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Medidas fiscales

Hacienda gravará las bebidas azucaradas y subirá el tabaco y el alcohol

El Consejo de Ministros también eliminará deducciones a la gran empresa

El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro.
El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro.EFE

El Consejo de Ministros que se celebra este viernes aprobará un incremento fiscal sobre los impuestos especiales de tabaco y alcohol. Hacienda también fijará un nuevo gravamen sobre los productos con alto contenido en azúcar, reducirá incentivos fiscales para las grandes empresas en el impuesto sobre sociedades y presentará un nuevo plan de lucha contra el fraude fiscal que limitará a 1.000 euros los pagos en efectivo.

El Gobierno ya ha preparado así la batería de medidas que Bruselas le exigió para reducir el déficit público en 2017 y cumplir el objetivo de estabilidad. El impuesto que gravará las bebidas carbonatadas azucaradas, medida que ha avanzado Cinco Días, afectará especialmente al sector de los refrescos. Se trata de una medida que otros países como el Reino Unido ya han aplicado y que se justifica por motivos de salud y para reducir el consumo de azúcar. La Generalitat de Cataluña incluyó en su presupuesto un tributo similar, sin embargo, dos administraciones no pueden gravar el mismo hecho imponible y prevalecerá el tributo a nivel estatal. Fuentes de la Administración señalan que no existe un afán recaudatorio e indican que el tributo sobre las bebidas azucaradas aportará algo menos de 200 millones de euros.

Malestar en el sector

La Asociación de las Bebidas Refrescantes (Anfabra) encajó mal la noticia del nuevo impuesto que aprobará mañana Hacienda. La organización lamentó que conociera por los medios de comunicación la intención del Ejecutivo de fijar un gravamen sobre las bebidas azucaradas. De hecho, indicaron que conocieron la noticia tras reunirse con representantes del Ministerio de Sanidad para impulsar un plan de reducción voluntaria del azúcar en los refrescos.

El decreto también contemplará una subida de los impuestos especiales que gravan el alcohol y el tabaco. La medida no afectará a la cerveza, que cuenta con un impuesto particular, ni al vino, que seguirá con un tipo del 0% como hasta ahora. La subida al alcohol, como ya sucedió en 2013, se limitará a los destilados (whisky, ginebra o vodka, entre otros). En el caso del tabaco, la reforma que impulsará el Ejecutivo contempla cumplir con la normativa europea que exige eliminar el llamado doble mínimo, una figura ideada para evitar que el tabaco se venda por debajo de determinado precio. La supresión del doble mínimo se acompañará de un incremento de los tipos impositivos que ya sufre actualmente el tabaco. Hoy, casi el 80% del precio medio de una cajetilla de tabaco son impuestos. Aun así, el menor consumo y el aumento de la distribución ilegal ha reducido la recaudación de un tributo que, en 2010, aportaba 7.400 millones y que actualmente recauda en torno a 6.600 millones.

Si bien también estuvo en estudio, el Gobierno ha descartado un incremento fiscal del impuesto sobre hidrocarburos. Tampoco se plantean cambios en el IRPF y el IVA. Sin embargo, en el impuesto sobre sociedades, Hacienda aprobará una reducción de los beneficios fiscales. La medida afectará únicamente a las grandes empresas y el objetivo es que aumente la aportación fiscal de las multinacionales.

En concreto, el Ejecutivo plantea restringir aún más la posibilidad de deducir los gastos financieros, elevar la limitación para compensar bases imponibles negativas y reformular el artículo 21 que regula “la exención para evitar la doble imposición sobre dividendos y rentas derivadas de la transmisión de valores de entidades residentes y no residentes en territorio español”. Ciudadanos ha denunciado que esta exención permite que grandes plusvalías obtenidas por las multinacionales queden sin tributar.

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