Trump altera el calendario para el alza de tipos en EE UU
El programa del nuevo presidente eleva los riesgos de recaída económica a medio plazo, según los expertos Trump no renovará a Yellen en la Fed pero tampoco acortará su mandato
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos da un rumbo imprevisible a la política de la mayor economía del mundo y puede afectar al frente más sensible y con más poder de influencia sobre los mercados internacionales: las decisiones de la Reserva Federal. Por lo pronto, la probabilidad de una subida de tipos en Estados Unidos en diciembre ha llegado a caer desde el 80% previo a las elecciones a menos del 50%.
Este movimiento va en paralelo a la caída del dólar frente al euro –el euro ha llegado a apreciarse el 2,5%, a 1,13 dólares– y en el descenso de la rentabilidad de la deuda soberana estadounidense, que convive con el nerviosismo y la búsqueda de activos refugio que ha desatado Trump. Así, el rendimiento del bono estadounidense a diez años llegó a caer al 1,71% para remontar después al 1,9%, haciendo valer su condición de activo seguro. En una jornada en los mercados que ha ido de más a menos, junto a la moderación en la caída del dólar, también han acabado por volver a subir las expectativas de alza de tipos en diciembre, hasta situarse en el 74%, por debajo no obstante de lo previsto antes de las elecciones.
La Fed ya se abstuvo de tocar los tipos de interés en su reunión de noviembre, a la espera del resultado electoral y procurando no tomar una decisión que pudiera interpretarse como partidista. Los últimos datos de empleo y crecimiento –con un alza del PIB en el tercer trimestre del 2,9%– ya habían preparado el terreno para el alza de tipos, que para muchos expertos ahora podría esperar más allá de diciembre. De entrada, la Fed no es amiga de subirlos en momentos de volatilidad en el mercado, como ya demostró a comienzos de año con las incertidumbres que rodeaban a China y en el verano con el ‘brexit’. Y las próximas semanas prometen ser de inestabilidad, con caídas para la Bolsa estadounidense y el dólar y descensos en las divisas emergentes, a las que afectaría aún más un alza de tipos en EE UU.
“El aumento de la volatilidad y la incertidumbre podría llevar a la Reserva Federal a mantener los tipos sin cambios en la reunión de diciembre, en contra de lo que el mercado había previsto hasta hace muy poco. Sin embargo, más adelante el mercado descontará pronto una postura más favorable a las subidas de tipos, aunque solo sea en respuesta a la fuerte dosis de estímulos presupuestarios que el nuevo gobierno va a administrar”, señala Dierk Brandenburg, analista Senior de renta fija pública de Fidelity. “La posible consecuencia de este desenlace electoral es una posible demora en la subida de tipos en Estados Unidos. Aun con eso, vemos que desde el punto de vista económico no existen cambios que justifiquen la demora en la subida”, añade Celso Otero García, gestor del fondo Renta 4 USA.
La primera respuesta desde la Fed podría ser por tanto un retraso en el calendario previsto para el alza de tipos. Un cambio en la velocidad de esas subidas sería otra de las consecuencias. Todo dependerá de si las medidas económicas de Trump impulsan el crecimiento o si, por el contrario, acercan al país de nuevo a la recesión. Por un lado, Trump promete incentivos como la rebaja de impuestos y la inversión en infraestructuras pero por otro lado, plantea medidas proteccionistas que afectarán al comercio. Estas medias “probablemente estimularían la economía en el más corto plazo, pero conducirían a una profunda recesión inmediatamente después”, señala Unicredit.
Para Nomura, es probable que la Fed suba tipos en diciembre pero descarta tajante que ese vaya a ser el inicio de un ciclo importante de subidas. “Una nueva ronda de estímulos (quantitative easing) es más probable que un alza de tipos de 100 puntos básicos en los dos próximos años”, añade el banco japonés.
“El endeudamiento del estado probablemente suba a medio plazo y eso suele traducirse en una elevación de la curva de tipos”, añaden desde M&G, donde recuerdan también el fuerte peso que los inversores extranjeros tienen en la tenencia de bonos soberanos estadounidenses, en especial chinos, hacia los que Trump plantea medidas abiertamente hostiles como un aracel del 45% para la importación de sus productos. “El 50% del mercado de bonos del Tesoro de EEUU está en manos de inversores extranjeros (China posee el 19%; Japón, el 18%). Los extranjeros, especialmente China, ya han pasado a ser vendedores netos de bonos soberanos de EE UU en últimos seis meses”, añaden en M&G.
- La figura de Yellen, en cuestión
Otra de las incógnitas que plantea la victoria de Trump tiene que ver con la figura de Janet Yellen, que también ha sido diana de las críticas del magnate republicano y de la que ha llegado a decir que debería estar avergonzada de sus decisiones. El mandato de Trump no augura precisamente sintonía entre la Casa Blanca y la presidenta de la Reserva Federal. “Trump no tiene intención de renovar a Yellen como gobernadora de la Fed, pero su actual mandato se extiende hasta 2018 y no tiene capacidad para hacer cambios a corto plazo”, señalan desde Bankinter.
La idea de una dimisión de Yellen en caso de victoria de Trump ha planeado sobre el mercado en las últimas semanas, aunque según recuerdan en JP Morgan, no hay precedentes de una renuncia, sea cual haya sido el signo del presidente de la Casa Blanca. El presidente solo podría relevar a Yellen por causa de fuerza mayor, una prerrogativa de la que ningún presidente ha hecho uso.
México evita un alza de tipos inmediata
Más que la Reserva Federal estadounidense, si hay un banco central en el mundo que observa con inquietud el triunfo de Donald Trump es el mexicano. Afronta un derrumbe de su divisa que no se recordaba desde los tiempos del tequilazo, en 1994. El peso mexicano se deprecia casi el 14% frente al dólar en lo que va de año y solo hoy llegó a derrumbarse el 8%, hasta un nuevo mínimo histórico de 20 unidades por dólar.
El desplome hizo pensar en una subida inmediata de tipos de interés por parte del Banco de México, que optó sin embargo por una declaración institucional en defensa de la economía del país. El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y el secretario de de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, defendieron en un breve mensaje conjunto que “México está en una situación de fortaleza para enfrentar el nuevo entorno”. Si bien apuntaron que se tomarán “las medidas necesarias” para proteger la economía. El Banco de México tiene prevista una reunión para el próximo día 17 de noviembre, en la que se podría decidir un alza de tipos que algunos expertos calculan de hasta 75 puntos básicos. Los tipos actuales en México están en el 4,75% y han repuntado desde el 3% en el último año.
Los planes de Trump de echar por tierra el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá y de establecer un arancel del 35% a las importaciones mexicanas, además de la construcción de un muro fronterizo, han derrumbado el peso.