5 posibles, seguido por potenciar las asignaturas de idiomas y las estancias internacionales (4,26 puntos) y mejorar la calidad de las prácticas en empresas (4,25 puntos)