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Reunión con los sindicatos

Estas son las condiciones del ajuste laboral que plantea Popular

Popular plantea despidos con 28 días y prejubilaciones con hasta el 75% del salario Amplía a los 55 años su plan de prejubilaciones Los sindicatos rechazan las condiciones anunciadas por el banco El coste medio por empleado es de 61.007 euros al año

El presidente del Banco Popular, Ángel Ron.
El presidente del Banco Popular, Ángel Ron.EFE

La dirección de Banco Popular ha presentado hoy a los sindicatos los detalles del proceso de reestructuración de la entidad, que afectará a unas 2.900 personas. El plan permite a los mayores de 59 años abandonar la entidad con el 75% de su salario, mientras que en el caso de los menores de 50 años la indemnización prevista es de 28 días por año con un límite de 15 mensualidades.

La propuesta, en el marco de las negociaciones del ajuste laboral, distingue entre cinco colectivos diferentes según la edad y facilita en todos los casos un periodo inicial de adscripción voluntariá, hasta el 31 de diciembre de este año, según un comunicado de la entidad.

1. A los empleados con 59 o más años de edad se les ofrece el 75% del salario neto anual pensionable del convenio colectivo, descontada la seguridad social a cargo del empleado.

2. A los empleados con 58 o más años de edad, hasta un máximo de 120 personas, se les ofrece el 70% del salario neto anual pensionable del convenio colectivo, descontada la seguridad social a cargo del empleado.

3. A los empleados con 55 a 57 años, acotado a 80 personas, se aplicará como criterio preferente el de la edad del solicitante para ofrecerles el 65% del salario neto anual pensionable del convenio colectivo, descontada la seguridad social a cargo del empleado.

4. Los trabajadores con edades comprendidas entre los 50 y los 54 años, ambos inclusive, tendrán derecho a percibir una indemnización bruta equivalente a 30 días de salario regulador por año de servicio, con un límite de 15 mensualidades.

5. Y los trabajadores con menos de 50 años tendrán derecho a percibir una indemnización bruta equivalente a 28 días de salario regulador por año de servicio, con un límite de 15 mensualidades.

Además, Popular ha aceptado la propuesta de excedencias voluntarias remuneradas con garantía de retorno al banco, -acotadas a un máximo de 100 solicitantes con diez o más años de antigüedad y menores de 50 años de edad-, por un período inicial de tres años, prorrogable por un año adicional en función de las necesidades de la entidad, con una asignación de 10.000 euros anuales.

Por otro lado, el banco ha establecido sus condiciones para los empleados afectados por la movilidad geográfica. Así, entre 26 y 100 Kilómetros se establece una compensación económica mediante un pago único proporcional a la distancia hasta un máximo de 1.500 euros. A partir de 100 kilómetros, la compensación económica mediante un pago único proporcional a la distancia es por una cantidad comprendida entre 1.500 y 5.000 euros. En este supuesto, esta posibilidad está acotada a un número máximo de personas equivalente al 12% del total de empleados afectados.

Los sindicatos han vuelto a rechazar las condiciones ofrecidas por el banco, así como el número de salidas, que consideran muy elevado, aunque parece que la entidad que preside Ángel Ron no está dispuesta a rebajar. Popular mantiene que, a diferencia de otras instituciones, ellos nunca han llevado a cabo un proceso de reestructuración, salvo el abordado tras la compra de Banco Pastor en 2012.

La entidad también parece que es poco proclive a mejorar las condiciones presentadas a los sindicatos, salvo en algunos matices, y el reloj juega a su favor, ya que el próximo 6 de noviembre expira el plazo de negociación, aunque también es cierto que Popular es partidario de no llevar a cabo ajustes traumáticos.

El banco calcula que de los 2.894 empleados que prevé que salgan entre bajas incentivadas y prejubilaciones, 1.854 lo hagan de las sucursales, y otros 575 serán también de apoyo a la red, mientras que 465 saldrán de los servicios corporativos, el 19,55% del total de esta división. La entidad ha explicado que el coste medio anual del personal del grupo está en 61.007 euros, por lo que tras la amortización de 2.894 puestos el ahorro que se apuntaría la entidad será de 176,5 millones de euros. El banco pretende compensar en parte la salida de estos empleados con una mayor apuesta por la digitalización de las oficinas (cambio de modelo), pero además, con una mayor vinculación del cliente y con la implantación de más canales de autoservicio tanto online como por otros dispositivos como los cajeros, o las actualizaciones de las libretas.

Este ajuste de personal y oficinas (cerrará 302 sucursales) es parte del plan de saneamiento que está llevando el banco para lograr mejorar su rentabilidad. Popular, además, negocia con el Banco de España y con la CNMV la creación de un vehículo en la que incluirá 6.000 millones de euros de activos inmobiliarios, que traspasará desde el banco. Esta nueva sociedad será totalmente independiente del banco, lo que le permitirá desconsolidar de su balance sus activos vinculados al ladrillo. En junio, además, cerró una ampliación de capital por 2.500 millones de euros.

Estas son las tres principales palancas del plan 2016/2018 de Popular para lograr mejorar su rentabilidad y que suba su acción, que desde comienzos de año hasta la actualidad lleva una caída ligeramente superior al 60% (ayer cayó un el 0,10%).

El banco y los sindicatos se volverán a reunir el próximo día 25 de octubre.

 

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