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Elecciones EE UU
Tribuna
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Y los norteamericanos eligieron a su 45 presidente/a

Clinton pudo permitirse perder algunos Estados indecisos y aun así resultar vencedora, mientras que Trump necesitaba ganar todos para prevalecer

Unos ciudadanos estadounidenses votan en un colegio electoral durante la jornada de elecciones presidenciales en Estados Unidos, en Fairfax (Virginia, EE.UU.) .
Unos ciudadanos estadounidenses votan en un colegio electoral durante la jornada de elecciones presidenciales en Estados Unidos, en Fairfax (Virginia, EE.UU.) .EFE

Norteamérica polarizada fue ayer a las urnas para elegir a su presidente/a número 45, entre Hillary Clinton, como la primera mujer comandante en jefe o un fallido empresario lleno de odio, Donald Trump, después de una larga y sucia campaña electoral.

El ganador/a heredará una nación con ansiedad por el futuro y enfadada con Washington. Habrá de consolidar la recuperación económica y enfrentarse a nuevas amenazas terroristas.

Clinton llegó a la jornada electoral con múltiples caminos para la victoria (combinaciones posibles de Estados en los que ganar), mientras que Trump debía prevalecer en la mayoría de los Estados indecisos para ganar 270 votos del Colegio Electoral. El control del Senado también estaba en juego; los demócratas necesitaban cuatro puestos, si Clinton ganaba la Casa Blanca. Los republicanos mantendrán su mayoría en la Cámara.

130 millones de estadounidenses votaron en una de las campañas más impredecibles de la historia moderna, con el futuro de la Presidencia, el Tribunal Supremo y el control del Congreso de los EE UU

Hillary Clinton, 45.9%;Donald J. Trump, 42.8%

No quiero mojarme, pero he hecho todas las posibles combinaciones para acertar. El martes, en TVE, le dije a María Casado que “ganaría Clinton, con sangre, sudor y lágrimas y que cabía esperar impugnaciones por parte de Trump”. Los modelos de NYT, FiveThirtyEight, Princeton Election Consortium, Cook Political Report, PredictWise, Huffington Post, WSJ, etcetera, otorgaban a Clinton 322 electores. Necesitaba 270 para ganar.

Antes de ayer, 42 millones de personas ya habían votado, en Estados clave como Arizona, Florida y Nevada rompiendo récords de participación, especialmente de hispanos, que no cubanos. Clinton pudo permitirse perder algunos Estados indecisos y aun así resultar vencedora, mientras que Trump necesitaba ganar todos para prevalecer. Victorias para Clinton en Florida, Ohio, Carolina del Norte y Pensilvania dejarían a Trump fuera de juego.

El voto anticipado mostró dos tendencias: los hispanos acudieron más a las urnas que nunca, lo que benefició a Hillary, no así los afroamericanos.

Ayer, inversores, analistas, corporaciones ansiaban continuidad de la política económica con Clinton en la Casa Blanca. Los mercados cotizaron al alza ante las encuestas que apuntaban una estrecha victoria de Hillary. Hay que ser honestos. Al cierre de esta edición anoche en España, Clinton tenía garantizados 203 electores: Massachusetts (11), New York (29), California (55), Columbia (3) Hawaii (4), Maryland (10), Vermont (3), Illinois (20), New Jersey (14), Washington (12), Rhode Island (4), Delaware (3), Wisconsin (10), Minnesota (10), Oregón (7), Connecticut (7), Maine (1).

Trump conseguía 164: Louisiana (8), Mississippi (6), Alabama (9) Arkansas (6) Kentucky (8), Idaho (4) Nebraska (4) North Dakota (3), Oklahoma (7), West Virginia (5), Wyoming (3). Indiana (11), Texas (38), Missouri (10), Utah (6), Montana (3), South Dakota (3), Tennessee (11), Alaska (3), Kansas (6), Nebraska (1), South Carolina (9).

Que alguien me niegue que no hay dos Américas enfrentadas

Los Estados indecisos, ayer, arrojaban 171 delegados: Florida (29), Ohio (18), Michigan (16) Pensilvania (20) New Hampshire (4), Maine (1), Maine (2), North Carolina (15) Virginia (13) Georgia (16) Colorado (9), Nevada (6), New México (5), Arizona (11), Iowa (6).

Parezco un frívolo: el lunes por la noche, los Clinton y los Obama, en Filadelfia, recibieron el apoyo de Bruce Springsteen (republicano, deprimido y con arma de fuego en ristre), Jon Bon Jovi, Jay Z, Beyoncé, Stevie Wonder, Jennifer López.

Los demócratas se enorgullecieron de las votaciones anticipadas –más de 40 millones de personas ya habían votado– con fuerte aumento de la participación hispana, particularmente en Estados como Nevada, Florida y Carolina del Norte. En Florida, más de 6,4 millones de personas votaron a partir del lunes, con la campaña de Clinton destacando el hecho de que más del doble de hispanos ya votaron más que en todo 2012. En Nevada, hubo signos similares de una oleada de hispanos en la votación temprana, con analistas afirmando que el Estado ya estaba fuera del alcance de Trump, a pesar de que tenía una ligera ventaja en las encuestas. Y, después de un lento comienzo de votación entre los afroamericanos en Carolina del Norte, la campaña de Clinton dijo que “la afluencia negra aumentó" en las horas de cierre para igualar la participación de 2012.

Clinton también pudo beneficiarse del anuncio del FBI al Congreso –el domingo– que no ha cambiado su opinión sobre el uso de Clinton de un servidor de correo electrónico privado. El FBI dijo a principios del verano que la ex secretaria de Estado no debería ser acusada/imputada.

Ambas campañas se jactaron de su capacidad para espolear la participación

La campaña de Trump y el Comité Nacional Republicano (RNC), por su parte, se volcaron en los Estados que Romney ganó en 2012: Colorado, Arizona, Iowa, Ohio, Carolina del Norte, y Florida (estos dos, batalla perdida). El RNC dijo que registró una mejora de 81.000 votos en las votaciones anticipadas en Florida. En Arizona, un Estado que Trump debía ganar, los republicanos iban por delante, durante la noche, decía el RNC. Pero el equipo de Trump envió “interventores” a Arizona en los últimos momentos, señal de que estaban preocupados por el control del partido republicano sobre el Estado: de nuevo, los hispanos

Expertos en estadística, elaboradores de modelos “econométricos electorales” han ajustado sus pronósticos en los últimos días para mostrar una mayor probabilidad de que Trump podría ganar, aumentando sus posibilidades del 15% al 35%. Aun así, anoche, el porcentaje mayoritariamente más grande (menuda tautología) estaba en manos de Hillary y, de hecho, la mayoría de los pronósticos mostraban que Clinton iba a ganar, dura pero cómodamente, en el Colegio Electoral. Un ejemplo es el modelo que elaboró el Centro de Política de la Universidad de Virginia, que dio a Clinton 322 votos electorales frente a 216 para Trump.

No hay que olvidar que Senado y Cámara de Representantes estaban en juego: los demócratas tenían una probabilidad estadística del 52% de ganar el Senado. En la Cámara de Representantes, anoche predije que perderían 19 miembros, pero que retendrían la mayoría y reelegirían a Paul Ryan como Speaker.

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